¿SABÍAS QUÉ?
- En el año 2004 actuaron en el patio de los Frailes, entre otros, Esperanza Fernández y Manuel de Paula.
- Al baile, nuestra lebrijana Concha Vargas. En el grupo, vemos a Mari Peña y Antonio Moya:
Pedro Peña era el gran esperado en los actos de conmemoración de las bodas de oro de la Caracolá Lebrijana. Artistas y organizadores de la primera edición coinciden en que fue él quien aglutinó a tantos colaboradores en torno a “un deseo o una convicción”, como él mismo ha explicado: “estando Lebrija ubicada en un territorio privilegiado estaba más que justificado”.
Que Lebrija tuviera un festival que la ubicara en el mapa flamenco de manera definitiva. Y así se fraguó la Caracolá Lebrijana, que se celebró en su primera edición en septiembre de 1966.
“En mi persona se reunieron todas las circunstancias para que se me ocurriera la idea de organizar la primera Caracolá”. Pedro Peña trabajaba como guitarrista en el Potaje de Utrera, en los Festivales de Sevilla, en cursos internacionales que se daban en Jerez, en Mairena, en Morón… “Participaba y colaboraba a veces de forma desinteresada, y me dije: ¿por qué Lebrija no tiene su propio festival? con igual o más merecimiento que el resto de localidades”. Lebrija tenía mucho que decir y muchos artistas creaban escuela, como Juaniquín, El Lebrijano viejo, Pinini, Antonia Pozo,… todos aportaron mucho al cante en aquellos años.
Pedro Peña se rodeó de incondicionales para poder llevar a cabo su propósito: “eran más que aficionados, se ilusionaron con mi propuesta, éramos amigos y nos unía el cante”. El Ayuntamiento de Lebrija apoyaba en la gestión, pero no tenía dinero. Los primeros fundadores tuvieron que colaborar económicamente y el alcalde Emilio Mendaro también puso de su bolsillo.
Las sábanas de decorado eran de su madre María Fernández “la Perrata”; la megafonía al párroco de Lebrija; las bodegas ofrecieron sus vinos, “había más bodegas y más culto al vino”, recuerda Pedro Peña, que podría no parar de contar anécdotas de aquellas primera Caracolás.
Después del Potaje de Utrera, estaba de moda llamar a los festivales con nombre de comidas típicas y tras barajar diferentes nombres se optó por la Caracolá. “Las tres primeras no tuvieron subvención del Ayuntamiento”, relata Pedro Peña a quien el tema económico le parece de suma importancia, ya que era él el que se comprometía con los artistas. “Llegaba a acuerdos con ellos y me comprometía con mi palabra”.
“Nos sentíamos como padres primerizos en el alumbramiento de la Caracolá”, finaliza con cierta nostalgia. las deficiencias se ocultaban por el éxito y la calidad artística. “Tal era la entrega, se daba un clima de autenticidad y profundidad” durante el festival. En la cuarta edición se le dió el Caracol de Oro a María “la Perrata” que se subía por primera vez al escenario. Muchos aficionados no olvidan este momento.
“Conseguimos lo que pretendíamos”, finaliza Pedro Peña, “acercar el flamenco al pueblo y que el pueblo asumiera el festival como suyo”.
AL CANTE:
JUAN PEÑA “ LEBRIJANO” (no estará por motivo de salud).
MIGUEL FUNI
JOSÉ VALENCIA
INÉS BACAN
PEPE MONTARAZ
ANABEL VALENCIA
FERNANDA CARRASCO
CURRO VARGAS
JUANA VARGAS
CARMEN VARGAS
JESÚS FLORES
Colaboración especial de PEDRO PEÑA
AL BAILE:
CONCHA VARGAS
JOSÉ LUIS VIDAL “LEBRI”
GUITARRAS:
PEDRO MARíA PEÑA
ANTONIO MALENA
LUIS CARRASCO
CURRO VARGAS
CURRITO MALENA
JUAN REQUENA
EUSEBIO JOSÉ GARCIA
PIANO:
DORANTES
BATERíA: JAVIER RUIBAL
PERCUSIONES
NANO PEÑA
VIOLíN: FAIÇAL KOURRICH
PALMAS:
VICENTE PEÑA
MANUEL VALENCIA
JUAN DIEGO VALENCIA
JOSÉ VARGAS