Sobre Pedro Carrasco

Aficionado a la escritura. 10 años en el programa Camelamos Naquerá de Radio Lebrija

El renacimiento del rock andaluz de la mano de Quentin Gas y Los Zíngaros

El lebrijano Quintín Vargas presenta su nuevo disco en la Sala Malandar de Sevilla acompañado de una gran banda

Quiero empezar esta crónica resumiendo en una frase lo vivido por LebrijaFlamenca.com en la sala Malandar de Sevilla en el concierto de Quentin Gas y Los Zíngaros: “Han renacido el rock gitano andaluz”. Digo renacido por que ya Triana utilizaba el cante gitano para la creación de su música, digo renacido porque además, Quentin Gas y Los Zíngaros nada tienen que ver con la música de Triana, digo renacido porque usa la raíz más primitiva del cante gitano para transformarlo en una música nueva, transformando el rock y convirtiéndolo en el nuevo rock andaluz del siglo XXI.

 

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Quentin Gas y Los Zíngaros en la Sala Malandar de Sevilla_foto de Antonio Pérez

Quentin Gas comienza su concierto introduciendo El sermón de la montaña, un romance de Juan Peña El Lebrijano del disco Palabra de Dios a un gitano. Comienza de esta manera la presentación de El mundo se quema, que además da titulo a su nuevo disco. A renglón seguido todo se transforma, uniendo tres caminos: flamenco, rock y psicodelia, introduciéndonos en su identidad gitano andaluza llena de ritmo, frescura y crítica en sus letras. Porque otra cosa que Quentin nos ofrece es una identidad musical nueva llena de poesía, crítica y lucha contra la injusticia.

Ya está bien de cantarle a los amores perdidos o al sexo, la cultura, la música, el arte sirve también como medio para acentuar ideas, luchar contra las injusticias y, sobre todo, hacer sentir que no estás loco en un mundo como el actual, que sí parece estar loco. Precisamente Quentin Gas con su música libre de ataduras nos sumerge en una libertad expresiva única haciendo que los sentidos florezcan.

Asistir a uno de sus conciertos es como que el alma resucita y te llena de energía positiva. Tenemos que destacar a su banda porque son como una unidad, desde la voz de Bego Salazar a la guitarra de Pablo Donoso. Ofrecen un concierto lleno de matices donde tu cuerpo no sabe estar quieto, donde las ganas de que nunca termine están presentes. Este concierto se cerró con el baile de Concha Vargas, la madre de Quintín, por martinetes, una diosa del baile para muchos de los presentes, que bailó con la música de la batería y las guitarras eléctricas.

Reportaje de fotos de Antonio Pérez para LebrijaFlamenca.com

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Quentin Gas y Los Zíngaros en la Sala Malandar de Sevilla_foto de Antonio Pérez


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Quentin Gas y Los Zíngaros en la Sala Malandar de Sevilla_foto de Antonio Pérez


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Quentin Gas y Los Zíngaros en la Sala Malandar de Sevilla_foto de Antonio Pérez


#LebrijaBienal Aurora Vargas y su portentosa personalidad (gitanería)

La cantaora sevillana triunfa en los Reales Alcázares con Pastora Galván y Antonio Reyes de artistas invitados

Aurora Vargas se presenta en esta Bienal de Flamenco de Sevilla 2024 con Mi Chacha Dolores, uno de sus tangos más conocidos y cantados por las y los gitanos, haciendo gala de su portentosa personalidad (gitanería) como cantaora.

El escenario se queda solo con las guitarra de Manuel Valencia y el violín de Bernardo Parrilla, que después de habernos entrado unas ganas locas de bailar, conducen nuestro estado de ánimo hasta la serenidad de nuestro cuerpo, como una transición que recorre las venas para desembocar en el compás de la soleá. Aurora se sienta en la silla serena y profunda. En sus letras recuerda la figura de su madre, que la hace profundizar aún más en sus adentros para darnos una explosión de cariño y fuerza que hace que su cante penetre tocando la fibra sensible del alma y poder así estremecer los sentimientos y provocar la inestabilidad del lagrimal ocular.

Después de la tormenta llega la calma, con la brisa marinera de Cádiz, con unas alegrías que hace que el público comience a balancearse disfrutando de ese ritmo fresco y suave que Aurora matiza, haciendo que el compás llegue y produzca las ganas de querer seguirlo desde nuestra sillas. Esa brisa atraca en Chiclana para que Antoni0 Reyes, junto a la guitarra de Miguel Salado, compartan una seguiriya.

Aurora Vargas vuelve a sentarse en la silla junto a Miguel Salado, para ofrecernos una seguiriya que hace que la riqueza de los metales de su voz y el trabajo del alma, se unan por el dolor de los pensamientos haciendo  brotar el quejío amargo de este cante.

La última parte del espectáculo lo inicia Pastora Galván y Antonio Reyes con la guitarra de Manuel Valencia. Pastora combina las posturas clásicas del toreo para contonearse con el compás que le ofrece Antonio Reyes, envolviendo cante y baile en una espiral delicada.

