OPRE ROMA ¡que vivan los gitanos y gitanas de Lebrija!

Lebrija dedica una glorieta al Pueblo Gitano con motivo del 600 Aniversario de su llegada a la Península Ibérica

Lo ha declarado del Gobierno de la Nación: el 2025 será el Año del Pueblo Gitano para conmemorar el 600 Aniversario de su llegada a España. Y los Ayuntamientos se están haciendo eco. En Lebrija, el Ayuntamiento ha dedicado una glorieta (la situada a las puertas de la nueva estación de autobuses y de la barriada de Juan Bernabé) al Pueblo Gitano porque como defendió el alcalde Pepe Barroso, “Lebrija se identifica con los gitanos, los gitanos son parte de Lebrija, y esta rueda en esta glorieta simboliza la unión de nuestra ciudad con el Pueblo Gitano”.

El acto conmemorativo contó con la presencia de varias asociaciones, hermandades y colectivos en representación del pueblo gitano, así como bastantes artistas flamencos de Lebrija, y vecinos y vecinas de la zona. A todos los discursos les siguió un grito común: ¡Opre Roma! (que vivan los gitanos).

El presidente de la Asociación del Pueblo Gitano de Lebrija, Manuel Carrasco, se mostró orgulloso de que podamos decir sin dudarlo que “Lebrija hace casi seis siglos lleva raíz gitana”. La cultura gitana es muy simbólica, frente a otras culturas más materialistas, por lo que “no solo estamos inaugurando un monumento, esto es reconocer nuestra propia identidad, recuperar parte de nuestra historia y decir en voz alta que Lebrija es gitana”.

La representante de la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas, Zamara Aguilera, reconoció que Lebrija “está identificada con la cultura gitana” y se refirió a los pasos dados “en el largo camino hacia la igualdad”. También habló en nombre del Secretariado Gitano, Gonzalo Montaño, que reivindicó medidas especiales como “una ley integral para el pueblo gitano” y se refirió al 600 Aniversario como “seis siglos marcados por persecuciones y odio, en los que Lebrija es un ejemplo histórico de convivencia”.

También estuvieron en el acto el representante del Instituto de Cultura Gitana, José Torres, que pidió que la historia de los gitanos “se conozca en los colegios”; el delegado diocesano de la Pastoral Gitana, Plácido Díaz Vázquez; la representante de la Fundación Secretariado Gitano, Tamara Carrasco; y los representantes de las Hermandades de los Gitanos de Lebrija, Utrera, Sevilla y Écija.

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600 Aniversario de la llegada del Pueblo Gitano a la Península Ibérica en Lebrija

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600 Aniversario de la llegada del Pueblo Gitano a la Península Ibérica en Lebrija

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600 Aniversario de la llegada del Pueblo Gitano a la Península Ibérica en Lebrija




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600 Aniversario de la llegada del Pueblo Gitano a la Península Ibérica en Lebrija

MANUEL DE PAULA, el obrero del cante gitano andaluz

Alguien del público respondió con un “ole” a la unanimidad tras la votación de todos los grupos políticos en el Pleno Municipal

El cantaor lebrijano Manuel de Paula ha sido nombrado, por unanimidad de todos los grupos políticos representados en el Pleno Municipal, Hijo predilecto de la Ciudad de Lebrija. El reconocimiento, encabezado por el alcalde Pepe Barroso, tuvo lugar el miércoles 29 de enero, en un acto muy emotivo en el que Manuel de Paula se mostró agradecido y emocionado rodeado de su mujer, familia, artistas y aficionados al flamenco.

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Manuel de Paula, Hijo Predilecto de Lebrija_enero de 2025

Gonzalo Busto de Izquierda Unida fue el primero en intervenir, destacando de Manuel de Paula “su compromiso y modernidad”. No solo es un buen cantaor y artista, sino “un estudioso del cante gitano y una enciclopedia en vida, maestro de maestros y de futuros maestros” y aprovecho para reivindicar al equipo de gobierno “más ayudas para los jóvenes que están empezando” en el mundo del arte flamenco.

