Los lebrijanos pueden disfrutar de la EXPOFLAMENCO, EXPACIO COMPARTIDO al aire libre

Más allá de la estética de las imágenes, Pedro Carrasco y Araceli Pardal están haciendo un testimonio para la historia

Caracolá

Inauguración EXPOFLAMENCO, ESPACIO COMPARTIDO

Tardes de julio. Tiempo de cuaresma flamenca, donde se preparan los aficionados al cante, al festival flamenco por antonomasia: la Caracolá Lebrijana, más aún en sus bodas de oro.

Dentro de estas actividades preparatorias es de destacar la exposición inaugurada en las calles céntricas de Lebrija de los compañeros Araceli Pardal y Pedro Carrasco. Más allá de la calidad y estética de las imágenes que nos deleitan la vista, yo pondría en valor de esta pareja lunática del cante gitano y de todo lo que lo envuelve. Ellos, sin darse cuenta, están haciendo un testimonio que quedará para la historia cuando pase el tiempo inexorable, pero quedarán los testimonios gráficos.

Más aún, hacen un estudio antropológico del flamenco y sus gentes. Os doy mi enhorabuena y seguid luchando por este arte nuestro.

Dejamos en este álbum imágenes de la jornada de inauguración, presidida por la alcaldesa de Lebrija, María José Fernández, y la delegada de Cultura, Tamara Carrasco; además de colectivos como la Hermandad del Ecce – Homo y la Peña Flamenca «Pepe Montaraz»:

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CRÍTICA FLAMENCA_Recital de ARGENTINA en el Teatro Municipal de Lebrija

Los compañeros de la cantaora onubense, destacando el Torombo, la llevaban en volandas

La verdad es que estuvimos el pasado sábado muy entretenidos y felices con el espectáculo que nos proponía la cantaora de Huelva. Fue ameno y para nada aburrido, Argentina se juntó con unos compañeros que la llebavan en volandas. Resaltar al Torombo, era un volcán sobre la silla, con sus compañeros Diego Montoya y Joselito Carrasco a la percusión.

Ya desgranado los cantes, comenzó con un tema por bulerías para partir el hielo. Con su segundo cante, nos desgranó su visión sobre las variedades de tangos; la serrana no fue muy acertada, quizás demasiado compás y rápida.

A continuación, nos propuso una soleá quizás demasiado larga de duración. Sigue la noche y nos vienen unos abandolados muy bien terciados, rematando con la verdial. Sigue Argentina con su sinergia y nos trae granaína y media, para mí el mejor cante de la noche sin duda. Para rematar la primera parte de la noche, nos obsequia con un cuplé por bulerías llegando al público asistente.

Para abrir la segunda parte, seguiriyas no profundizando en las epidermis y rematando con el macho de la piriñaca. A continuación, cantiñas donde se acerca a Lebrija, también se acerca en las primeras letras de las bulerías.

Para finalizar con su cante los fandangos de toda Huelva, se mueve como el pez en el agua. Con el público en pie le piden un bis finalizando con ese bailaor, el Torombo, toreando sobre las tablas del «Juan Bernabé».

JOSÉ VALENCIA: evolución y genio

CRÍTICA FLAMENCA_Nuestro colaborador define como la TORMENTA PERFECTA el Directo de José Valencia en Lebrija

Sobre un escenario minimalista, presentó José Valencia a modo de prólogo cantaor lo que venía a proponernos. No es fácil la empresa, pero lo logra con la facilidad de concatenación de los que son los genios. No me quedaría solo con lo que cantó, las formas, el gusto de sus cantes, su impronta, su manera de moverse como pez en el agua sobre el escenario, es mucho más…

Comenzó como hemos dicho antes, con un prólogo de lo que iba ser la noche, desgranando cuatro palos de distintas tesituras en poco tiempo con mucha maestría. Ya con más tranquilidad, Manuel Parrilla le entona para comenzar su granaína, donde José empieza a templarse. Con la malagueña estuvo más a gusto la tormenta iba tomando forma. Uno de los rayos de esa tormenta fue la soleá, comienza a nudillos por esos genios del soniquete: el tío Bobote, con Manuel y Juan Diego Valencia, con Parrilla genial y el cantaor a gustísimo en los cantes de levante. José nos enriquecía nuestros oídos.

Otro momento que nos encandilo fue con el tema por bulerías, donde él mismo nadaba por el escenario poderoso y el público cada vez más metido en la tormenta. Maravillosa la sonanta de Juan Requena en los tangos, se ve la empatía de ambos.

Para mí lo mejor de la noche fue la serrana, fue donde sentí más el cante de José Valencia, jugando con los altos y bajos maestramente, fue de éxtasis. Las cantiñas fueron prodigiosas, todo, no le faltó un peregil. Este cante se ha apoderado de él, es suyo, las maneras de salir, de entrar, de esperar, de llegar, le ha dado una vuelta de tuerca. Son suyas, para lo cual la guitarra de Requena es primordial, la manera de llevarlo.

Ya con la tormenta perfecta desencadenada, el cénit Lebrija en su máxima expresión, poniendo a los aficionados en pie. José Valencia aprendió de sus gentes el cante, se ha curtido por los escenarios de mundo y ahora es catedrático.