El renacimiento del rock andaluz de la mano de Quentin Gas y Los Zíngaros

El lebrijano Quintín Vargas presenta su nuevo disco en la Sala Malandar de Sevilla acompañado de una gran banda

Quiero empezar esta crónica resumiendo en una frase lo vivido por LebrijaFlamenca.com en la sala Malandar de Sevilla en el concierto de Quentin Gas y Los Zíngaros: “Han renacido el rock gitano andaluz”. Digo renacido por que ya Triana utilizaba el cante gitano para la creación de su música, digo renacido porque además, Quentin Gas y Los Zíngaros nada tienen que ver con la música de Triana, digo renacido porque usa la raíz más primitiva del cante gitano para transformarlo en una música nueva, transformando el rock y convirtiéndolo en el nuevo rock andaluz del siglo XXI.

 

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Quentin Gas y Los Zíngaros en la Sala Malandar de Sevilla_foto de Antonio Pérez

Quentin Gas comienza su concierto introduciendo El sermón de la montaña, un romance de Juan Peña El Lebrijano del disco Palabra de Dios a un gitano. Comienza de esta manera la presentación de El mundo se quema, que además da titulo a su nuevo disco. A renglón seguido todo se transforma, uniendo tres caminos: flamenco, rock y psicodelia, introduciéndonos en su identidad gitano andaluza llena de ritmo, frescura y crítica en sus letras. Porque otra cosa que Quentin nos ofrece es una identidad musical nueva llena de poesía, crítica y lucha contra la injusticia.

Ya está bien de cantarle a los amores perdidos o al sexo, la cultura, la música, el arte sirve también como medio para acentuar ideas, luchar contra las injusticias y, sobre todo, hacer sentir que no estás loco en un mundo como el actual, que sí parece estar loco. Precisamente Quentin Gas con su música libre de ataduras nos sumerge en una libertad expresiva única haciendo que los sentidos florezcan.

Asistir a uno de sus conciertos es como que el alma resucita y te llena de energía positiva. Tenemos que destacar a su banda porque son como una unidad, desde la voz de Bego Salazar a la guitarra de Pablo Donoso. Ofrecen un concierto lleno de matices donde tu cuerpo no sabe estar quieto, donde las ganas de que nunca termine están presentes. Este concierto se cerró con el baile de Concha Vargas, la madre de Quintín, por martinetes, una diosa del baile para muchos de los presentes, que bailó con la música de la batería y las guitarras eléctricas.

Reportaje de fotos de Antonio Pérez para LebrijaFlamenca.com

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Quentin Gas y Los Zíngaros en la Sala Malandar de Sevilla_foto de Antonio Pérez


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Quentin Gas y Los Zíngaros en la Sala Malandar de Sevilla_foto de Antonio Pérez


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Quentin Gas y Los Zíngaros en la Sala Malandar de Sevilla_foto de Antonio Pérez


ANABEL VALENCIA en la Torres Macarena_La faraona del cante gitano

La cantaora lebrijana ofreció un gran recital junto a la guitarra de Curro Vargas y el compás de Juan Diego y Manuel Valencia

Si la Peña Flamenca Torres Macarena es un templo del cante en Sevilla, la cantaora Anabel Valencia se coronó en la noche del sábado 15 de febrero, como la faraona del cante gitano. La dama principal de la dinastía que la sustenta, la de las familias gitanas de Lebrija.

Anabel Valencia se mueve en un terreno difícil de conquistar. Sin embargo recorrió con soltura y poderío los principales palos del flamenco más jondo. En la primera parte, tientos, soleá apolá, malagueña y tangos: “ay amor, que se fue y no vino”. Y en la segunda, comenzó por seguiriyas, alegrías y fin de fiestas por bulerías, con la colaboración improvisada de la bailaora también de Lebrija Concha Vargas.

El equipo que la rodea es sólido y consistente. La guitarra de Curro Vargas que la acompaña y admira. Y el compás y jaleos de sus dos mosqueteros, Juan Diego Valencia y Manuel Valencia. No se pude decir de otra manera, los tres sobrados de compás.

