José Valencia participa en el homenaje a Pepe y Fausto Olivares en el 4º Festival Internacional de Flamenco Ciudad de Jaén

Los hermanos Olivares fueron buenos aficionados al flamenco y fundadores de la Peña Flamenca de Jaén 

El cantaor lebrijano José Valencia participará, el próximo viernes, 18 de noviembre, en el homenaje que el 4º Festival Internacional de Flamenco de Jaén ha programado para Pepe y Fausto Olivares, dos hermanos ya fallecidos que fueron grandes aficionados al flamenco y fundadores de la Peña Flamenca de Jaén que en este año celebra su 50 aniversario.

Tanto Pepe como Fausto Olivares fueron docentes en la Escuela de Artes y Oficios de Jaén, con trayectorias pictóricas muy personales. Mientras se proyectan sus cuadros sobre el escenario, el cantaor José Valencia «le dará un cariz de lujo a este homenaje», según la organización. Participarán además en el espectáculo flamenco y poético que se ha llamado «Olivares, a compás y a contratiempo: pinceladas de gargantas» el cantaor Javier Rivera; Juan Moreno con su especial sensibilidad a la guitarra; Erica da Silva al baile, confirmando con su alma el apellido “de ida y vuelta” de algunos palos, y Mirella Rodríguez, intérprete cargada de atmósferas galas y de perspectivas contrapuntísticas.

PEPE OLIVARES, EL PINTOR DE LO JONDO

El jienense Pepe Olivares ha sido un gran conocedor del cante flamenco, con una especial sensibilidad para lo jondo. En varias ocasiones ha visitado la ciudad de Lebrija y su festival flamenco, la Caracolá Lebrijana, mostrando predilección por los artistas lebrijanos.

En sus cuadros se mezclan los paisajes de su tierra natal con los rostros del flamenco más añejo. Los ocres y los cobrizos sirven de sustrato para semblantes más o menos conocidos de la historia del flamenco. Además de artista fue un importante dinamizador cultural en la capital jienense, que en este año de su fallecimiento le corresponde con un homenaje en el que sin duda José Valencia llevará el compás de Lebrija a lo más alto de los cielos.

Flamenco

Homenaje a Pepe y Fausto Olivares en el Festival de Flamenco de Jaén 2022

La doble vida del «hijo perdío» de Juaniquí, un gitano ilustre homenajeado en el encuentro de Ateneos de Andalucía

Replikante Teatro reconstruye la historia de El Mojiconero con la colaboración del que fue su alumno Ramón Vargas

Casto Moreno Vargas sobrevivió a su fusilamiento. Gitano ilustre rescatado del olvido por el Ateneo Arbonaida, fue fundador en 1934 del primer Ateneo «Amantes del Progreso» de El Cuervo. Por su activismo y rebeldía, los falangistas sublevados contra la República quisieron eliminarlo. Por azar se quedó sin el tiro de gracia y sobrevivió al fusilamiento.

Dejó mujer e hijos y estuvo largo tiempo escondido. Su padre Juaniquí lo lloró con la reconocida soleá que ha creado escuela en el mundo del flamenco: «Yo tengo un hijo perdío / y si Dios no lo remedia / yo voy a perder el sentío». Volvió con el nombre cambiado, rehizo su vida y se dedicó, a riesgo de perderla, a enseñar a niños y niñas que se criaban en las gañanías de la zona, hijos de los jornaleros. José «El Mojiconero» estaba convencido de que el conocimiento es el único arma que hace libres a los más desfavorecidos.

El grupo lebrijano Replikante Teatro ha reconstruído su historia para el XII Encuentro de Ateneos de Andalucía celebrado en El Cuervo en este mes de noviembre. El espíritu de El Mojiconero ha sobrevolado durante todo el acto en el que han recibido el reconocimiento de Ateneístas de Honor los lebrijanos Inés Bacán y Benito Zambrano, entre otros.

Un alumno de José El Mojiconero, Ramón Vargas, ha ayudado al grupo de teatro lebrijano a reconstruir la historia de este personaje ilustre, olividado por la historia y poco reconocido en el periodo democrático por instituciones de Lebrija y El Cuervo. El certamen de flamenco de El Cuervo «La Choza de Juaniquí» y el trabajo cultural del Ateneo Arbonaida de El Cuervo, que dice «recoger el testigo y el compromiso de enerbolar la bandera de la Cultura y el Conocimiento como instrumentos de transformación social» han vuelto a poner a este gitano altruista e ilustre en el lugar que se merece de la historia.

Ramón Vargas cuenta «la historia que me contaron mis padres del «hijo perdío» de Juaniquín, Casto Moreno Vargas, apodado como El Mojiconero»:

Caminante de caminos de campiña y de senderos, 
llegaba a los cortijos para enseñar a leer y a escribir a los hijos de los jornaleros,
para que no fueran esclavos como sus padres y abuelos.
Lo hacía altruistamente, no cobraba dinero,
ese fue el legado que nos dejó El Mojiconero,
mi enseñaó o mi primer maestro.
 

