#57Caracolá La cuarta noche de colofón en la Plazuela del Mantillo

Esperanza Fernández y los Sorderas de Jerez actúan en la noche del homenaje al Bar Paula

Era noche del homenaje al Bar Paula. Curiosamente sin nadie de Lebrija en el cartel, por mucho que el presentador hacía guiños a los artistas de la noche con sus vínculos lebrijanos.

La cantaora Esperanza Fernández, emparentada con Lebrija, presenta su espectáculo «Se prohíbe el cante»

Comenzó el espectáculo Esperanza Fernández, con una introducción del guitarrista Miguel Ángel Cortés, espectacular toda la noche. Nos hizo unas peteneras para comenzar, un cante que hacía mucho que no se escuchaba por aquí, continuando por cañas y alegrías con mucha profesionalidad.

Con otro solo de guitarra la artista cambió de vestuario para hacernos un tema libre que nos recordó cantes iberoamericanos. Con una toná se viene un momento de la noche invitando a su hijo David a acompañarla, siguiendo éste por seguiriyas con macho de Juanichi el Manijero. La cantaora nos hace una serrana que la remata con una rondeña, finalizando por bulerías con su nieta en brazos.

Vicente y Lela Soto comienzan al alimón por malagueñas rematadas por fandangos de Lucena

Después de los fastos del homenaje al Bar Paula fue el turno los Sorderas que comenzaron con malagueñas al alimón Vicente Soto y su hija Lela Soto que lo rematan con fandango de Lucena. Lela Soto le hace un homenaje a La Perla con sus alegrías, después otro cante no muy escuchado y que gusta por aquí, una milonga con letra de Rubén Darío y con estilo de Chacón. Termina su actuación en solitario con unos tientos-tangos.

Vicente Soto comienza con unas «bulerías para escuchar» como él mismo las denomina y dedicadas a su tío Paula. Con las seguiriyas enmudece el patio y los tangos los hace muy gitanos, a su manera. En el final por bulerías se pone agustísimo y no se entiende cómo este gran artista no ha estado ya más veces en Lebrija.

Gran fiesta HOMENAJE A CURRO FERNÁNDEZ en el Tacón Flamenco de Utrera

La organización del Tacón Flamenco despidió la V edición con un fin de fiestas digno de los mejores festivales de antaño

Ha sido una semana flamenca donde las haya en Utrera. Del 21 al 28 de febrero, se han sucedido las noches flamencas, las charlas, exposiciones y encuentros con duende, en torno a la familia Fernández. El cantaor de Triana, Curro Fernández, muy vinculado al baile, ha sido homenajeado por grandes artistas, compañeros y familiares que han dado todo sobre el escenario.

Como en las fiestas de antaño, varias generaciones unidas sobre el escenario; artistas que han trabajado con Curro Fernández; la saga de Triana Pura; escuelas de baile y un sinfín de artistas han derrochado gratitud y alegría en el homenaje a Curro Fernández.

Os dejamos una muestra fotográfica de la noche del lunes, 27 de febrero.Bailaores de la talla de Farruquito, Pepe Torres y Pastora Galván. La esencia de Diego de la Margara. La familia Fernández encabezada por la cantaora Esperanza Fernández, con otros miembros de la familia de Curro sobre el escenario; Rancapino Hijo, Ricardo Miño y Gualberto, la presencia siempre constante de la guitarra de Antonio Moya, el lebrijano Luis de Chimenea, la gente de Utrera y una lista innumerable de artistas sobre el escenario.

Las fotografías son de ANTOPIO PÉREZ para LebrijaFlamenca.com:

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Tacón Flamenco de Utrera 2017- Homenaje a Curro Fernández


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Tacón Flamenco de Utrera 2017- Homenaje a Curro Fernández

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Tacón Flamenco de Utrera 2017- Homenaje a Curro Fernández

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Tacón Flamenco de Utrera 2017- Homenaje a Curro Fernández

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Tacón Flamenco de Utrera 2017- Homenaje a Curro Fernández

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Tacón Flamenco de Utrera 2017- Homenaje a Curro Fernández


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Tacón Flamenco de Utrera 2017- Homenaje a Curro Fernández

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Tacón Flamenco de Utrera 2017- Homenaje a Curro Fernández

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Tacón Flamenco de Utrera 2017- Homenaje a Curro Fernández

Encuentro entre la música cubana y el flamenco en la #BienalSevilla16

Esperanza Fernández y el piano de Gonzalo Rubalcaba recuerdan las figuras de Benny Moré y Manolo Caracol

