Palabras de presentación del cantaor lebrijano JOSÉ VALENCIA por la periodista Araceli Pardal_Fotografías de Antonio Pérez
Muchas gracias al festival de la Yerbabuena por permitirme participar desde dentro con este festival y presentar al cantaor de Lebrija José Valencia. Se trata de un festival muy cercano y querido en nuestra localidad y eso lo demuestra la cantidad de lebrijanos y lebrijanas que hay hoy entre el público.
José Valencia nació en Barcelona en el año 1975 por motivos circunstanciales. Su familia de Lebrija en toda su extensión, padres, tíos, primos y primas, se marcharon a trabajar a Cataluña, lo que era bastante habitual en aquellas décadas. Fue un niño osado, de gran desparpajo, que desde muy pequeño evidenció sus cualidades cantaoras. Aprendió a cantar, o el cante le venía de nacimiento, en el seno de una familia gitana y de la mano, especialmente, de su madre Juana y de su tío Luis de Lebrija, que este año hemos tenido la oportunidad de disfrutarlo en la Caracolá junto a su sobrino. Nos dejaron unos romances para la historia.
Con solo cinco añitos ya fue tentado por las manos de dos grandes del cante gitano. Nos lo ha contado su padrino, Ramón Vargas. En el Palacio de los Deportes de Barcelona se coló en el vestuario de Camarón y le pidió que le tocara la guitarra para entonar él, José, unas letritas. Después, ya de vuelta en Andalucía y en el Festival de Mairena, le cantó a Antonio Mairena por Lebrija sentado en sus rodillas.
Los artistas que nacen en familias gitanas y participan desde pequeños en las fiestas y rituales de la cultura romaní, traen el máster hecho desde la cuna. La música flamenca, en su origen, mantiene esa vocación íntima, que se transmite de generación en generación.
Algunos y algunas artistas, cuando llegan a los escenarios, llevan ya más de dos décadas cantando siendo aún muy jóvenes. Eso le pasó a José Valencia:
- Cuando empezó a cantar en las peñas catalanas de la mano de su tío Luis de Lebrija
- cuando formó parte de los espectáculos de Pedro Bacán El Clan de los Pinini o Nuestra historia al Sur y viajó con esta compañía por toda Francia
- cuando participó en su primera Caracolá, allá por el año 1991 (XXVI Caracolá)
- o cuando ya más tarde, pero también muy joven, formó parte de los espectáculos de Manuel de Paula: Chachipén o Majarí Calí…
José Valencia dominaba ya el compás, dominaba los diferentes estilos de cante y aprendía de esta forma a moverse sobre los escenarios. De eso puede hacer ya la friolera de casi treinta años.
Es por esto que José Valencia es un cantaor clásico. Conoce perfectamente los códigos del flamenco. Es un cantaor erudito, que sabe moverse por los secretos y el misterio del cante. Domina “la estética flamenca”, los tonos y los semitonos, así como la complejidad del compás. Solo sobre los firmes pilares del templo flamenco, se puede alcanzar el poder creativo sin menospreciar el cante.
DOMINIO DE LOS ESCENARIOS
Recuerdo allá por el 2004, una Bienal en la que José Valencia participó en al menos cinco espectáculos muy variados. Fueron los años en los que los principales bailaores se lo disputaban en sus espectáculos. Recuerdo haberlo visto con Andrés Marín y con Joaquín Grilo, ambos bailaores situados en distintos extremos del flamenco. También representando papeles y coqueteando con el teatro, con la compañía de Los Ulen, con la que hizo Alicia en el País de las Maravillas. O con Rosario Toledo, con la que representó la obra de Lorca de don Perlimplín con Belisa en su Jardín. Recuerdo personalmente, de asombrarme desde entonces esa capacidad transformadora y ese control sobre el escenario.
José labraba así otra de las facultades que le definen: su VERSATILIDAD. Se convertía de esta forma en la figura artística que ahora representa. Entraba por derecho y con credenciales propias en el flamenco del siglo XXI. La ortodoxia flamenca deja paso a mucho más, para hacer de José una figura clave del flamenco contemporáneo.