A partir de ahí, el grupo de teatro lebrijano ha sabido transmitir la historia en tono dramático, de un hombre que lo perdió todo por motivo del odio y las persecuciones de los falangistas y que tuvo que reconstruir su vida con otra identidad. Símbolo de la represión y de la intransigencia de una España que acabó con los aires de libertad y de cultura de la República. «El Mojiconero» basó su existencia en el compromiso, los ideales y el conocimiento y sobrevive gracias a la memoria de todos aquellos que se identifican con sus ideales y se beneficiaron de su labor incansable en una Andalucía oscura y difícil.

«Para darle su lugar en la Historia», dice el Areneo Arbonaida, «y para que su ejemplo vital nos siga guiando en la defensa de este ideal: Cultura militante hecha desde abajo. Rebeldía ante lo injusto para cambiar el mundo».

Reportaje fotográfio de la obra EL MOJICONERO. DRAMA EN UN ACTO

 



Flamenco

El Mojiconero. Drama en un acto, por Replikante Teatro_El Cuervo, noviembre 2022



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El Mojiconero. Drama en un acto, por Replikante Teatro_El Cuervo, noviembre 2022





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El Mojiconero. Drama en un acto, por Replikante Teatro_El Cuervo, noviembre 2022


Flamenco

El Mojiconero. Drama en un acto, por Replikante Teatro_El Cuervo, noviembre 2022


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El Mojiconero. Drama en un acto, por Replikante Teatro_El Cuervo, noviembre 2022


Flamenco

El Mojiconero. Drama en un acto, por Replikante Teatro_El Cuervo, noviembre 2022

DOLORES AGUJETAS_El cante con dolor

Los aficionados abarrotan el local de la Peña Flamenca Tío José de Paula venerando a la cantaora jerezana

Un recital de flamenco como éste ocurre muy pocas veces en la vida. Se dan todas las circunstancias. En pleno barrio jerezano de Santiago. La Peña Flamenca Tío José de Paula con un lleno absoluto. Los aficionados ocupan sus sillas, se amontonan al fondo y se asoman también desde la baranda del primer piso. La artista es representante de toda una saga de más de cuatro generaciones y es plenamente consciente de su responsabilidad genética. Los Agujetas son una institución en Jerez y una joya en la vitrina del flamenco puro y gitano de la baja Andalucía.

Dolores de los Santos Agujetas hace sus cantes cortos. En un par de letras condensa toda la herencia de su leyenda gitana. Su cante duele y ella se pelea con el deber histórico de transmitir la verdad más primitiva. Se mide por tientos. La soleá corta el aire («Esa cruz al cuello, no es de oro ni de marfil / déjame rezarle a ella, en ella quiero morir») y se la dedica a su padre Manuel Agujetas, cantaor sin aditivos. Se alivia por malagueñas y los fandangos los hace suyos para seguir hiriendo.

El descanso viene bien para coger aire. El público está entusiasmado, consciente de una noche grande. Se suceden los saludos y las muestras de cariño. Hay un hermanamiento entre la peña jerezana y la peña flamenca de Camarón en la Isla de San Fernando. Los presidentes de ambas instituciones se abrazan. Coinciden en el escenario dos presentadores cabales del ecosistema jerezano, José María Castaño y Juan Garrido. Seguimos, cada vez más satisfechos de haber venido. Dolores sube al escenario acompañada de la guitarra de Domingo Rubichi, que sabe llevarla.

Dolores Agujetas es la esencia pura. Nada necesita para mejorarla. Su cante es lo que importa y su manera de llegar al público, ofreciendo sus límites. Regresa por soleá por bulerías, en la seguiriya se alarga, a sabiendas de que es lo que mejor maneja. Es dueña del tiempo así que se ofrece por martinetes y termina por bulerías con su familia sobre el escenario. Hay fin de fiestas con la tía Yoya y su compás autóctono sobre las tablas y con el regalo de Inés Bacán y otros aficionados a pie de escenario. A la noche no se le puede pedir más.

Reportaje de fotos de ARACELI PARDAL

Flamenco

Recital de Dolores Agujetas en la Peña Flamenca Tío José de Paula, octubre de 2022

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Recital de Dolores Agujetas en la Peña Flamenca Tío José de Paula, octubre de 2022

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Recital de Dolores Agujetas en la Peña Flamenca Tío José de Paula, octubre de 2022

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Recital de Dolores Agujetas en la Peña Flamenca Tío José de Paula, octubre de 2022

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Recital de Dolores Agujetas en la Peña Flamenca Tío José de Paula, octubre de 2022

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Recital de Dolores Agujetas en la Peña Flamenca Tío José de Paula, octubre de 2022

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Recital de Dolores Agujetas en la Peña Flamenca Tío José de Paula, octubre de 2022