Ciclo Amalgama de la Bienal de Flamenco de Sevilla_la oportunidad de escuchar la palabra de los flamencos

Lebrija tiene una manera de cantar diferente, que la distingue del resto de territorios flamencos. Los cantaores en Lebrija no han sido, durante muchos años, profesionales. Y el cante se ha fraguado a fuego lento en el seno de las familias gitanas y sus oficios.

En la charla salieron nombres de esas gañanías como El Chozas, que sacó muchas letras propias y tenía su peculiar manera de cantar; Juaniquín, que con su «hijo perdío» inmortalizó la soleá, o Bastián Bacán, que hizo suyos muchos de los cantes. También familias completas como los Pinini, en la que cada miembro tenía su forma, o mujeres que crearon escuela como Antonia Pozo y La Perrata, entre otros. Todos ellos y ellas de lso años anteriores a la profesionalización del cante, pero absolutamente necesarios en la historia del flamenco de Lebrija.

José Valencia es el vivo ejemplo de que el flamenco ha madurado sin perder la esencia. Gracias a la transmisión oral, se encuentra en estos momentos recuperando las formas, los estilos y los compases del cante de Lebrija. Él aporta el conocimiento, para como dijo en la charla «se ponga en duda o se estudie», que se abra el debate y que se profundice. Lo importante es sentirlo vivo.

Aún quedan más oportunidades para escuchar la palabra de los flamencos:

  • Miércoles, 11 de junio: Carrete de Málaga, Farruquito y Julio Muñoz.
  • Miércoles, 25 de junio: Aurora Vargas, Tremendita y Manuel Curao.
  • Miércoles, 10 de septiembre: Pepe Lamarca, Remedios Málvarez y Fernando Iwasaki.

Acerca de Araceli Pardal

Periodista. Vivo en Lebrija.
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