Reportaje de fotos de ANTONIO PÉREZ en los ensayos del espectáculo Oro Viejo en la Casa de la Cultura
En Lebrija o se canta bien o no se canta. Y el compás ni te cuento. Es que nadie se sale de compás. las familias gitanas de Lebrija no se permiten algo aceptable, pasable. O se canta gitano, por derecho, o no merece la pena montar nada. «En Lebrija no se acanciona el cante», decía el maestro José Valencia en la entrevista que le hizo LebrijaFlamenca con motivo del Caracol de Oro. Y con esa conciencia se ha montado el espectáculo Phurano Sumnakaj (Oro Viejo) para la 60 Caracolá.
Los ensayos han sido exigentes. Ha habido mucha verdad en cada ensayo. Las guitarras, los cantaores y cantaoras principales, el compás y la familia, arropando el ensayo en la Casa de la Cultura. Y todo sonaba a Lebrija. Hemos invitado al fotógrafo Antonio Pérez a que recoja el momento y éste ha sido el resultado:
La Peña Flamenca Pepe Montaraz dispone de un espacio al aire libre que trasciende la programación caracolera
No cabe duda que las noches de verano flamencas hay que vivirlas al aire libre. Digamos que es patrimonio andaluz, el fresco de la noche veraniega, el relente cálido propio del crepúsculo invita a la fiesta. Después del recital es difícil irse a la cama.
El fin de fiesta siempre ha sido, desde sus orígenes, marca de identidad de la Caracolá Lebrijana. El festival flamenco reunía en el escenario a casi todos los artistas que participaban en las distintas ediciones, prestos a finalizar por bulerías, casi siempre, en los mejores momentos vividos. Y el fin del final, se vivía ya en camerinos, barras, tascas o bares de la zona. Incluso en alguna que otra plazoleta cercana.
En esta 60 edición de la Caracolá se ha echado de menos un lugar adonde ir una vez finalizados los espectáculos en la Plaza del Mantillo. El patio fabuloso del Miano, que en ediciones pasadas fue escenario de convivencias y momentos de arte vividos por los propios artistas y otros aficionados, ha permanecido cerrado a partir de las 02:00h. Cuando perfectamente tendría que haber sido catalogado como «espacio Caracolá» para, a modo de otros festivales flamencos como el de Mont de Marsan, garantizar un lugar adonde ir tras los espectáculos.
Manuel Cástulo y Remedios Reyes en la Azotea Flamenca_fotos de WMax
Ha sido la Peña Flamenca la que se ha ofrecido amablemente a colmar esta necesidad. Si bien se está al aire libre, mejor se está en las alturas. La Azotea Flamenca de la Peña forma parte de los espacios caracoleros desde que la Caracolá cambió de formato, hace ya diez años. En esta 60 edición, ha acogido los recitales de Manuel Cástulo y Remedios Reyes.
#FestivalOFF en la Azotea Flamenca_Fotos APardal
Y de una manera más improvisada, ha respaldado también otras fiestas de éstas que surgen para celebrar un éxito vivido en el escenario o, simplemente, la alegría de compartir un momento de arte, en la noche del jueves 17 de julio, con la participación de Juanelo y la utrerana Mati del Ángel, y las guitarras de Antonio Moya y Benito Velázquez por nombrar a algunos. Ha sido una de las veces que hemos podido disfrutar del baile de Paula Vargas y ejercer de anfitriones con los jerezanos que venían acompañando al bailaor Fernando Jiménez. Noche mágica que se incorpora a los momentos para recordar de esta Caracolá y que podríamos denominar el #FestivalOFF, esa muestra que se escapa a la programación.
AZOTEAS FLAMENCAS en la 60 Caracolá 2025_Foto APardal
La Plaza del Mantillo se vuelca en el acto homenaje a un cantaor, aunque joven, de larga trayectoria profesional
Con la voz en off de Tere Peña comienza el acto de imposición del Caracol de Oro a José Valencia en la edición número 60 de esta Caracolá Lebrijana de 2025, haciendo un breve recorrido por la historia de este «gitano y lebrijano por parte de padre y madre, Antonio y Juana». La voz interpela a José Valencia directamente: «sin tú saberlo, ya traías en tu ser los códigos de esa razón incorpórea para ser flamenco».
Nacido en Hospitalet por razones familiares, con ocho años volvió a Lebrija con su familia. Entre los mentores y guías de sus primeros pasos en la música heredada: su abuelo Antonio y su tío Luis. Vuelve a su Lebrija y se encuentra con «gitanos de gañanías, gitanos matarifes, de forja y de trato; gitanos lebrijanos, sencillos y humildes pero poseedores de una cultura de siglos que conservan y transmiten de generación en generación». Y como bandera, el flamenco.
Lebrija y José Valencia, flamencos por los cuatro costados: «como tú José, que lo traes en la sangre y vives el flamenco. naciste para él y al encontrarlo te hizo suyo y te llevó por sus secretos a través de vericuetos llenos de placer y dolor».
Entrega del Caracol de Oro a José Valencia en la 60 Caracolá Lebrijana 2025
Lebrija reconoce el compromiso de José Valencia con el arte flamenco y, por este motivo, se vuelca en el acto de homenaje a un artista que aunque joven (acaba de cumplir los 50 años) recibe el galardón por su larga trayectoria artística. El alcalde, Pepe Barroso, en nombre de toda la ciudad de Lebrija, preside el acto y resalta la figura del cantaor.
Durante la ceremonia, José Valencia recibe menciones y agasajos de parte del delegado de Cultura, Pepe Martínez; los miembros de la comisión organizadora de la Caracolá, entre los que se encuentra la Peña Flamenca y la Hermandad de los Gitanos, así como medios de comunicación, y empresas patrocinadoras como la Cruzcampo y Bodegas González Palacios.
José Valencia tuvo palabras de agradecimiento, recordando los años de la infancia en los que jugaba en esa misma Plaza del Mantillo, donde se celebra en la actualidad la Caracolá: «soy amigo de mis amigos, familia de mi familia, y me siento orgulloso de poder ir por las calles de Lebrija saludando, porque eso me da vida para poder seguir adelante cuando me vaya a viajar, para poder llevar este pueblo de Lebrija por bandera».
Entrega del Caracol de Oro a José Valencia en la 60 Caracolá Lebrijana 2025
Entrega del Caracol de Oro a José Valencia en la 60 Caracolá Lebrijana 2025
Entrega del Caracol de Oro a José Valencia en la 60 Caracolá Lebrijana 2025