España conmemora los 600 Años de la entrada de los gitanos a la Península Ibérica, pero ¿qué dicen los gitanos?
El Gobierno de la Nación ha declarado 2025 como Año del Pueblo Gitano, habrá sido de las pocas veces que se habla de los gitanos en el Consejo de Ministros. Se conmemora la entrada de los gitanos, en enero de 1425, en la península ibérica, por el reino de Aragón, procedentes de Centroeuropa.
Para empezar, no está tan claro que los gitanos andaluces, como dice nuestro añorado Pedro Peña Fernández en su libro Los Gitanos Flamencos, entraran por los Pirineos y en esa época.
La procedencia indoirání del pueblo gitano no es discutible. Y que es un pueblo itinerante también es una evidencia. Sin embargo, Pedro Peña defiende la diversidad dentro del pueblo gitano, y el carácter más sedentario de unas tribus o clanes con respecto a otras.
Tras una breve estancia en Constantinopla, nos dice Pedro Peña muy bien documentado con sus lecturas e investigaciones, unas tribus viajaron hacia el norte a Rumanía y Rusia; otras hacia Centroeuropa, que son los gitanos que a través de Checoslovaquia, Polonia, Alemania, Austria, Suiza, Italia y Francia, entraron en España por los Pirineos; y otras tribus o familias, más sedentarias, hicieron un corto viaje para permanecer durante siglos en Grecia.
Tras la invasión turca de Grecia, estas familias, con un alto componente y cultura musical, pudieran ser las que llegaron a las costas de Andalucía por el Mediterráneo. Así, que cuando llegaron los gitanos atravesando toda la Península Ibérica, a las tierras bajas del Guadalquivir, puede ser que aquí hubiera ya gitanos asentados.
Lo cierto es que, por otro lado, en ese siglo XV que España ahora conmemora, lo que se estaba realmente produciendo históricamente es un proceso masivo de expulsión de los árabes y otros colectivos, conforme se avanzaba hacia el sur por la Península Ibérica, y un proceso de repoblación de los castellanos en tierras reconquistadas.
Así que la llegada de los gitanos a Andalucía, igual coincidió con la llegada de muchas familias no gitanas procedentes del norte de España que también se integrarían por cierto muy bien en estas tierras tan acogedoras y tan castigadas.
Si algo tiene que celebrar el pueblo gitano es haber sobrevivido a toda una historia de persecuciones y de leyes dictadas para su exterminio, para acabar con sus señas de identidad y su cultura. Por lo pronto, el idioma romaní desapareció en los gitanos españoles. Y si no llega a ser por el cante, su cultura estaría ahora menospreciada. Y aún así, sigue sin reconocerse ni valorarse el origen del flamenco y la aportación del pueblo gitano a este arte “universal”.
Y así quieren celebraciones. Como dice Silvia Agüero en un artículo en El Salto Diario que recomendamos (Un Año del Pueblo Gitano sin gitanas ni gitanos), esta pomposa declaración institucional parece una burla, si no viene acompañada de responsabilidades y acciones por parte de los diferentes ministerios que ella detalla muy exhaustivamente en su artículo.
Por ahora, está sirviendo para que los distintos ayuntamientos y pueblos se apunten al carro de las declaraciones institucionales. En Lebrija, se ha inaugurado un monumento que conmemora el 600 aniversario. El Ayuntamiento INVITÓ a distintas organizaciones gitanas a que participaran en el acto.
En este podcast vamos a escuchar el discurso reivindicativo que hizo el presidente de la Asociación Cultural del Pueblo Gitano de Lebrija, nuestro compañero Manuel Carrasco.
Primero nos vamos a poner a gusto con la voz de El Chozas, un gitano de Lebrija que marcó un estilo y una época. Para terminar nuestro programa con sus personalísimas bulerías.