También Montserrat Guerrero, concejala del Partido Popular, intervino destacando de Manuel de Paula “su profundo respeto por la tradición, poniendo en valor sus raíces y teniendo siempre a la familia como fuente inagotable de conocimiento”.

El delegado de Cultura y concejal del Partido Socialista, Pepe Martínez, se refirió a “la flamenquería” de Manuel de Paula y destacó su capacidad para “mirarse en el espejo de la memoria”. El alcalde Pepe Barroso se sumó a las felicitaciones en nombre del pueblo de Lebrija y anunció un acto solemne en el Teatro Municipal de reconocimiento como Hijo predilecto a Manuel de Paula.

El encargado de glosar los méritos y experiencias del cantaor lebrijano fue el presidente de la Asociación del Pueblo Gitano de Lebrija, Manuel Carrasco, que lo hizo desde la emoción y la gitanería, destacando los orígenes familiares y lebrijanos de Manuel de Paula: “desde muy pequeño cantaba en las reuniones que se formaban en cortijos y gañanías, era muy sentío, cantaba y se liaba a llorar”, contó entre múltiples referencias a la vida y las fuentes del cantaor: “con trece años rompió a cantar, y su grito de su sangre en la caseta de Feria de los Gitanos de aquel tiempo”.

“Yo soy hijo de tu hija Ana, la que me ha enseñao a mí cositas que tú cantabas”, le dedicó Manuel de Paula por bulerías a su abuela La Rumbilla. Manuel Carrasco fue nombrando la discografía del cantaor lebrijano, entre otros méritos de su carrera. El cante grande de un niño gitano, Fiesta Gitana, Campo Joven… “la raíz más oscura de la rama negra del cante, así canta Manuel de Paula en Azabache“, Manuel Justicia, “Lebrija y más Lebrija” y las obras de teatro y su forma de cantar: “la riqueza musical del legado de Manuel de Paula, el llanto de su voz desnuda y llena de libertad, el grito de su sangre, su expresión nos arrastra más adentro y hacia la última habitación donde duerme el duende”.

Ramón Vargas se acercó más a sus datos familiares. “Nació en el seno de una familia gitana, su padre Manuel Valencia, el Caneco; su madre Ana, hija de José el Canario y de Ana La Rumbilla”. Se refirió a aquellos años 50 de penumbra y de mucha hambre y miseria. “Los niños de aquella época no podíamos ir al colegio, íbamos a trabajar al campo. Éramos niños jornaleros. Manuel fue niño yuntero, trabajó en los campos de Lebrija, jerez y El Puerto y en las gañanías escuchó a los gitanos y gitanas que portaban los cantes puros de Lebrija”.

Manuel de Paula recopiló todos esos cantes, los estudió y los llevó a Andalucía, España y el mundo: “ha abanderado los cantes puros de Lebrija, con mucha sabiduría y gitanería, por eso se merecía que este excelentísimo Ayuntamiento le abriera las puertas como hijo predilecto”.

En el acto estuvieron presentes arropando al cantaor su familia más cercana, así como otros artistas lebrijanos como José Valencia y Anabel Valencia, además de Luis Carrasco y Malena Carrasco. También representantes de instituciones y miembros de la comisión organizadora de la Caracolá Lebrijana.

