Lebrija acoge el preestreno del documental «El Lebrijano, un gitano universal»

El documental se preestrena en Lebrija el martes, 13 de julio, cuando se cumplen 5 años de su fallecimiento

Cuando se cumplen 5 años del fallecimiento de Juan Peña «El Lebrijano», sus familiares, amigos y compañeros de profesión se reúnen a lo largo de todo un día para homenajear a este grande del flamenco contando anécdotas, cómo lo conocieron, lo que más destacan de su persona y evocando su trayectoria en una verdadera fiesta flamenca con cante y mucho arte.

Así podemos resumir el documental El Lebrijano, un gitano universal que se preestrenará en Lebrija el próximo 13 de julio, dentro de la programación de la 56 edición de la Caracolá lebrijana, contando con la participación de Canal Sur TV y en el que aparecen artistas de la talla de Pitingo, Pedro el granaino, Rycardo Moreno, Argentina, Diego Carrasco, Pastora Galván, María Vargas, Dorantes, Pedro María Peña, Chekara Jalal, Juan San Juan, Pedrito Peña, Sergio Aguilera, Fran Fernández, José Valencia, Paco Cepero, Miguel Poveda, Gualberto García.

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56 Caracolá Lebrijana 2021_Juan Peña El Lebrijano, un gitano universal

Además políticos, expertos en flamenco, amigos, familiares y periodistas ensalzan su figura como Emilio Calderón, Juan Manuel Suárez Japón, Juan Ignacio Zoido, Juan De Dios Ramírez Heredia, José Barroso, Pepe Martínez, Antonio Carmona, Manuel Martín Martín, Jesús Vigorra, Pedro Peña, María Peña, Ana Belén Peña, Juan Peña, Santiago Sánchez Traver, Ricardo Pachón, Pilar Soto, Casto Márquez y Juan Reina.

La sangre de los Malena se derramó en la primera noche de Caracolá

La noche acogió un gran elenco de artistas de todas las generaciones con María del Mar Moreno como artista invitada

Se abrieron los cortinajes de la 56 Caracolá Lebrijana con la fragua, el yunque y el martillo de una de las casas cantaoras de nuestra villa alfarera y marismeña: la casa de Los Malenas. No estuvieron todos, pero son casi todos los que quedan, y con el nuevo escaparate maleno de Saira y Malena, la nueva generación.

Luis del Pancere presentó un proyecto flamenco con la colaboración especial de Antonio de la Malena de Jerez y su gente, con la enciclopedia romí de Diego Vargas, el largo recorrido de Mateo Soleá y la presencia especial de la bailaora María Del Mar Moreno, aquella de velo enlutao y de tantos soníos negros.

Como decía Curro Malena, que más decir gítanos de Lebrija y de Jerez, o de Jerez y de Lebrija, si somos de la misma esparraguera … pues se unió la simbiosis jerezana y lebrijana y en la noche del viernes se derramó “de sangre malena “.

Pasaban las manillas del reloj de las 10 de la noche y el cortinaje caracoleño lebrijano se abrió y le dio luz de luna a la puesta en escena de gañanías y cortijos por fiesta a compás pausado entre los hombres, ataviados de sombreros de paja, camisas de cuadros y con fondo de fotos de campo.

Se empezó a pisar por los cristales rotos del cante los Malenas, había que empezar a interpretar para transmitir a los que llenamos el teatro dentro de la seguridad Covid.
El cesto de Mairena que tantos remedios dio para todos los males se derramó en el Juan Bernabé, porque Malenas y Mairena vienen enraizados en el sello, bamberas, soleá, seguirillas, tangos, bulerías…, con una duración que supuestamente era de hora y media y al final se tardó una hora más de espectáculo. Noche malenísima al completo, dada la inspiración que se desbocó y se pasó media hora del sábado .

Algo oculto había en esas paredes de ese elenco que se presentó, alguna tragedia había en esa última habitación de los cantaores y nos apuñaló… de Los hermanos del mismísimo Curro Malena (José e Isabel Carrasco) , tres guitarras con un escaparate de nueva generación, palmeros con muchas heridas abiertas de tanto acompañar a cantaores o guitarristas, Mateo y Diego, Saira y Malena y, sobre todo, Antonio y la musa de su cante que es María Del Mar Moreno. La sorpresa fue una niña cuya meta desde muy pequeña es bailar y bailar, y si su grito de su sangre le atrapa lo conseguirá: Paula Vargas, nieta/sobrina de Curro Malena y nieta de Farrirri.