Aurora sale al escenario y empieza a cantarle a Pastora en los sentidos, a lo que Pastora responde introduciéndose en el cante de Aurora con todo su braceo, contorneo y zapateado. Contribuye a la unión del cante con el baile, esa forma donde es imposible distinguir qué canta quién o quién baila a quién. En pocas palabras, asistimos a una fiesta gitana donde el cante baila y el baile canta.

Fotografías cedidas por la Bienal de Flamenco de Sevilla

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AURORA VARGAS_Archivo fotográfico de La Bienal de Flamenco 2024_ @Laura León

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AURORA VARGAS_Archivo fotográfico de La Bienal de Flamenco 2024_ @Laura León

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AURORA VARGAS_Archivo fotográfico de La Bienal de Flamenco 2024_ @Laura León

NO SOY TU GITANA: un monólogo teatral en la lucha contra el racismo

La activista Silvia Agüero destruye los estereotipos de la mujer gitana y lucha contra el racismo valiéndose del teatro

No soy tu gitana es un monólogo de Silvia Agüero, que cuenta con la dirección de Nüll García y el trabajo actoral de Pamela Palenciano. También la consultoría y traducción al romanó de Nicolás Jiménez. Lleva en cartel desde mayo de este año 2022, representándose en el Teatro del Barrio, situado en el madrileño barrio de Lavapiés, con llenos absolutos y reprogramándose para los días 13, 14, 15 y 16 de octubre, por ahora.

La memoria colectiva de España, podríamos decir incluso que del mundo, sobre los gitanos y gitanas, en un 90% es falsa. Incluso la propia palabra gitano, que proviene de la creencia errónea de que éramos de Egipto. Y precisamente eso mismo cuenta la activista gitana Silvia Agüero en su monólogo: nuestra resistencia frente a los agravios recibidos por los mandatarios de cada época. Sobre todo la resistencia de las mujeres gitanas, contada a partir de heroínas del pueblo gitano y destruyendo todos los mitos construidos a través de las mentes de los hombres payos, principalmente.

Contado a grandes rasgos, los mandatarios intentaron ni más ni menos que acabar con la libertad absoluta que teníamos los gitanos. Y no me baso en en una idea romántica, me baso en una de las leyes que propugnaron los Reyes Católicos que decía: “Que todo gitano que esté vagando por el Reino en un plazo de 30 días debe asentarse a las órdenes de un noble; en caso contrario que le den 100 latigazos, y por la segunda vez que le corten las orejas y del Reino sean desterrados”.

Estando en la puerta del teatro no pude impedir escuchar una conversación ajena a mí, en la que una espectadora comentaba que Silvia no era gitana. Y nada más empezar la función fue corregida por la propia Silvia: “Soy gitana”. El escenario vestido con tendederos escenificando un momento cotidiano de la vida diaria, la actriz vestida con una bata de estar por casa. Desde el principio de la obra la comunicación con el público es total, como si fuéramos vecinas teniendo una conversación, aunque esta conversación no es típica ni banal.

La obra cuenta momentos del pueblo gitano muy trágicos, aunque ella lo hace con mucho humor en la mayor parte del monólogo. Pero también nos hace llorar, dejando al público durante un buen rato con un silencio sepulcral y comprometido. Consigue transmitir plenamente la condición y la forma de enfrentarse a la vida como gitana.

Su narrativa revela al público la realidad contada desde nuestro prisma. Explica qué es ser gitano y cómo ven los payos a los gitanos. Esto último lo explica basándose en la novela de Miguel de Cervantes, La Gitanilla, utilizando un pequeño teatro de marionetas. La gitanilla de Cervantes deja en muy mal lugar a los gitanos, acusándolos incluso de secuestrar a niños. Hay que decir que esta novela la escribe por venganza, ya que él estaba enamorado de una prima segunda suya que era gitana, la cual le dio calabazas.

A partir de ahí, tanto en la escritura como en la pintura, a los gitanos se les relaciona con robos y otras ilegalidades por el solo hecho de ser gitanos o gitanas. Estos hechos contribuyeron en la falsa impresión que se tiene hoy día de los gitanos, porque la relación con los demás vecinos ha sido siempre buena, Y no lo digo yo, en esta afirmación también me baso en otra ley que propugnaron los Reyes Católicos donde se decía que todo aquel vasallo que ayudara a los gitanos correría la misma suerte que ellos y “se le aplicaría la misma ley contra los gitanos”.

Por último, deciros que si queréis conocer la realidad y el sentir del pueblo gitano, no podéis dejar escapar la oportunidad de asistir a este monólogo que no te deja indiferente. Te reirás, llorarás y conocerás las armas de resistencia gitana (¡¡hay un taller express de maldiciones!!) que hemos utilizado a lo largo de nuestra historia, sin violencia, haciendo frente al agravio de los mandatarios que seccionaron nuestra libertad y nos hicieron perder nuestra lengua a cambio de nuestra vida.

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No soy tu gitana de Silvia Agüero_Madrid, septiembre de 2022

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No soy tu gitana de Silvia Agüero_Madrid, septiembre de 2022

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No soy tu gitana de Silvia Agüero_Madrid, septiembre de 2022