Un Dios que entiende de duquelas

El investigador y escritor José Vega de los Reyes presenta en Lebrija su libro El Dios de los Gitanos (yunque, clavo y alcayata)

La religiosidad popular andaluza adquiere rostro gitano, especialmente en fechas tan señaladas como la Semana Santa. El investigador y escritor José Vega de los Reyes ha escrito un libro en el que explora el lado más inmaterial de la identidad gitana andaluza y profundiza en la especial manera de los gitanos de dirigirse a un Dios, que se reza desde lo colectivo, desde lo familiar, y que entiende de duquelas.

Presentación del escritor José Vega y su libro El Dios de los Gitanos, a cargo de Araceli Pardal de LebrijaFlamenca.com:

Buenos días, quiero agradecer la presencia aquí de todos vosotros y vosotras que os habéis sentido interesados por la llegada a Lebrija hoy de este libro. Al Ayuntamiento por la acogida como siempre en su casa, en la Casa de la Cultura que es de todos, y a las instituciones gitanas de Lebrija, que se han implicado y nos han acompañado, a Lebrija Flamenca, para que José Vega de los Reyes esté hoy en Lebrija.

A la Asociación Cultural del Pueblo Gitano, por la cantidad de actividades que poco a poco se van haciendo para hacer más visible y valorar y reivindicar la cultura gitana en nuestro pueblo, y a la Hermandad de los Gitanos, por su amabilidad y su interés, y porque hoy esto va de ellos, va de vosotros y vosotras y de mucho más.

Porque este libro habla de la religiosidad popular del pueblo andaluz que está impregnada de esa forma particular que tiene el pueblo gitano de expresar también sus creencias y de la parte más intangible o más espiritual de la cultura y de la identidad gitana.

Sobre José Vega de los Reyes

José Vega de los Reyes es diplomado en Trabajo Social por la UPO. Trabaja en la asociación Fakali, encargado del departamento de promoción cultural romaní. Es un activista gitano, muy activo en redes sociales, colabora en el programa de radio de Camelamos Naquerar en Canal Sur Radio y en otros medios de comunicación. Es escritor, divulgador e investigador.

Pero es sobre todo un amigo. Está emparentado con Lebrija, y no hay más que ver la de veces que nombra a Lebrija en su libro. Pero además es familia directa de nuestro querido Ramón Amaya, por lo que hemos coincidido en bastantes convivencias y acontecimientos culturales y familiares.

José Vega de los Reyes es en definitiva la persona que recomendamos leer y escuchar, cuando decimos una de nuestras máximas vitales, si queréis saber de los gitanos, escuchad a los gitanos, que es la mejor forma de combatir el antigitanismo y de acabar con tantos prejuicios que todavía hay en nuestra sociedad. Porque parece mentira, pero él mismo lo dice en su libro: son muchos los que hablan de nosotros sin habernos preguntado.

Afortunadamente, cada vez son más los gitanos y gitanas que reflexionan, como José, sobre su entorno, sobre sus identidades y su propia diversidad dentro de la comunidad gitana en Andalucía y en España y en el mundo.

 Sobre El Dios de los Gitanos

Quiero decir muy poco sobre el libro, para dejarle a él que os cuente, pero quiero decir también lo fundamental. Tiene una primera parte que habla de la historia del pueblo gitano, que no es otra que la de las persecuciones y calamidades que se han hecho desde el poder contra el pueblo gitano.

Y una parte también que habla de la influencia de la cultura gitana en la conformación de la identidad andaluza, y no solo en el flamenco, sino en la gastronomía, los oficios, el idioma, la música (clásica), los acontecimientos culturales y fiestas andaluzas, los trajes tradicionales y creencias, que es la manera de dirigirse a undivé de los gitanos andaluces, y por supuesto, de los gitanos de Lebrija.

Y así se adentra José Vega de lleno en el tema de la espiritualidad del pueblo gitano, como parte indispensable de su identidad. Tema que quizás se haya tratado muy poco, y mucho menos pensado, investigado, estudiado desde el punto de vista de un investigador gitano.

