Hay que destacar la capacidad de improvisar con Ané Carrasco y las voces puras de Fernanda Carrasco y Agujetas Chico
Nosotros porque ya lo conocemos, pero habrá gente que se quedará flipada con la capacidad de improvisar del guitarrista lebrijano Rycardo Moreno. Porque al fin y al cabo el flamenco es eso, es el momento vivido, es un recital que te sale mejor que otro, es sentirse a gusto y Rycardo Moreno se compenetró sobremanera el pasado 1 de abril en los Íntimos de Triana con el percusionista jerezano, Ané Carrasco, hijo del gurú del flamenco Diego Carrasco.
A la orillita del Guadalquivir, en el local Flamenquería de la calle Castilla, Rycardo empieza por bulerías a caldear el ambiente. Un público mayoritariamente joven, efusivamente joven. En unos minutos ya le sobra hasta el sombrero. “La noche va de improvisar”, dice, no hace falta que lo aclare. Continúa solo, cambia de guitarra y sigue cuestionándolo todo, porque las armonías de Rycardo son siempre una gran pregunta.
Como colaboración especial trae a la lebrijana Fernanda Carrasco: “la estoy apadrinando”, dice. Miembro de una gran dinastía del cante gitano en Lebrija. Sorprende por granaínas, bien templadas. Y después nos presenta la producción de MMusic Pugna, una seguiriya de las que te dan escalofríos con arreglos contemporáneos.
El cantaor de jerez Agujetas Chico llega para recordarnos la gran obra discográfica que ha sido Mi Esencia, en la que se pasean en modo de suite de Lebrija a Jerez y viceversa. Con Ané Carrasco en la percusión llegan a un manejo del compás sublime, en el que las falsetas de la guitarra suenan frescas y vivas como el flamenco mismo.