El Teatro Municipal, lleno hasta la bandera, ovaciona al artista local, que presenta un espectáculo con grandes colaboradores
Juanelo se arrima al ascua que más calienta. Y de ahí y de su gran afición desde pequeñito, esta cantaor palaciego lleva ya una larga trayectoria profesional a pesar de su extrema juventud. Es profeta en su pueblo, pero también tiene grandes amistades entre los artistas de Utrera, Jerez y Lebrija, que se encontraban en el patio de butacas. En el papel de presentador, el compañero Kiko Valle, que recordó aquella Caracolá de 2019 en la que Lebrija disfrutó de Juanelo (ya lo había hecho antes en fiestas y encuentros) en el patio de Ajudisle en la 54 Caracolá Lebrijana.
El pasado viernes, 18 de octubre, Juan Juanelo recibía de manos del alcalde de Los Palacios y de los representantes de la Tertulia Flamenca El Pozo de las Penas la Venencia Flamenca 2024 que lo encumbra en su pueblo, y le da fuerzas para seguir el camino del cante, en el que va creciendo día a día.
El artista presentó un espectáculo ambicioso en el que se rodeó de grandes artistas como el pianista flamenco Pedro Ricardo Miño; la guitarra de Antonio Moya y el baile de Carmen Ledesma. Con las guitarras de acompañamiento de Antonio Ñoño y Alejandro Fernández, el compás de Manuel Valencia y El Petete y Tete Peña en la percusión.
Larga sucesión de cantes, tonás y cantiñas. Dominio del escenario y una elegante iluminación. El primer momentazo nos lo ofrece junto al piano de Pedro Ricardo Miño por malagueñas. Y después se acerca a Lebrija por tientos y pone en pie al respetable.
Deja el piano para hacer pareja con alguien que lo conoce bien: por soleá y seguiriyas con la guitarra de Antonio Moya. Gran momento también por romances, de Pedro Peña Fernández, y el baile pausado e instintivo de Carmen Ledesma. La zambra se la dedica a su tio abuelo Manuel Orta. Y por bulerías se acerca a Utrera y sigue situado en el epicentro del flamenco.