Sobre Araceli Pardal

Periodista. Vivo en Lebrija.

El mundo de colores de Silvia Agüero

La actriz, dramaturga, escritora y comunicadora rescata recuerdos y devuelve el protagonismo a las gitanas de su vida

La activista y comunicadora Silvia Agüero colorea sus recuerdos en su último libro, A las gitanas de mi vida, para construir el futuro. Desde el presente. A eso se dedica, sirviéndose del teatro, de la escritura o de la radio. Le pone color a sus recuerdos para hacer un mundo mejor. Ha cogido un puñado de fotografías antiguas y las ha coloreado, sobre todo de rojo, que es el color con el que visten las gitanas (lo ha aprendido de su hija). O de cualquier otro color. Principalmente de azul y de verde, el color del cielo y de la tierra, los colores de la bandera gitana.

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A las gitanas de mi vida, de Silvia Agüero_La Parcería Edita, 2024

A las gitanas de mi vida, de Silvia Agüero.
Prólogo de Nicolás Jiménez.
La Parcería Edita, 2024.
Fotografías de archivo del Museo Nacional de Arte de Cataluña, con la intervención de Silvia Agüero.

 

Salpicados de términos romaníes, Silvia Agüero rescata recuerdos que forman parte de la vida cotidiana y, por eso, política. Con los hombres de su vida, se ríe de estas situaciones comunes, corrientes, porque la felicidad es eso. Y aprende de las mujeres de su vida, gitanas que le han enseñado a distinguir las cosas importantes, como los macarrones estofaos de su abuela, que le hablan de su procedencia, de sus orígenes y de la lucha de las mujeres gitanas por sobrevivir en un mundo hostil.

Silvia Agüero se dedica, a lo largo de su vida personal y profesional, a destruir prejuicios. Convencida de que cuanto más se conoce a las personas romís (gitanos) más se les quiere. El pueblo gitano carga con una imagen exótica impuesta, que se desmonta a base de historias comunes que devuelven el protagonismo a “mis tías y a las tías de mis abuelas”, “para que vuelvan a ser sujetos y no meros objetos exóticos captadas por la mirada turbia de un extraño”.

Por eso la máxima de esta pareja activista que forman Silvia Agüero y Nicolás Jiménez, es: “leed a los gitanos, escuchad y preguntad a los gitanos, visitad exposiciones de artistas gitanos”. Como dicen ellos mismos, “el futuro no será todo lo bueno que deseamos”, pero al menos tendrá los colores de Silvia Agüero.

Y además, nos nombra ¡a Lebrija!

Escaleritas de vidrio
por unas sube mi pena
por otras baja mi alivio

Silvia Agüero también rescata letras y letritas de los cantes que le gustan. Así que nosotras añadimos una de nuestras letritas preferidas, que se canta por soleá en los cantes de Lebrija. En uno de los capítulos del libro, el que habla de “La sinestesia de las gitanas”, nombra a artistas lebrijanas como Inés Bacán y Anabel Valencia.

Porque la sinestesia la hemos entendido. Una cosa te lleva a la otra. Hay cosas y personas que te llevan a otras personas y situaciones; sentimientos relacionados a través de personas de entrada diferentes. Por eso, un vino te puede evocar un tipo de cante determinado, de eso sabemos por estas tierras. Silvia ha visitado Jerez y se ha relacionado con artistas como La Macanita o Tía Juana la del Pipa. Por eso, “cuando veo a La Paquera de Jerez, que en Gloria esté, la casa me huele a puchero de arroz con habichuelas y cardillos”.

Lebrija la conoce menos (todo tiene remedio). Y gracias a LebrijaFlamenca ha escuchado a Inés Bacán “y la escucho y pienso, sin conocerla, que haríamos buenas migas”.

Y lo mismo le ha pasado con Anabel Valencia, con quien ha compartido conversación telefónica sin haberse visto nunca. “¡Con lo que me gustan a mí sus vestíos!”, dice Silvia. “Sobre todo uno que llevó en la Caracolá de Lebrija, que la grabaron el Pedro y la Araceli y me lo mandaron por WhatsApp.

La XXXIV Yerbabuena Flamenca 2025 para el periodista Miguel Acal a título póstumo

Las Cabezas de San Juan vuelve a tirar de buen criterio y memoria para rendir homenaje al crítico flamenco

Flamenco

Apuntes de Miguel Acal

Las Cabezas de San Juan no se olvida de aquellas personas que la ayudaron a crecer. Concretamente, el Festival Flamenco de la Yerbabuena, que este año alcanza su 34 edición y  se celebra el viernes 4 de julio, rinde homenaje al periodista y crítico flamenco Miguel Acal Jiménez (a título póstumo), que formó parte del grupo de aficionados cabales que crearon el festival.

Según ha informado el Ayuntamiento de Las Cabezas, “este reconocimiento destaca su inigualable aportación al arte flamenco y completa el homenaje a los pioneros que impulsaron este prestigioso evento cultural.