Anabel Valencia no se deja sobornar por los nuevos tiempos. No se contamina ni se pervierte. El cante gitano es un arte grande que significa mucho más que una música. Respeto y conocimiento. En la Peña Torres Macarena se ganó la ovación del público, en varias ocasiones. Cuando el cante grande visita el templo los aficionados responden entusiasmados. Una noche para la historia.

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Peña Flamenca Torres Macarena, febrero 2025_Anabel Valencia y Curro Vargas



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Peña Flamenca Torres Macarena, febrero 2025_Anabel Valencia


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Peña Flamenca Torres Macarena, febrero 2025_Anabel Valencia y Curro Vargas


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Peña Flamenca Torres Macarena, febrero 2025_Anabel Valencia y Curro Vargas



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Peña Flamenca Torres Macarena, febrero 2025_Anabel Valencia y Curro Vargas



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Peña Flamenca Torres Macarena, febrero 2025_Anabel Valencia


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Peña Flamenca Torres Macarena, febrero 2025_Anabel Valencia_fin de fiestas con Concha Vargas

María Terremoto echa a volar con su último trabajo Manifiesto

La joven cantaora estrenó Manifiesto en el Teatro Villamarta arropada por compañeros, familia y público aficionado

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Foto cedida por Manifiesto de María Terremoto_Teatro Villamarta febrero 2025

“Me siento más fuerte que nunca y tengo ganas de echarme a volar”, con esta letrita por bulerías de su nuevo disco, María Terremoto se manifiesta al fin con voz propia. Su nuevo trabajo Manifiesto es un proceso catártico en el que la joven cantaora encuentra su camino: “Pasito a pasito, yo voy andando, las flores del camino, me van guiando”.

Pero encontrar este camino no ha sido fácil. La primera parte del espectáculo con el que María Terremoto escenifica su nuevo trabajo discográfico es una interpretación en penumbras de esta búsqueda. En el caso de María, porque el pasado aporta, pero también pesa. Con un magnífico traje negro, usa el velo y la luz cenital para cantarle a la muerte y a la soledad por romances, al desconcierto por peteneras, y a las dudas por soleá.

La muerte vino a mi casa / y toíto se lo llevó
me dejó solo a mi mare / mare de mi corazón.

Transitando todavía la senda del dolor, de la pena y del miedo, María Terremoto interpreta al teclado una canción popular que da paso a la voz de su padre Fernando Terremoto, dejando sin aliento al respetable. Y de la mano de su padre, pero con el firme propósito de no mirar atrás, da paso a una segunda parte del espectáculo mucho más luminosa.

El acompañamiento preciso llega de las cuerdas de Nono Jero, y las palmas confiadas de Juan Diego Valencia y Manuel de Cantarote, el compás por excelencia.

Con camisola blanca y descalza, inicia esta conciliación consigo misma con una tanda de verdiales y cantes de levante que la desinhiben sobre el escenario. El recuerdo de su padre llega ya desde la madurez, con la seguiriya, doliéndose sobre una tarima en alto y quejándose sin aliento. María Terremoto se siente cómoda en las alegrías, demostrando su capacidad de seguir adelante pese a las adversidades.

El espectáculo va in crescendo y María Terremoto pone en pie al público, que toca palmas con la rumbita que ha hecho popular en el video clip grabado en Las Tres Mil Viviendas de Sevilla. La coronación no podía venir de otra manera que por bulerías en Jerez. De negro, dejando constancia de juventud y memoria, María Terremoto finaliza su presentación que no ha sido otra cosa que una declaración de intenciones: “se acabaron mis fatigas, me solté de esas cadenas”, apuntando al futuro que se pinta cargado de alegrías y creatividad.

Reportaje de fotos cedido por la productora de Manifiesto

 

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Foto cedida por Manifiesto de María Terremoto_Teatro Villamarta febrero 2025

 

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Foto cedida por Manifiesto de María Terremoto_Teatro Villamarta febrero 2025

 

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Foto cedida por Manifiesto de María Terremoto_Teatro Villamarta febrero 2025

 

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Foto cedida por Manifiesto de María Terremoto_Teatro Villamarta febrero 2025

 

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Foto cedida por Manifiesto de María Terremoto_Teatro Villamarta febrero 2025