Un punto de vista del flamenco, por ejemplo, que me ha abierto muchas claves. Cuando dice que el cante gitano “adquiere un principio de espiritualidad que conecta lo que se expresa con las vivencias” que es lo que le da “el clima emocional que traspasa lo entendible”.

Ni que decir tiene que José es conocedor del flamenco de Lebrija y nombra, en su libro, a artistas como El Lebrijano o Curro Malena, que además fue fundador y Hermano Mayor de la Hermandad de los Gitanos de Lebrija.

También analiza muchas fiestas populares andaluzas, que se entienden mejor si vemos esa influencia de la religiosidad del pueblo gitano en sus ritos y en sus expresiones. Unas, de forma más evidente, y otras cuya influencia descubrimos en las páginas del libro.

Legado gitano en la Semana Santa

Y se centra en la Semana Santa, y hace un recorrido interesante sobre las Hermandades gitanas como lugares de resistencia, de solidaridad y de ayuda. Espacios religiosos que dan respuesta también a cuestiones políticas, sociales y culturales, espacios de representación étnica, también familiar y espiritual.

Lebrija puede sentirse orgullosa en este sentido, ya que la Hermandad de los Gitanos tiene un alto valor representativo del pueblo gitano y su Semana Santa tiene un día destacado que es el Miércoles Santo, el día de los gitanos.

El recorrido que hace por las Hermandades gitanas tiene muy presente a Lebrija y es curioso leerlo así, de forma cronológica pero en paralelo a otros municipios también muy destacados como pueden ser por supuesto Sevilla, Écija, Arcos, Jerez, Utrera, Cabra, Ronda o Córdoba.

José Vega relata la conformación de las primeras hermandades gitanas, o el germen de ellas, allá por los siglos XV y XVI. Y cuenta cómo en Lebrija, en el siglo XVIII se recogió dinero para un primer retablo para el Cristo del Ecce Homo. También como a finales del siglo XIX, los gitanos procesionaban en el Domingo de Ramos y la capilla se situaba en el Patio de los Naranjos de la Parroquia. La guerra civil irrumpe y condiciona la Semana Santa por igual en toda la geografía andaluza, y en Lebrija, los gitanos celebran una procesión extraordinaria superada la guerra en el año 1941.

Ya a partir de los años 60, José Vega se refiere a los acontecimientos más recientes como son la reorganización de la Hermandad, la procesión con capas, la restauración del Cristo, la pertenencia al templo de Belén, o incluso la llegada de la Virgen del Mayor Dolor, y todo lo que eso conlleva de creencias y cultos en el patrimonio de la hermandad de los gitanos y de la semana santa Lebrijana en general.

Y como José Vega es un investigador, todos estos datos los saca de una cantidad ingente de entrevistas que ha ido realizando a lo largo de cinco años, y entre las que cobra bastante importancia la que le hizo a Juan José Vargas, que aparece bien referenciado en el libro, así como sus principales contribuciones a la hermandad, los festivales benéficos, el paso de palio de la Virgen o la actual casa hermandad entre otras cosas.

El libro relata un montón de Historias de Vida, que es una manera de adentrarse en el saber popular de los gitanos andaluces, y destaca al matrimonio formado por Francisco Carrasco el Paula y María Valencia, que regentaron el Uno de San Román durante tantos años, un pedacito de Lebrija en la Semana Santa de Sevilla

Y destaca también a José Valencia, como saetero importante no solo en Lebrija y ante las imágenes gitanas, sino también ante el Gran Poder o la Macarena, y su especial relación con la Hermandad de los Gitanos habiendo sido pregonero como ya sabemos el año pasado en Lebrija.

Identidad y espiritualidad del Pueblo Gitano

No me quiero alargar más, porque es mejor que os hable él mismo, y porque el libro llega a un apartado sobre identidad y espiritualidad del Pueblo Gitano que es difícil de explicar, como no sea desde la propia vivencia o desde la propia práctica, o desde el trabajo de prospección que hace este joven investigador y que recomiendo encarecidamente.

Es un libro muy interesante para los gitanos y para los no gitanos, para todas aquellas personas que queremos aprender de la diversidad y que creemos en un mundo mejor cuando suma, y no cuando excluye. Y es un libro también para creyentes y para no creyentes. Me gusta esa expresión que utiliza bastante José Vega, que habla de sentir y de rezar, al mismo tiempo.

