José Valencia en la Bienal de Flamenco de Sevilla_Con su verdad por delante

El cantaor lebrijano se acordó de todos los grandes que están y de los que no están, especialmente de su tío Manuel de Paula

Septiembre de 2024, una galera superviviente de Persecución del mismísimo Lebrijano encalla en Sevilla, en la XXIII Bienal de Flamenco. En una mesa rodeada de sillas de neas, uno de los capitanes generales del cante, José Valencia, descarga un cargamento sumamente enriquecedor de los misterios del pueblo gitano con sonío a Lebrija.

Isla de la Cartuja, sobre las 8:30 h de la tarde. Lebrija como escaparate en la Bienal, y no solo por el intérprete, sino por lo que hizo y lo que derramó. Descendiente de tío José de Paula, de Juanichi el Manijero, del Borrico y de Parrilla; bisnieto de la “Juanicha”, nieto de Juana la “Mantequera” y Remolino por su padre, que desde uno de los balcones del cielo se encaramó en la cumbre del disfrute como los asistentes que llenaron el pabellón sevillano. José Valencia: “todo es Lebrija” y desde Lebrija para el planeta terrestre.

Para abrir una puerta de estimación y valoración de lo ocurrido el pasado jueves 26 septiembre hay que echar mano de la cumbre del gozo de la gran llamarada de los asistentes, llenazo y muy a gusto que nos fuimos. Y dejo abierta la puerta con la nota máxima a José.

José Valencia se presentó en el espectáculo “Estudio sobre los cantes de Lebrija” con un repertorio con su verdad por delante. No hay disfraz de lo comercial, sino la herencia de la inmortalidad de su pueblo errante. El pañuelo de su chaqueta era su testimonio. Cuatro palmeros, dos guitarras (Juan Requena y Pedro María Peña), sillas de neas, la semblanza y una cantaora para cubrirnos de dones gitanos y latentes, Anabel Valencia, que hizo una ristra a compás por bulerías de cantes de gitanas de Lebrija, un matriarcado al que le debe la historia del flamenco.

Lo dijo un par de veces, que lo que cantaba era solo un poquito de lo que es Lebrija en el cante, con su sello propio del sonío negro de la lebrijanía gitana. Se acordó de todos los grandes que no están y de los que están, pero especialmente a su tío Manuel de Paula, su arca de riqueza la lleva siempre como carga.

Nos dejó un recital de lingotes de oro de seguiriyas y soleá al golpe, y de plata pura las alegrías, cantiñas y tangos. Perlas preciosas de aroma indiano de la toná. La versión de los romances de la Caracola y los tientos. La sangre dinástica de la gente de bronce la expresó mediante su golpe por bulerías del Chozas. Su quejío para que sus  niños gitanos no vayan a las galeras reales y como lazo para el colofón, el baile con buen metal de su tío Antonio, lo presentó como la pieza importantísima en su carrera profesional y personal.

Escribir de José no es fácil, porque es escribir sobre los grandes, porque es Capitán General, porque es el Papa del flamenco cuando se lo pusieron, porque es cabeza de cartel donde vaya y no escribir que bonito y que bien lo hace, sino cómo lo hace y lo que derrama para ser y para llegar donde está.

Tiene una verdad como el palo cortao de González Palacios, como las neas de una silla o las tablitas de un soberao. Serás historia flamenca de nuestra tierra porque eres ese pájaro gitano que vuela por el globo y sabiendo expresarse como nadie mediante el cante, mediante el lenguaje del flamenco. La lebrijania gitana del Capitán General del flamenco, José Valencia, ¡¡qué mejor Giraldillo para ti, hermosa Giralda!!

Fotografías cedidas por la Bienal de Flamenco

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Estudio sobre los cantes de Lebrija de José Valencia_Bienal 2024@Foto Laura León

 

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Estudio sobre los cantes de Lebrija de José Valencia_Bienal 2024@Foto Laura León

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Estudio sobre los cantes de Lebrija de José Valencia_Bienal 2024@Foto Laura León

Otras fotografías 

ENCUENTROS DIALOGADOS La mirada romaní sobre el flamenco. Del objeto al sujeto

Factoría Cultural invita a la ilustradora Claudia Gr Moneo, José Vega de los Reyes (Fakali) y el antropólogo Iván Periáñez

Factoría Cultural propone, en el marco de la exposición de Ramón Amaya. Objetivo Flamenco, un encuentro dialogado sobre temas en los que la mirada gitana es la predominante. Este segundo encuentro tiene como tema LA MIRADA ROMANÍ SOBRE EL FLAMENCO y asisten como invitados:

- La diseñadora e ilustradora de Jerez de la Frontera, Claudia GR Moneo.

- El trabajador social en Fakali y manijero en los medios de comunicación y redes sociales, José Vega de los Reyes.

- El antropólogo y profesor en la Universidad de Sevilla, Iván Periáñez, que ejerce como moderador.

Reproducimos aquí el diálogo completo que dio para mucho, gentileza de José Vega de los Reyes.

 

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Encuentros dialogados en Factoría Cultural_La mirada romaní sobre le flamenco

El eco profundo e insondable de Juan Bacán en el Allegro Ma Non Troppo

El cantaor se acompaña de la guitarra de Antonio Moya en un recital escueto pero bien dispuesto de los cantes de Lebrija

Comenzar el recital con una ristra de letritas por soleá a nudillo, sobre una mesa improvisada en el local situado en la calle Parras de Sevilla, es cuanto menos interesante. El eco profundo, y aún así, insondable de Juan Bacán se concentra en el cuarto de aforo reducido del Allegro Ma Non Troppo.

Para continuar por fandangos marca de la casa. La casa es la de los Pinini, entre Lebrija y Utrera. Y a más atinar, la de los Bacán. Que en esta Bienal ha puesto bandera en el patio de los Reales Alcázares donde dio un recital memorable su hermana Inés. La primera tanda por bulerías, más normales, si se le puede llamar así a este ritmo acompasado imposible de reproducir desde el punto de vista folclórico y occidental. Toda esta primera parte precedida por una creación todavía en proceso de la guitarra de Antonio Moya.

La segunda parte más contundente. Las entradas de Antonio Moya dignas de concierto, largas, deleitándose. Respeto entre los artistas. La soleá viene ahora acompañada de las cuerdas y se identifica con Lebrija. El padre de Juan, Bastián Bacán, supo recoger y hacer su propio estilo de cante. La seguiriya de Juan suena a añejo. Cierra los ojos y se evade. El público es consciente de que este tipo de recitales no está en la programación oficinal de la Bienal. Solo para aquellos que sepan apreciar el cante gitano, el origen, la esencia.

La última parte por bulerías de Lebrija es pura improvisación, memorable. Su sobrino Bastián Bacán se suma a las palmas. El recuerdo de su hermano Pedro está en el ambiente. Hay baile espontáneo y se termina muy arriba, dignos de una herencia que se ha transmitido de generación en generación. Una sabiduría adquirida expuesta a paladares exigentes.

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Juan Bacán en el Allegro Ma Non Troppo acompañado de la guitarra de Antonio Moya_septiembre 2024




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Juan Bacán en el Allegro Ma Non Troppo acompañado de la guitarra de Antonio Moya_septiembre 2024


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Juan Bacán en el Allegro Ma Non Troppo acompañado de la guitarra de Antonio Moya_septiembre 2024


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Juan Bacán en el Allegro Ma Non Troppo acompañado de la guitarra de Antonio Moya_septiembre 2024


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Juan Bacán en el Allegro Ma Non Troppo acompañado de la guitarra de Antonio Moya_septiembre 2024