Con este reconocimiento, el municipio rinde homenaje a uno de los principales impulsores del festival y a un crítico flamenco de gran renombre, desaparecido en el año 2002. Acal es el único miembro fundador del festival que aún no ha recibido este galardón. Este nombramiento completa el reconocimiento a todos los pioneros que, liderados por Pedro de Miguel y entre los que se encuentran los lebrijanos Juan y Pedro Peña Fernández, dotaron a Las Cabezas de un festival flamenco único, elevándolo a lo más alto del panorama cultural andaluz.

Miguel Acal nació en Granada y se crió en Bormujos, donde goza de gran reconocimiento. Destacó por su labor cultural desde mediados de los años 70, trabajando en medios como Radiocadena España y el periódico ABC de Sevilla. Su programa “Con Sabor Andaluz”, emitido en La Voz del Guadalquivir, se convirtió en un referente para los amantes del flamenco.

A lo largo de su carrera, Miguel Acal fue conocido por su compromiso con la tradición flamenca, lo que le valió tanto admiradores como detractores. Programas como “Con Sabor Andaluz” y “Café de los Flamencos”, por los que pasaron figuras legendarias del cante, el baile y el toque, consolidaron su reputación como crítico respetado e influyente.

Desde LebrijaFlamenca, desde la admiración y el respeto al crítico flamenco, estamos recuperando, poco a poco, parte de su trabajo, sobre todo en lo que se refiere a Lebrija. Son los APUNTES DE MIGUEL ACAL:

Apuntes de Miguel Acal (1): Inés Bacán o la necesidad vital de cantar

Apuntes de Miguel Acal (II): El Lebrijano y su vieja costumbre de la libertad

Homenaje a Antonio Peña Otero El Cuchara, un gitano de categoría

Grandes artistas, familia, instituciones y un público entregado rinden tributo a El Cuchara en el Teatro Municipal de Utrera

Sentado en su palco, rodeado de su inmensa familia, hijos, hijas, nietos, algún que otro bisnieto y los representantes institucionales, Antonio Peña Otero El Cuchara de Utrera agradece su homenaje, abre los brazos y jalea: “¡Olé Utrera!”. Y Utrera le corresponde: “Olé tú, Cuchara!”.

El plantel de artistas es importante. Muchos de ellos han compartido fiestas con El Cuchara. Aurora Vargas, José Mercé, Tomatito y Argentina encabezaban el cartel. Utrera abrió el escenario, predominando el cuplé por bulerías. Los más cercanos a El Cuchara, prácticamente familia: El Marquesito, Manuel de Angustias, Manuel Amaya y José de la Buena, acompañado de las guitarras de Pitín y Pitín Hijo.

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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025

Los Morancos animan el cotarro. Estos “gitanos de Ikea” con su pinta de suecos, tienen el alma morena y el compás en sus ocurrencias. No les falta la “pataíta” que bordan junto a la guitarra de Joselito Acedo, que repite en numerosas ocasiones sobre el escenario. Los alagos y palabras de admiración para El Cuchara vienen de parte de los directores de la Bienal de Flamenco de Sevilla, del ABC y del Instituto Andaluz de Flamenco.

Tras La Argentina, que interpreta por bulerías María de las Mercedes con sentimiento, cuatro puntales para la armadura más flamenca: José Valencia, Juan de la María, David el Galli y Rafael de Utrera. Comienzan al alimón y después se lucen cada uno por bulerías, cada uno con diferentes estilos y personalidades. Destaca el compás apoyado en las palmas del lebrijano Manuel Valencia y otros dos jóvenes de Utrera.

José Mercé es el único que encara la soleá y la seguiriya, con su fiel escudero Tomatito. por derecho y demostrando maestría. La fuerza festera y la gitanería viene de mano de Aurora Vargas que cautiva al personal por tangos y bulerías, con el acompañamiento de Miguel Salado.

El último cuadro es una mezcla de voces flamencas y arte acompasado. Un artista de porte como Miguel Ángel Heredia; el cantaor de postín Pechuguita, que protagonizó un mejor momento junto al baile de José Tomás de la Molía, y la jerezana Felipa del Moreno, todos acompañados de la guitarra de Pitín Hijo.

El Cuchara sorprende sobre el escenario. A su avanzada edad, no ha perdido la esencia de la fiesta. Abre los brazos y canta por bulerías. Se recoge, y continúa cantando. Alcanza la cima del espectáculo solamente con su improvisación, con la sorpresa. El arte es espontáneo y él lleva muchas fiestas a sus espaldas. Los artistas lo rodean con cariño y admiración. Gran noche para Utrera. Los homenajes en vida, sí señor.


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025_Los Morancos


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025_La Argentina


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025



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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025_José Mercé y Tomatito


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025_Aurora Vargas




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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025