Me dejo muchos temas en el tintero. Quiero terminar con una creencia hindú que conecta con los ancestros del Pueblo Gitano y que nos puede dar esperanza en estos momentos crudos que vivimos y que dice que EL MUNDO ES UNA GRAN FAMILIA. Bienvenido a esta familia lebrijana, José Vega de los Reyes.

Álbum de fotos de la presentación del libro

El flamenco y la radio unidos por la pasión

El comunicador Ildefonso Vergara presenta en Lebrija su libro Cien Años de Flamenco y Radio (Universidad de Sevilla)

Solamente hay una manera de acercarse al flamenco y de dedicarse a la radio, con pasión. El licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Sevilla, Ildefonso Vergara, ha presentado en Lebrija el libro en el que investiga históricamente la relación estrecha entre, según sus palabras, “mis dos pasiones”: Cien Años de Flamenco y Radio (ed US).

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Presentación del libro Cien Años de Flamenco y Radio de Ildefonso Vergara

Un acto entre colegas, celebrado en la Casa de la Cultura, presidido por el delegado municipal de Cultura, Pepe Martínez, y organizado por el Ateneo lebrijano Nebrisense. Entre colegas porque la compañera del autor del libro en la Cadena SER, Tere Peña, hizo las presentaciones, y entre el público estaban miembros de la emisora de Radio Lebrija, pionera y destacada en Andalucía por su tratamiento y cobertura de los temas flamencos.

El libro, con más de mil páginas, es un arduo trabajo de documentación construido a partir de su tesis doctoral sobre el flamenco y la radio. El estudio se remonta a los inicios del siglo XX, cuando ni siquiera había emisoras y aparecieron los primeros aparatos de radio o telefonía sin hilo, para dar paso en los años 20 y 30 a las primeras emisoras como Radio América. “El flamenco forma parte de la radio desde sus inicios”, asegura Vergara, y acompaña su charla con diapositivas en las que aparecen los grandes poetas de la época que frecuentaban las emisoras, como los hermanos Machado y Lorca.

Tras el parón del golpe de Estado y de la Guerra Civil, la radio de los años 40 y 50 sirve como plataforma de los grandes artistas que empezaban, como Rocío Jurado o Los del Río. La foto en este caso es de un Camarón niño, con auriculares, en un estudio de radio. Después en los años 70 vienen las tertulias radiofónicas, como la de Radio Sevilla que ilustra la portada del libro, con Antonio Mairena como protagonista.

Ildefonso Vergara repasa en su libro los principales programas de flamenco de distintas emisoras, y nombra a los periodistas que se convirtieron en grandes divulgadores y conocedores de este arte universal. Nace así la radio especializada en flamenco. Miguel Acal en La Voz del Guadalquivir es una muestra significativa de ello, dirigiendo durante más de 40 años un programa con grandes audiencias.

En el año 82 nace Radio Lebrija, que incluye el flamenco en su programación desde el principio hasta nuestros días. En las fotografías aparecen los dos principales locutores, Paco Jiménez y Manuel Zarzuela, presentes en la sala.

Más tarde aparecen las emisoras flamencas temáticas, y programas dirigidos a la gente joven como el de Gomaespuma. Ildefonso Vergara da especial atención a Canal Sur Radio, por su profesionalidad y su exquisito trato al flamenco, y al periodista recientemente jubilado Manuel Curao. Así como a su compañera en la Cadena Ser, Tere Peña y su programa de flamenco Temple y Pureza.

Tras diseccionar las experiencias andaluzas, el libro hace un recorrido por otras muchas comunidades autónomas, y termina con un capítulo dedicado a algunas experiencias radiofónicas con el flamenco en el extranjero.

