Semana flamenca previa a la Caracolá

Múltiples actividades en la semana grande de Lebrija flamenca

Lebrija vive su semana grande en el entorno de la Caracolá Lebrijana. El Ayuntamiento organiza una serie de actividades relacionadas con el flamenco, pero no solo con su manifestación musical, sino con otros múltiples aspectos culturales que lo rodean.

Semana de conferencias, de exposiciones y de recitales que sirven para ampliar el público amante del flamenco y para dar oportunidad a más artistas a mostrar sus creaciones.

El martes 16 de julio se inauguró en la Sala de Bóvedas de la Casa de la Cultura la Exposición «Pinturas Falemencas» de Oñi Moreno.

pinturas flamenco

Castillo Moreno «Oñi», junto a algunos de sus retratos.

El miércoles 17 de julio pudimos disfrutar de la conferencia del flamencólogo Ricardo Rodríguez Cosano sobre «Los cantes de Cádiz» y del recital flamenco de Pepe Montaraz con la guitarra de Eusebio José.

flamenco conferencia

Al cante, Pepe Montaraz, con la guitarra de Eusebio José. A la izquierda, Ricardo Rodríguez Cosano.

El jueves 18 de julio se presentó en la Casa de la Cultura el Punto de Información Flamenco creado a partir de los Fondos del Centro Andaluz del Flamenco y que quedará de forma permanente en Lebrija para consulta de todos los lebrijanos. Además, el gerente del Centro Francisco Benavent, dió una charla sobre «Los sonidos en la historia del cante flamenco» amenizada con el cante de Juan Peña «El Pajarito» y la guitarra de Curro Vargas.

flamenco conferencia

El responsable del Centro Andaluz del Flamenco habla sobre «Los sonidos en la historia del cante flamenco».

flamenco información

La delegada municipal de Cultura presenta el Punto de Información Flamenco.

flamenco recital

«El Pajarito», acompañado por Curro Vargas.

El viernes 19 de julio se inaugura en la Galería «El Viajero Alado» la exposición del fotógrafo jerezano Juan Carlos Toro «Flamenco en Plata» con los retratos de los principales artistas lebrijanos y una original puesta en escena con retratos en la pared.

La azotea de la Peña Flamenca «Pepe Montaraz» sirvió de escenario para el recital flamenco de Luis Malena con al guitarra de Malena Chico.

flamenco exposición

El director de «El Viajero Alado» presenta la Exposición «Flamenco en Plata».

flamenco recital

Al cante, Luis Malena. A la guitarra, Malena Chico.

Organizan y patrocinan la Caracolá Lebrijana: El Ayuntamiento de Lebrija, la Diputación Provincial y la Consejería de Cultura.

Colaboran: la Peña Flamenca «Pepe Montaraz», la Hermandad de los Gitanos de Lebrija y la Asociación Cultural del Pueblo Gitano.

El Pajarito, un aficionado con sabor a flamenco

Noche previa a la Caracolá en la Casa de la Cultura

Juan Peña «El Pajarito», unos de los aficionados con más sabor del flamenco lebrijano, tenía ganas de demostrar su cante al exigente público lebrijano y que mejor sitio que en una de las actuaciones del programa de la Caracolá 2013.

flamenco lebrija

El cantaor lebrijano Juan Peña «El Pajarito» en la Casa de la Cultura.

Su actuación estuvo a la altura de este evento. Empezó con energía con una soleá, la cual bordó, seguida de una minera y rematando con una seguirilla en la que el aficionado se vació. Juan, acompañado por la guitarra de Curro Vargas, propuso un flamenco serio, directo, profundo, y siempre dándole ese toque personal que él posee, eso sí, no dejando de transmitir en ningún momento de su actuación en la que irremediablemente se dejó mostrar ese inconfundible dejaíllo de su madre y gran aficionada de Lebrija “la Perrenga”.

flamenco guitarra lebrija

Al cante, Juan Peña «El Pajarito». A la guitarra, Curro Vargas.

Solo achacarle que nos dejara con las ganas de escucharle unas cuantas letritas por bulerías, palo que Juan domina con una peculiaridad exquisita.

Texto: José PEÑA VALENCIA.

LA GRAN BODA GITANA

¿Por qué casarnos?

La pregunta se responde en el momento en que tu madre o tu padre te mira, y las lágrimas empiezan a inundar los ojos, y sin querer que se desborde mejilla abajo todo se funde en un abrazo, que lejos de frenar la emoción la hace más fuerte, por que no son lágrimas que quieras contener y siguen cayendo mejilla abajo. Entonces entiendes por qué quieres casarte, la respuesta es bastante sencilla: quieres casarte porque quieres compartir con todos vuestra decisión de pasar la vida juntos.

