El cantaor aficionado comienza su recital haciendo honores a El Lebrijano y su disco Persecución
Todos sabemos en Lebrija que el cantaor que mejor emula a Juan Peña El Lebrijano es el aficionado Antonio Peña, que ha vuelto a traer a los escenarios temas tan universales como los Cinco Faroles con un eco aparente que transmite la emoción de lo conocido y la riqueza de un legado.
Pero Antonio Peña participó en el ciclo A Cielo Abierto de las #azoteasFlamencas de la Peña de Lebrija con otra finalidad: la de poner en pie toda una sucesión de cantes diversos que dan cuenta del gran trabajo que viene haciendo acompañado de la guitarra de Benito Velázquez y lo que les queda por decir. Atentos al mes de octubre.
Comienza Benito Velázquez con maestría poniendo sobre le escenario una rondeña instrumental, mirando a Málaga en los abandolaos primero más pausado y después con las palmas a cargo de Sergio y Raúl. Y después de esto por todo lo alto el gran himno reivindicativo ideado por El Lebrijano con letra de Félix Grande, un grito de denuncia contra sus majestades católicas Isabel y Fernando, que dictaron las leyes para que los gitanos abandonasen sus costumbres e identidad, lo que fue el comienzo de la persecución histórica e institucional contra los gitanos, apenas unos años después de esa efeméride que se celebra este año de los 600 años de la entrada de los primeros gitanos en la Península ibérica.
Por soleá Antonio Peña se agarra los machos y por cantiñas de Pinini se va acercando más y más a la manera de cantar en Lebrija, que ya no es solamente la del Lebrijano sino la que da seña de identidad a toda una tierra de cante gitano: «A Pinini yo lo vi en la puerta del corral, con los carneros adentro y sin poderlos sacar». Sigue Antonio Peña por derecho con los tientos que apura a ritmo de tangos, con el compás y la frescura que le caracteriza. Y vamos por la novedad: Antonio Peña se atreve con la soleá apolá, una variante que aunque está poco exprimida en el flamenco no deja de situarse en la esencia.
Antonio Peña se alivia con unos tanguitos rocieros con estribillo y todo antes de meterse por bulerías, donde está sobrado de compás. Hasta los comentarios los mete a compás, sabiéndose rodeado de familia y amigos, que participan de la fiesta. Lleno absoluto y público entregado. Olé.
Buen ciclo de flamencos aficionados que continúa el próximo jueves, 21 de agosto, con Juan Peña «El Pajarito» acompañado de la guitarra de Curro Vargas.

