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Presentación del libro Cien Años de Flamenco y Radio de Ildefonso Vergara

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Presentación del libro Cien Años de Flamenco y Radio de Ildefonso Vergara


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Presentación del libro Cien Años de Flamenco y Radio de Ildefonso Vergara

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Presentación del libro Cien Años de Flamenco y Radio de Ildefonso Vergara

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Presentación del libro Cien Años de Flamenco y Radio de Ildefonso Vergara

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Presentación del libro Cien Años de Flamenco y Radio de Ildefonso Vergara

El mundo de colores de Silvia Agüero

La actriz, dramaturga, escritora y comunicadora rescata recuerdos y devuelve el protagonismo a las gitanas de su vida

La activista y comunicadora Silvia Agüero colorea sus recuerdos en su último libro, A las gitanas de mi vida, para construir el futuro. Desde el presente. A eso se dedica, sirviéndose del teatro, de la escritura o de la radio. Le pone color a sus recuerdos para hacer un mundo mejor. Ha cogido un puñado de fotografías antiguas y las ha coloreado, sobre todo de rojo, que es el color con el que visten las gitanas (lo ha aprendido de su hija). O de cualquier otro color. Principalmente de azul y de verde, el color del cielo y de la tierra, los colores de la bandera gitana.

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A las gitanas de mi vida, de Silvia Agüero_La Parcería Edita, 2024

A las gitanas de mi vida, de Silvia Agüero.
Prólogo de Nicolás Jiménez.
La Parcería Edita, 2024.
Fotografías de archivo del Museo Nacional de Arte de Cataluña, con la intervención de Silvia Agüero.

 

Salpicados de términos romaníes, Silvia Agüero rescata recuerdos que forman parte de la vida cotidiana y, por eso, política. Con los hombres de su vida, se ríe de estas situaciones comunes, corrientes, porque la felicidad es eso. Y aprende de las mujeres de su vida, gitanas que le han enseñado a distinguir las cosas importantes, como los macarrones estofaos de su abuela, que le hablan de su procedencia, de sus orígenes y de la lucha de las mujeres gitanas por sobrevivir en un mundo hostil.

Silvia Agüero se dedica, a lo largo de su vida personal y profesional, a destruir prejuicios. Convencida de que cuanto más se conoce a las personas romís (gitanos) más se les quiere. El pueblo gitano carga con una imagen exótica impuesta, que se desmonta a base de historias comunes que devuelven el protagonismo a “mis tías y a las tías de mis abuelas”, “para que vuelvan a ser sujetos y no meros objetos exóticos captadas por la mirada turbia de un extraño”.

Por eso la máxima de esta pareja activista que forman Silvia Agüero y Nicolás Jiménez, es: “leed a los gitanos, escuchad y preguntad a los gitanos, visitad exposiciones de artistas gitanos”. Como dicen ellos mismos, “el futuro no será todo lo bueno que deseamos”, pero al menos tendrá los colores de Silvia Agüero.

Y además, nos nombra ¡a Lebrija!

Escaleritas de vidrio
por unas sube mi pena
por otras baja mi alivio

Silvia Agüero también rescata letras y letritas de los cantes que le gustan. Así que nosotras añadimos una de nuestras letritas preferidas, que se canta por soleá en los cantes de Lebrija. En uno de los capítulos del libro, el que habla de “La sinestesia de las gitanas”, nombra a artistas lebrijanas como Inés Bacán y Anabel Valencia.

Porque la sinestesia la hemos entendido. Una cosa te lleva a la otra. Hay cosas y personas que te llevan a otras personas y situaciones; sentimientos relacionados a través de personas de entrada diferentes. Por eso, un vino te puede evocar un tipo de cante determinado, de eso sabemos por estas tierras. Silvia ha visitado Jerez y se ha relacionado con artistas como La Macanita o Tía Juana la del Pipa. Por eso, “cuando veo a La Paquera de Jerez, que en Gloria esté, la casa me huele a puchero de arroz con habichuelas y cardillos”.

Lebrija la conoce menos (todo tiene remedio). Y gracias a LebrijaFlamenca ha escuchado a Inés Bacán “y la escucho y pienso, sin conocerla, que haríamos buenas migas”.

Y lo mismo le ha pasado con Anabel Valencia, con quien ha compartido conversación telefónica sin haberse visto nunca. “¡Con lo que me gustan a mí sus vestíos!”, dice Silvia. “Sobre todo uno que llevó en la Caracolá de Lebrija, que la grabaron el Pedro y la Araceli y me lo mandaron por WhatsApp.