El recorrido en la Bienal de Sevilla es asombroso, fue Giraldillo Revelación en el año 2004, Giraldillo de Acompañamiento al Baile y Giraldillo al Momento Mágico y, definitivamente, se llevó el Giraldillo al Cante con motivo de la presentación de su primer disco SOLO FLAMENCO en 2012. Esto le sirvió además para grabar su segundo disco DIRECTO en el Lope de Vega en el año 2014 y dejar constancia de su trabajo creativo e interpretativo.
En 2016 coge la batuta del maestro Juan Peña El Lebrijano, con el espectáculo De Sevilla a Cádiz. Relevo consentido y bendecido por El propio Lebrijano, tan querido aquí en este festival de la Yerbabuena.
Me siento obligada aquí, desde el cariño, a nombrar a Pastora Galván. Porque la tenemos hoy compartiendo cartel con José Valencia, porque lo acompañó en este espectáculo tan especial con el que despedimos a El Lebrijano y porque cuando se dignifica el cante para el baile, no hay más remedio que acordarse de esta pareja artística, José y Pastora, que tantos momentos mágicos nos han regalado.
CAPACIDAD DE TRABAJO Y CURIOSIDAD INDOMABLE
La capacidad de trabajo de José Valencia y su curiosidad indomable le han hecho embarcarse en las más diversas aspiraciones, de una complejidad talentosa. No es para reconstruir su biografía ni para mencionar todos sus méritos para lo que estamos aquí, estamos para escucharlo. Así que solamente vamos a destacar algunos de estos proyectos, como su colaboración con la Asociación Cultural Juan Bernabé de Lebrija en el año 2017 en el que estrenó el espectáculo Gila, con textos y poemas en romanó y hablando, como nunca antes se había hecho, del genocidio gitano desde el flamenco.
Esto también es una opinión personal. Si hay un espectáculo en el que José Valencia se define como cantaor único y personal en lo alto del escenario, es el que presentó en la Caracolá de 2018 CON JERARQUÍA, en el que estuvo dirigido por Manuel de Paula.
Después llegaron más proyectos que ha estrenado prácticamente cada dos años, en cada Bienal:
- En 2018 vino Bashavel, con poemas escritos por grandes poetas y poetisas gitanas de varios rincones del mundo.
- El ilustre José Valencia se acerca a la Universidad como método y en 2020 estrena La Alta Torre después de un laborioso trabajo de adaptación y estudio de los poemas de Bécquer al flamenco.
NEBRISSENSIS. LA NORMA Y EL ALMA
Y el año pasado, en el 2022, nos sorprende con Nebrissensis. Con motivo del 500 aniversario del nacimiento de otro ilustre, Elio Antonio de Nebrija, José Valencia protagoniza un espectáculo en el que esa capacidad de trabajo de la que hablamos no es ya un método, no es solamente una disciplina académica, sino que se convierte en un instrumento que maneja con soltura para la emoción.
Nebrissensis es capaz de emocionar al catedrático de Filología Latina de la Universidad de Cádiz y a la vez, emocionar a una señora de la Silera, que reconoce su patio y sus geranios entre las imágenes que va evocando José Valencia a través del cante. La norma y el alma. La autenticidad, la pureza, y la emoción. La sabiduría y la transmisión.
Nunca antes se le ha cantado tanto y mejor a Lebrija. José Valencia se ha convertido en nuestro embajador cultural. En un heraldo, un emisario universal. Lebrija y su comarca, los territorios flamencos, nos sentimos ya orgullosos y orgullosas de que un andaluz tan claro y tan rico de aventura, como decía Lorca, nos represente por el mundo.
Para mí un honor y para LebrijaFlamenca presentaros a este cantaor universal, que parte de lo esencial pero que no tiene límites. José Valencia, con la guitarra de Juan Requena y el compás de Juan Diego Valencia y Cantarote. Os dejo con ellos.
FOTOGRAFÍAS de la Yerbabuena 2023 / presentación y actuación de José Valencia
XXXIII Festival Flamenco LA YERBABUENA en Las Cabezas de San Juan 2023
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