La bailaora lebrijana recibe el galardón que concede la Peña Flamenca a los máximos representantes del mundo flamenco
La Peña Flamenca de Lebrija ha concedido la XXIX Giraldilla a la bailaora lebrijana Concha Vargas, que lo recibió el domingo 8 de abril coincidiendo con la celebración del Día Internacionald el Pueblo Gitano.
Desde el año 1990, la Peña Flamenca reconoce la trayectoria de los máximes representantes del mundo flamenco. Ya tienen el galardón otros artistas lebrijanos como María Fernández “La Perrata”, Juan Peña “El Lebrijano”, Curro Malena, José Valencia, Miguel Funi y Manuel de Paula.
El acto estuvo presidido por el alcalde de Lebrija, José Barroso, que vino acompañado de su equipo de gobierno, y el presidente de la Peña Flamenca, Juan García Garrido “Barejones”. El alcalde dijo sentirse “honrado” de participar en este acto y se refirió a la figura de Concha Vargas como “alma máster del baile flamenco”. La genial bailaora recibirá también este año el Caracol de Oro en la Caracolá Lebrijana con motivo de su 50 aniversario de carrera profesional en el arte del flamenco. Concha Vargas agradeció de corazón el reconocimiento y dijo sentirse orgullosa de que “reconozcan tu arte en tu propia tierra”.
XXIX Giraldilla Flamenca a la bailaora Concha Vargas, Lebrija abril de 2018
XXIX Giraldilla Flamenca a la bailaora Concha Vargas, Lebrija abril de 2018
XXIX Giraldilla Flamenca a la bailaora Concha Vargas, Lebrija abril de 2018
XXIX Giraldilla Flamenca a la bailaora Concha Vargas, Lebrija abril de 2018
XXIX Giraldilla Flamenca a la bailaora Concha Vargas, Lebrija abril de 2018
XXIX Giraldilla Flamenca a la bailaora Concha Vargas, Lebrija abril de 2018
XXIX Giraldilla Flamenca a la bailaora Concha Vargas, Lebrija abril de 2018
XXIX Giraldilla Flamenca a la bailaora Concha Vargas, Lebrija abril de 2018
El mantenedor del acto, Manuel Martín Martín, hizo un recorrido por la trayectoria artística de la bailaora Concha Vargas, que atesora múltiples espectáculos y ha pisado los mejores escenarios del mundo, llegando a bailar ante figuras como Indira Gandhi y el papa Juan Pablo de Roma.
De esta forma, empezó refiriéndose al origen familiar de la bailaora y destacó la figura de su padre Quintín Vargas, emparentado con familias gitanas de importante trayectoria flamenca. También hizo mención a la academia de Pepe Ríos donde la niña Concha Vargas aprendió a “manejar los contratiempos” y a los primeros escenarios en los festivales incipientes y tablaos de la década de los 60. La figura de Concha Vargas está ligada a la historia de la Caracolá y los festivales flamencos de Andalucía.
Manuel Martín Martín hizo numerosos comentarios sobre “el baile según Lebrija” de Concha Vargas, calificándolo de “intuitivo y sin trampa”, pero no quiso quedarse en la bailaora “temperamental y racial” sino que la calificó de “una de las bailaoras gitanas más completas del momento”.
Otros artistas han significado mucho en la trayectoria artística de Concha Vargas, como Mario Maya que la eligió para el espectáculo Camelamos Naquerá o la familia Fernández, con quien compartió escenarios. En los años 80 llega la Bienal de Flamenco de Sevilla y muchos otros certámenes flamencos de carácter internacional. Y sus intervenciones de la mano del desaparecido guitarrista Pedro Bacán. Otros son los artistas que han contado con ella más recientes, como Antonio El Pipa y el bailaor sevillano Andrés Marín.
Concha Vargas es “el baile que conmueve, el qque transmite”, en palabras de Manuel Martín Martín. Representa “lo rotundo y lo absoluto” por su carácter singular e intimista. La artista de Lebrija se ha ganado uno de lso titulares más contundentes de su trayectoria: “La verdad se llama Concha Vargas”.