Cuando a los lebrijanos se nos nombra Cuba y Flamenco, se nos viene a la memoria los Encuentros del Son cubano y el Flamenco, organizados por la Diputación Provincial de Sevilla. No son ajenas ni desconocidas las relaciones musicales entre Cuba y los gitanos de Lebrija. Allá por el año 1994 se subía al escenario Compay Segundo y, por parte de Lebrija dos grupos: el primero capitaneado por el desaparecido Pedro Bacán con artistas también de Utrera, y otro grupo de gitanos de Lebrija llamado «Sentimiento al Golpe» que representa el origen eterno de nuestros cantes. En memoria a ellos y a la relevancia que tienen, los voy a nombrar: Miguel Funi, Juana Vargas, Pepa «La Cartuja», Antonia «La Morena», Diego Vargas, Ramón Vargas «El Farriri» y Antonio Carrasco.

En esta ocasión y en la Bienal de Sevilla 2016, ha sido la cantaora trianera Esperanza Fernández con el pianista cubano Gonzalo Rubalcaba los que, a través de las figuras de Benny Moré y Manolo Caracol, dos genios de la música cubana y flamenca que compartieron el mismo tiempo musical a lo largo del siglo XX, nos han enseñado  los lazos que existen entre ellos y nosotros.

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#BienalSevilla16 Esperanza Fernández y Gonzalo Rubalcaba en el espectáculo Oh Vida

 

El espectáculo comienza con «Oh, Vida» de Benny Moré, con Esperanza en el centro rodeada del piano de Gonzalo Rubalcaba; los Makarines y Dani Bonilla, a los coros y las palmas; los percusionistas Jorge Pérez «el cubano» y Javier Teruel; con el bajo de JM Popo y la guitarra flamenca de Miguel Ángel Cortés. La escenografía, a mí personalmente, me recordaba esos documentales de Cuba con los cafés musicales.

A pesar de que hubo un peso mayor de Benny Moré en la primara parte del espectáculo, Esperanza y Arcángel se entremezclaron para hacer un popurrí de zambras intentando recordar las escenas de las películas entre Manolo Caracol y Lola Flores (digo películas por que yo por mi edad nunca tuve la ocasión de verlos en un escenario). Arcángel cantaba y se acercaba intímamente a Esperanza, mientras ella se contorneaba y le replicaba cantando, finalizando el popurrí con las dos voces entrelazadas a destiempo. También como artista invitado estaba Juan de Juan, el cual en el final de «Yiri yiri bon» de Benny Moré se marca la primera interacción entre las músicas, bailando con pasos flamencos el ritmo del mambo, originando un baile rítmico y gracioso.

Tanto el piano de Rubalcaba como la percusión como el bajo, hicieron unos solos mientras la cantaora se cambiaba en los vestuarios. Aunque pudo ser demasiado largo en conjunto, pudimos disfrutar de la mezcla de los ritmos con auténtico frenesí y del piano de Gonzalo Rubalcaba, del que no solo salían notas musicales, sino que el piano cantaba, te hacía reir, parecía que nos contaba una historia de sentimiento, emociones y reacciones.

Ya en la segunda parte del espectáculo, los palmeros y los pecusionistas se posicionaron al borde del escenario. Los Makarines y Dani Bonilla comenzaron a cantar pregón, solos como en una reunión de primos a la que llegan los primos cubanos Jorge Pérez y Javier Teruel con su son, y empiezan a compartir ritmos y cantes en un semicírculo, a medida que se escuchaban más se gustaban y más nos gustaban, taconeando, palmeteando y haciendo desplantes…

Desde la oscuridad del escenario sale la voz de Esperanza Fernández cantando un martinete estremeciendo el escenario, acallando bocas y vocablos, arrancando los oles al público, interactuando el piano y la guitarra de Miguel Ángel Cortés, armonizando los quejíos. A renglón seguido, Juan de Juan sale de entre bambalinas, el escenario se queda en silencio para que solo el ritmo de su taconeo nos maravillara. Vuelve a entrar Arcángel y Esperanza se arranca por fandangos con la «Malvaloca», a lo que le sigue Arcángel ofreciéndonos una interacción entre ellos de fandangos, cantando el último a dúo. El público agradecido se puso en pie apludiendo largo tiempo, provocando que los artistas volvieran a salir otra vez al escenario cantando el «Yiri yiri bon» y esta vez se sumó a la percusión el hijo de Esperanza Fernández.