BIOGRAFÍA de Curro Malena (Parte 3 de 3)

Charla – homenaje a Curro malena en Vejer de la Frontera

El cantaor posee un tesoro. Curro Malena guarda en un cofre las facultades que le han permitido desarrollar una carrera profesional amplia y, sobre todo, honesta y fiel con las reglas del cante jondo. Porque es verdad que Curro es un cantaor enciclopédico, es un estudioso de los estilos y de las voces de los cantaores que le precedieron; es sobrio y sereno, de ejecución impecable. Hemos podido leer miles de definiciones en críticas y folletos editados a lo largo de su profesión, pero la verdad verdadera la dijo un aficionado, de los tantos que tiene Curro, incondicional de su cante: “Curro es la vara de medir del cante gitano”.

Curro Malena hace un recorrido exhaustivo, a lo largo de sus 18 grabaciones, por el flamenco más ortodoxo. Estudia a sus mayores y le pone acento propio a los cantes con los que más se identifica. La soleá de Juaniquí, con letras muy sabidas por los artistas de Lebrija: “Yo tengo un hijo perdío y si Dios no lo remedia, yo voy a perdé el sentío”. Las bulerías de su abuela Rumbilla, o de Antonia Pozo, casada con un hermano de la Malena vieja (la que tenía un puestecillo, me supongo yo), bulerías que pudo escuchar o no, siendo muy pequeñito, y que pasaron a su cofre de manera directa o a través del mismo Antonio Mairena, que venía a Lebrija a escuchar a estas mujeres cantaoras: “El pollito que piaba”; también “si quieres saber mi nombre, mi nombre y el de mi hermana / yo me llamo me llamo, y ella se llama se llama”. “Alevantate serrana”, las bulerías del Chozas, o las cantiñas, Curro se trajo para Lebrija los aires de Cádiz por cantiñas: “la simoncita ya se ha casao / y un simonsito se la llevao”.

Por soleá lo recordamos con la guitarra de Pedro Bacán, como acabamos de escuchar, que lo acompañó en los primeros años de profesión: “Lutito negro por mí / tú te tienes que poné / porque me voy a morir / flamenca, por tu querer”.

Curro Malena

HOMENAJE A CURRO MALENA en Vejer de la Frontera

Porque Curro Malena ha dominado todos los palos. Es un claro heredero de Antonio Mairena, aunque encontró su estilo propio e inconfundible. Muy profesional en las formas, con una expresión innata que le proporciona el haber nacido en una familia gitana de Lebrija. El cantaor parte del conocimiento, y los duendes acuden a su garganta y anidan en su voz. Porque Curro Malena tiene la fuerza en su expresión, suda la camisa y se sube al escenario para entregarse.

Los cantes de Lebrija, y los de Alcalá, los de Mairena y los de Cádiz. Cantes por fandango, los cantes de trilla, las tonás, los tientos, tangos, seguiriyas, cantes de ida y vuelta, romances, cantiñas, alegrías, todo tipo de bulerías. Curro Malena los estudiaba y los transformaba, siempre respetando la raíz, el estilo. “La música no se puede romper nunca”, le hemos escuchado decir. “Le meto a la mariana dos tangos de graná para terminar y le viene perfecto”. Estos músicos innatos, estos músicos gitanos sin pentagramas, con un oído milenario capaz de sacar tonalidades perfectas y de venirse arriba sin desentonar y sin salirse de compás.

Esto lo decía Curro en el programa Puro y Jondo de televisión española, donde daba lecciones de cante y de sabiduría. “Yo he llegao a cantar más de 30 variantes de la soleá”. “El flamenco es de familia, y la familia es una cadena con eslabones”. “Cuando se canta por seguiriyas, se te viene a la mente el sufrimiento, el desengaño, los palos que te ha dao la vida”. Son palabras de un sabio que ha escuchado a sus mayores y que ahora enseña a sus hijos y sus nietos. “Yo he tratao siempre de que no se pierdan los lazos de familia”, y a la vista está que lo ha conseguido.

El crítico Manuel Martín nos manda unas palabritas para la ocasión y nos dice: “Tres generaciones han encontrado en Curro al artista genuino y no al que escudriña en el mundo que se esconde detrás de la apariencia. Al artista que no da ojana porque se entrega hasta el último aliento en el escenario. Curro busca la verdad de los estilos porque vive en la autenticidad. Un artista que para no caer en el autoengaño de este tiempo, se deja atravesar por la realidad que lo rodea, que no es otra que Lebrija, la tierra que le permite registrar la realidad tal y como es”.

Fuerza, raza, sentimiento, y una personalidad artística propia arraigada a su tierra. Éste es Curro. Merecedor de cuanto homenajes le otorguen los buenos aficionados al flamenco, aquellos que no olvidan una noche de cante que, seguramente, Curro Malena ofreció en Vejer de la Frontera y en tantos y tantos pueblos de la geografía andaluza, sentando cátedra, dejando para siempre la huella inconfundible de los Malena.

Sobre Araceli Pardal

Periodista. Vivo en Lebrija.
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3 Comments

  1. Mañana iré a escuchar a la familia de Curro en Jerez Festival de la Buleria 2016 así como a mis paisanos de Utrera.Tengo por Curro una devoción y admiración comparable a la que tengo por por A. Netrebko. Lo escuché en una velada de amigos en Chipiona. Y me impresionó su sabiduría, cante perfecto y voz impecable.A comienzo de cada palo daba una breve explicación sobre el mismo llena de conocimiento.Y su timbre de voz, la pureza de su estilo. Bueno a partir de entonces le tengo en el Puesto de Honor de los cantaores de mi tierra natal aunque ahora viva muy lejos de aqui.

  2. Pingback:MEDALLA DE ORO de la provincia de Sevilla para el cantaor lebrijano CURRO MALENA - Lebrija Flamenca

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