Morón cultiva de manera muy especial el toque de la guitarra flamenca

Un concierto de dos piezas de Juan Torre en el Gazpacho Andaluz nos llegó al alma

El «toque de Morón» nos cautivó especialmente en el último Gazpacho Andaluz celebrado en la localidad sevillana a principios del mes de agosto. Especialmente, la guitarra de Juan Torre, que acompañó a Lidia Valle en el baile y que abrió, merecidamente, la segunda parte del festival, tocando con sentimiento alegrías y bulerías que dejaron clavados en sus asientos al personal.

Reproducimos aquí el toque por alegrías:

El Gazpacho Andaluz y el pueblo de Morón de la Frontera cultivan, de forma muy especial, el toque de guitarra, a sabiendas que es seña de la identidad flamenca del municipio. En esta ocasión, la XLVII edición del festival homenajeaba a Manuel Morilla, un virtuoso de la guitarra dedicado toda su vida a enseñar y a perpetuar sus conocimientos y estilo en el tiempo. Juan Torre fue su alumno y el mejor homenaje fue este concierto que nos ofreció desde el alma.

Sobre el toque de Morón hay mucho escrito. La figura de Diego del Gastor es tan atractiva e influyente, que el guitarrista gitano figura omnipresente en cualquier acto o conversación que se tercie sobre la guitarra flamenca en este municipio.

Lo cierto es que hubo buenos guitarristas anteriores a la figura de Diego del Gastor, y también es cierto que no se puede demostrar «científicamente» que su toque hizo escuela. Hay quienes han tomado su senda y, otros, más acedémicos, difierren de su estilo. Quien esté interesado puede leer la investigación sobre «El llamado toque de Morón» de Eusebio Rioja.

La guitarra es, sin duda, la protagonista induscutible de la vida flamenca de Morón de la Frontera, y sus habitantes e instituciones se afanan por conservar una tradición cultural que engrandece al municipio.

Juana Vargas y Luis Carrasco en El Castillo de las Guardas

Los artistas lebrijanos clausuran el próximo 18 de agosto la Feria 2013 junto a Manuel Céspedes

Se trata de un pequeño pueblecito de la provincia de Sevilla, situado en las primeras estribaciones de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y cercano también a la comarca minera de Nerva y Minas de Río Tinto.

En este fin de semana largo, desde el 15 al 18 de agosto, El Castillo de las Guardas celebra su Feria. Y los artistas lebrijanos Juana Vargas al cante, y Luis Carrasco a la guitarra, actúan el último día de Feria: el domingo 18 de agosto, a las 2 y media de la tarde, en la Caseta Municipal. Comparten cartel con el cantaor sevillano Manuel Céspedes, que ha sacado un último disco titulado «Le tengo rabia al silencio».

Tanto Juana Vargas como Luis Carrasco han actuado en varias ocasiones en el mismo escenario, por lo que la compenetración de ambos artistas es cada vez mayor. Ensayan en la Peña Flamenca «Pepe Montaraz» y según nos comentaba la cantaora, este año «está siendo muy bueno» en cuanto a compromisos profesionales se refiere. Suerte!

Pansequito, un clásico en el Gazpacho Andaluz

Destacar a Dorantes, dos espectáculos de baile y el toque característico de la guitarra de Morón

Dedicado a la memoria de Manuel  Morilla, maestro guitarrista que dicen que no se dedicó al mundo de los escenarios porque prefirió enseñar. El evento fue presentado por Manuel Martín Martín, que le dio a la presentación del Gazpacho señorío e  historia, pues en cada presentación, los asistentes al Festival pudimos conocer hechos que rodean al Gazpacho y a los artistas, sintiéndonos nosotros parte de esa historia.

El escenario lo abre Javier Ruiz Barrera, alumno de la Escuela Municipal de Morón de la Frontera. Javier, con tan solo 16 años, ha tenido la oportunidad de subirse a un escenario de los grandes, hecho que da grandeza al Gazpacho, al contar con la gente que está intentando hacerse un hueco en este mundo tan difícil. Comenzó su actuación con unas granaínas, partiendo el hielo con el público y metiéndose de lleno en las cuerdas de su guitarra. Para cerrar nos tocó por bulerías, animando a los asistentes. Decir que el Gazpacho tiene muy a gala el toque de guitarra, pues tienen su toque característico, según nos decía Manuel Martín Martín.

flamenco Morón

Dorantes al piano. Al cante, Esperanza Fernández. Foto: APardal.

Manuel Martín presentó a David Peña Dorantes diciendo: «Escuchar hasta que no se oiga nada» y, en efecto, cuando las teclas de su piano de cola comienzan a sonar, solo se oye su música. Acompañado esta vez por por la cantaora Esperanza Fernández, que no hizo más que cautivar ese silencio que genera el público para transmitirlo al corazón y dejar una sensación de armonía que te recorre todo el cuerpo. En conmemoración del Holocausto nazi, donde también fueron asesinados miles de gitanos, Dorantes nos deleitó con su versión del Himno de los Gitanos. Tampoco faltó una de sus obras maestras: Orobroy. Sus músicos fieles: Javi Ruibal y Francis Pose.

El aficionado Pepe Taranto  nos recordó a los festivales antiguos, portando una figura característica de los cantaores. Reconocido por sus letras comprometidas con los derechos de los trabajadores, comenzó con  unos fandangos, siguió por soleá, para terminar con una seguiriya que convenció al público.

flamenco Morón

La bailaora de Morón de la Frontera, Lidia Valle. Foto: APardal.

Lidia Valle se acompañó del cante de Inmaculada Rivero, Mercedes Cortés, Tali de la Isla y Jesús Flores, con la guitarra de Juan Torres para establecer un antes y un después en el escenario, bailando soleá por bulería ytransmitiendo la sabiduría de cómo se baila en Morón, con personalidad y fuerza, como si estuviera hirvanando el baile con el cante, haciendo uno solo y terminando su actuación por bulerías, derrochando estilo propio.

flamenco Morón

Pansequito, al cante. A la guitarra, Diego Amaya. Foto: APardal.

Pansequito comenzó su actuación por alegrías, haciendo disfrutar al público que lo agradeció en un sonoro aplauso. Le siguió una soleá donde demostró el conocimiento del cante y el gran repertorio de letras que tiene. Después de unas mineras, acabó su actuación por bulerías haciendo gala de su maestría , compás  y la claridad de sus letras, pues se podían entender todas y cada una de ellas. Hizo una actuación perfecta.

flamenco Morón

El bailaor Jairo Barrull. Canta El Galli. Foto: APardal.

La organización decidió cerrar con baile el festival. El encargado de hacerlo fue el bailaor Jairo Barrull,  hijo de familia bailaora. Demostró el poderío de su baile, que sin apenas mover los brazos pero con un taconeo fantástico demostró su estilo con raza. Arropado por el cante de Moi de Morón, El Galli y Juan José Amador, establecieron un clima de satisfacción que hizo que la noche del Gazpacho fuera redonda, arrancando un caluroso aplauso del público.