Pero hubo un momento de muchos, como ver la foto del Pancere, de Antonio, padre de Luis Carrasco, de Curro Malena, de la chacha Malena, de Manuel la Costá… pero ver al cantaor que duerme en lo celestial como es Curro Vargas (Muro Anav liberar si Romipen), su cante y su nombre es gitanidad, nos revivió de las cenizas de no estar con su foto de fondo y se creó un hueco con una tenue luz con su eco viajero que durante la noche no se apagó.

«De sangre Malena» me puso el pie en el estribo para meterme en los caminos más oscuros del cante, toque y baile en la primera noche caracolera 2021.

Reportaje fotográfico DE SANGRE MALENA

65 POTAJE GITANO DE UTRERA 2021_Para entrar en el cielo no es preciso morir

Rancapino Chico, Manuel de Angustias, María Terremoto, Pastora Galván y una fiesta de Jerez X Bulerías en el cartel

Ya lo cantó la benjamina de la noche, que versionó por bulerías la canción de Ana Belén y derrochó ternura en todo momento, con esa manera de doler y de cantar bonito que tenía su padre Terremoto: «Que no acabe esta noche, ni esta luna de abril / para entrar en el cielo no es preciso morir».

Para entrar en el cielo solo es preciso adentrarse en el patio del colegio de los Salesianos de Utrera, en esta noche de junio en la que se celebra el Potaje Gitano, para darle paso al verano flamenco de la manera más legítima. Un lujerío de festival, con el cartel de las entradas agotadas, las mesas abundantes como en Nochebuena y la gente con ganas de cante.

Cuando empieza Rancapino Chico hay todavía luz del día, y aunque siempre resulte frío abrir un festival, no hay nada que no se resuelva con un corazón caliente como el de Rancapino y su cante aterciopelado. Acompañado de la guitarra de Manuel Jero fue dando paso a los cantes y caldeando el ambiente, gustándonos especialmente en los tientos. Generoso, le dio su sitio a Caracolillo de Cádiz compartiendo letritas por fandangos.

Llegó el turno de Manuel de Angustias y la gente dice como Bambino… y nosotros decimos como Funi… y él se dice solo sobre el escenario, reivindicando una manera de ser de Utrera con sello propio. Acompañado de la guitarra de Rubén Levaniegos y su gente de Utrera, pudimos ver a Verónica Bermúdez y otros artistas de marcado carácter en un cierre por bulerías.

La gran noche de cante llegó con la jovencísima María Terremoto que marcó el tiempo por soleá acompañada de la guitarra de Nono Jero y las inseparables palmas de Manuel Valencia y Cantarote. En unos años esta cantaora jerezana se ha colocado en primera línea y no sin motivo, como pudo verse al afrontar las seguiriyas. María Terremoto se defiende sobre el escenario también por tangos y por bulerías puso al público del Potaje a sus pies… el reloj de cuerda suspendido, y a la noche se le fue la mano.

Un festival flamenco presentado por Antonio Torres y un homenaje a Manuel Moreno El Pele a cargo de José Manuel Aranda. Uno de los grandes momentos, no solo de la noche, sino de la historia del Potaje, en la garganta de El Pele que afortunadamente se volvió a subir al escenario a cantar por soleares y por bulerías como solamente él sabe.

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65 Potaje Gitano de Utrera_Homenaje a El Pele

La sevillana Pastora Galván salió de los camerinos bailando, rodeada de un coro de palmas y de las voces de David el Galli y Miguel Lavi y subió al escenario con todo el arte, sin dejar de tirar pétalos al viento y con el canasto de mimbre en la cadera. Sus maneras por exageradas no son histriónicas, porque se nutren de la vida misma. La realidad siempre supera al escenario y Pastora emula a las gitanas canasteras con toda su fuerza y sensualidad. Indomable en la bulería y majestuosa en la soleá, estuvo acompañada de la guitarra de Paco Iglesias y del baile de Juan Amaya El Pelao, para completar el cuadro.

Cerró el Potaje de este año post-pandémico un grupo muy nutrido al compás de Jerez por bulerías, en el que destacó el baile de la Tía Yoya y de Fernando Jiménez, así como las voces de Manuel de Cantarote, Joselete de Mushogitano y Carmen Grilo, entre otros, así como la guitarra de Luis de Perikín.