Ya son las siete de la tarde y la novia se está terminando de vestir. Entre lágrimas contenidas y sonrisas, el peluquero sigue impasible en su trabajo de dejar a la novia deslumbrante, sus padres la miran y miran, son momentos cargados de emoción que, en un acto reflejo, intentan no coincidir las miradas porque eso supone que los ojos dejen caer las lágrimas a borbotones. En la casa del novio la fotógrafa ya ha llegado y la peluquera le da los últimos retoques a la madrina. Se dispone a inmortalizar el momento en que, su madre y su tía, con gran esmero, lo ayudan a terminarse de vestir como si en cada prenda que se pone hubiera tras de si un beso, un ole mi niño, un…

boda gitana novio

La madrina y una tía ayudan a arreglarse al novio.

Él, por su parte, siempre sonriente se deja hacer. Se mira por última vez al espejo y orgulloso de sí mismo se dice: ayá vamos! Sale de la casa y sus hermanos le esperan, no quieren perderse la imagen del novio saliendo de su casa. Se introduce en el coche y se encaminan a la Iglesia de los gitanos «BELÉN» . La novia también sale de su casa y una multitud de gente la esperan haciéndoles un pasillo hasta llegar al coche. Todos murmuran que parece una virgen y en un momento, la multitud rompe en un caluroso aplauso. La novia mira al padre y le dice: no vayas a llorar, como llores, lloro yo.

El novio se planta  en la puerta de la Iglesia a esperar a su prometida siempre del brazo de su madre, dejando ver una leve sonrisa de nerviosismo. La novia empieza a caminar hacia el altar pues el novio ya está esperándola. La madrina mira cómo viene caminando la novia, el novio sigue mirando al frente, solo cuando la novia llega a la altura del novio los dos en un acto sincronizado se miran a los ojos y sueltan una gran sonrisa. Como no puede ser de otra forma, la misa es cantada. Durante la ceremonia, ambos miran al Cristo de los gitanos con el rabillo de ojo que preside el enlace, como si el Cristo los abrazara. Se dan el sí quiero y se encaminan hacia la puerta, pero antes de llegar la familia no puede aguantar más y una garganta sale cantando por bulerías. Los niños que van delante salen bailando, las palmas suenan a compás y los pétalos de rosa y el arroz irrumpen en el aire envolviendo a los novios en un nube de cariño al compás de bulerías.

Boda gitana Lebrija

Los novios y los padrinos brindan delante de los invitados.

Llegan al salón. Enlazan sus manos instintivamente y se paran frente a la puerta. Ya tranquilos después de haberse hecho infinidad de fotos en un photocall, sus caras reflejan una relajación tenue. Los invitados se ponen todos de pie para recibirlos y brindar con ellos. Alzan sus copas, padrinos y novios se miran, levantan sus copas con una sonrisa de oreja a oreja. El padrino mira con ternura a su hija y hacen sonar el cristal de las copas, todos brindan entre oles, vivan los novios y palmas por bulerías .

Los invitados son un y venir de una mesa a otra, pues son de Lebrija, Utrera y Jerez. Todo se convierte en una nube de abrazos, besos, risas y compás en la mesa. Son los niños chicos los primeros en hacer sonar las palmas, los tacones y las gargantas a compás de bulerías. La alegría se desborda y se empiezan a hacer corrillos de gente cantando bajito en un ricón y otro, hasta que los novios se ponen en pie y se dirigen hacia el centro del salón. Todos de inmediato los rodean, de repente una garganta rompe por bulerías y las palmas siguen el compás. Los hermanos son los primeros en saltar al medio del círculo e invitar a los novios a que bailen con ellos. Desde ese momento, los novios son invitados una y otra vez a bailar. Ninguno de los familiares suele hacer un baile completo con los novios, pues espontáneamente se van intercambiado para bailar con los novios. Todo se convierte en un cante tras otro, un baile tras otro.

De repente, el compás cambia de bulerías a alboreá y todos comienzan a girar en torno a los novios y cantando, en un instante son elevados en hombros y un millar de pétalos de rosa caen sobre sus cuerpos. Desde abajo todos  les cantan con los brazos en alto hasta que una mano agarra la camisa del novio y se la parte. Todos intentan conseguir un trozo de la camisa pues representa la cumbre de la celebración. Con la camisa ya rota se le sigue cantando hasta que el compás se para por un momento. Se vuelve a formar el círculo y ahora el baile es más sosegado. Ahora todos los que bailan con los novios cuelgan de sus cuellos una cita con un rosquete como símbolo de prosperidad. Desde entonces y hasta que termine la celebración los cantes son más individuales, ya no se canta tanto para bailar; ahora se canta para escuchar.