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Manuel de Paula, Hijo Predilecto de Lebrija_enero de 2025


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Manuel de Paula, Hijo Predilecto de Lebrija_enero de 2025


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Manuel de Paula, Hijo Predilecto de Lebrija_enero de 2025


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Manuel de Paula, Hijo Predilecto de Lebrija_enero de 2025




El mundo de colores de Silvia Agüero

La actriz, dramaturga, escritora y comunicadora rescata recuerdos y devuelve el protagonismo a las gitanas de su vida

La activista y comunicadora Silvia Agüero colorea sus recuerdos en su último libro, A las gitanas de mi vida, para construir el futuro. Desde el presente. A eso se dedica, sirviéndose del teatro, de la escritura o de la radio. Le pone color a sus recuerdos para hacer un mundo mejor. Ha cogido un puñado de fotografías antiguas y las ha coloreado, sobre todo de rojo, que es el color con el que visten las gitanas (lo ha aprendido de su hija). O de cualquier otro color. Principalmente de azul y de verde, el color del cielo y de la tierra, los colores de la bandera gitana.

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A las gitanas de mi vida, de Silvia Agüero_La Parcería Edita, 2024

A las gitanas de mi vida, de Silvia Agüero.
Prólogo de Nicolás Jiménez.
La Parcería Edita, 2024.
Fotografías de archivo del Museo Nacional de Arte de Cataluña, con la intervención de Silvia Agüero.

 

Salpicados de términos romaníes, Silvia Agüero rescata recuerdos que forman parte de la vida cotidiana y, por eso, política. Con los hombres de su vida, se ríe de estas situaciones comunes, corrientes, porque la felicidad es eso. Y aprende de las mujeres de su vida, gitanas que le han enseñado a distinguir las cosas importantes, como los macarrones estofaos de su abuela, que le hablan de su procedencia, de sus orígenes y de la lucha de las mujeres gitanas por sobrevivir en un mundo hostil.

Silvia Agüero se dedica, a lo largo de su vida personal y profesional, a destruir prejuicios. Convencida de que cuanto más se conoce a las personas romís (gitanos) más se les quiere. El pueblo gitano carga con una imagen exótica impuesta, que se desmonta a base de historias comunes que devuelven el protagonismo a “mis tías y a las tías de mis abuelas”, “para que vuelvan a ser sujetos y no meros objetos exóticos captadas por la mirada turbia de un extraño”.

Por eso la máxima de esta pareja activista que forman Silvia Agüero y Nicolás Jiménez, es: “leed a los gitanos, escuchad y preguntad a los gitanos, visitad exposiciones de artistas gitanos”. Como dicen ellos mismos, “el futuro no será todo lo bueno que deseamos”, pero al menos tendrá los colores de Silvia Agüero.

Y además, nos nombra ¡a Lebrija!

Escaleritas de vidrio
por unas sube mi pena
por otras baja mi alivio

Silvia Agüero también rescata letras y letritas de los cantes que le gustan. Así que nosotras añadimos una de nuestras letritas preferidas, que se canta por soleá en los cantes de Lebrija. En uno de los capítulos del libro, el que habla de “La sinestesia de las gitanas”, nombra a artistas lebrijanas como Inés Bacán y Anabel Valencia.

Porque la sinestesia la hemos entendido. Una cosa te lleva a la otra. Hay cosas y personas que te llevan a otras personas y situaciones; sentimientos relacionados a través de personas de entrada diferentes. Por eso, un vino te puede evocar un tipo de cante determinado, de eso sabemos por estas tierras. Silvia ha visitado Jerez y se ha relacionado con artistas como La Macanita o Tía Juana la del Pipa. Por eso, “cuando veo a La Paquera de Jerez, que en Gloria esté, la casa me huele a puchero de arroz con habichuelas y cardillos”.

Lebrija la conoce menos (todo tiene remedio). Y gracias a LebrijaFlamenca ha escuchado a Inés Bacán “y la escucho y pienso, sin conocerla, que haríamos buenas migas”.

Y lo mismo le ha pasado con Anabel Valencia, con quien ha compartido conversación telefónica sin haberse visto nunca. “¡Con lo que me gustan a mí sus vestíos!”, dice Silvia. “Sobre todo uno que llevó en la Caracolá de Lebrija, que la grabaron el Pedro y la Araceli y me lo mandaron por WhatsApp.