Biografía de INÉS BACÁN, BENDITA MEMORIA

La cantaora Inés Bacán encuentra su verdad en los cantes de Lebrija y en la memoria de su privilegiada familia gitana

La cantaora Inés Bacán desciende de una de las familias gitanas con más solera de la baja Andalucía: bisnieta de Fernando Peña Soto Pinini, y nieta de su hija Fernanda y Juan El Funi. Sobrina nieta de María Peña, a quien escuchó cantar en la intimidad familiar.

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La cantaora Inés Bacán

Hija de Bastián Bacán (legatario de los cantes de Juaniquín y de su tío Benito -el padre de Pepa de Benito-) y de Ana Peña (descendiente de Pedro Peña El Pelao). Sobrina paterna del chache Lagaña y la chacha Inés, que se cantaba y se bailaba con mucha gracia. Hermana de Pedro Bacán (reconocido músico y guitarrista) y de Juan Bacán (gran conocedor de los cantes de su familia).

Sobrina de Pepa de Utrera y de Fernanda y Bernarda de Utrera. Y prima hermana, entre otros muchos, de Juan Peña El Lebrijano, Miguel Funi y Pedro Peña.

Inés Bacán cantaba desde que tenía doce años, todo aprendido principalmente de su padre Bastián Bacán, que la enseñó a versificar los cantes. Pero su retraimiento le impedía expresarlo ante los demás. Solo su timidez la retrajo para hacerse profesional, como lo constata que en los albores de los años 90 del pasado siglo, la acogiera el público como la última sorpresa del clan de los Pininis.

INÉS Y SU HERMANO PEDRO BACÁN

Un día, Pedro Bacán escuchó cantar a su hermana Inés y a los tres meses, en noviembre de 1990, la llevó al Rancho del Chiri para hacerla debutar en los volúmenes discográficos 3 y 4 de Noches Gitanas de Lebrija.

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#EspacioJondo Inés Bacán en el Patio de la Clavería de Lebrija

A partir de ahí, Inés Bacán participó en los espectáculos de su hermano Pedro como:

1990. Nuestra Historia al Sur.

1992. Al Son del 3×4. De la Soleá a la Bulería, que fue estrenado en la Cartuja de Sevilla con motivo de la séptima edición de la Bienal de Flamenco.

1993. Cien años de cante, de Pedro Peña.

1994. El Clan de los Pinini.

1996. Marisma. Del Pentagrama a la Fuente, estrenado en Mont de Marsan y después representado en la Bienal de Flamenco de Sevilla de este mismo año.

Su hermano y mentor Pedro Bacán, que fue quien descubrió al mundo el talento natural de Inés, murió en el año 1997 por accidente de tráfico. Aquel fatídico 26 de enero de 1997 marcó a Inés para siempre. Pedro era su guía, sus pies para andar por el arte. Inés pensó en dejarlo todo pero se echó adelante porque no le podía fallar a su hermano, como así lo confirmó en los espectáculos, festivales y una producción discográfica que le avala en su carrera musical.

SU PRODUCCIÓN DISCOGRÁFICA

- Noches Gitanas de Lebrija (1990). Cuatro volúmenes de cante gitano de Lebrija que grabó el guitarrista desaparecido Pedro Bacán, con la producción de su amigo Miguel Alcalá. Un proyecto sonoro de grandes dimensiones artísticas que debe estar en cualquier fonoteca que se precie de institución pública o aficionado al flamenco.

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INÉS BACÁN y ANTONIO MOYA en el ciclo Íntimos de Triana en Flamenquerías

Inés Bacán cuenta además con cuatro discos en solitario:

- De Viva Voz (Producido en Francia en la compañía Auvidis en 1995). Contiene la nana Cansada Marisma, entre otros temas. Guitarras de Pedro Bacán y de Antonio Moya.

- Soledad sonora, con la guitarra de Moraíto Chico (Dirigido por Frederic Deval y producido en Francia con la misma compañía Auvidis en 1998).

- Pasión (2003). Con las guitarras de Antonio Moya y Pedro María Peña.

- Serrana (2017) con la guitarra de Pedro Soler y el violonchelo de su hijoGaspar Claus.

Mientras que su voz de siglos aparece en otros volúmenes de la historia del flamenco:

- Marisma. Del pentagrama a la fuente (1996). Disco póstumo de Pedro Bacán producido por la Bienal de Flamenco de Sevilla en el que Inés Bacán interpreta el primer tema Fantasía-Nana.

- Pedro Bacán y el Clan de los Pinini (1997).

- Orobroy (1998), de David P. Dorantes. En el que Inés Bacán interpreta la Nana de los Luceros.

- Diez Años de Pasión (1999), del Festival de Mont de Marsan. Este disco se graba con el patrocinio del gobierno regional de Les Landes y la dirección de Pedro María Peña. Inés Bacán interpreta la soleá Qué alegría ser gitano.

- Colección de Manuel Morao y gitanos de Jerez. Evocación a Fernando Terremoto (en compás de origen) en el que Inés Bacán interpreta bulerías y soleá, además de participar en la ronda de martinetes final. En este volúmen participa Chocolate, María Vargas y el propio Fernando Terremoto.

- Los Peñas. Cantos vividos (1999), el álbum navideño capitaneado por su primo Pedro Peña.

- La Cité invisible (Rencontre à Casablanca) (2006), con Benat Achiary y la guitarra de Pedro Soler, entre otros. Un encuentro grabado (CD) en el país vecinos de Marruecos.

FESTIVALES, PREMIOS Y CINE

La carrera profesional de Inés Bacán va creciendo a partir de la década de los 90. Su participación en los festivales flamencos es constante, en las peñas de Andalucía y, sobre todo, en el extranjero, en donde la reconocen como último baluarte de un flamenco auténtico difícil de presenciar.

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#EspacioJondo Inés Bacán en el Patio de la Clavería de Lebrija

Destacamos con más detalle sus intervenciones en la Bienal de Flamenco de Sevilla y en el festival de su ciudad natal, la Caracolá Lebrijana:

BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA: Su participación en la Bienal es amplia, bien como integrante de un espectáculo, como artistas invitada de varios compañeros suyos, o cantaora con su propia propuesta. Algunas de estas ocasiones son:

1998. Mujeres de Arte, de la X Bienal de Flamenco de Sevilla. Con La Macanita, Juana la del Revuelo y Juana Amaya.

2000. Flamenco a Dos, en la XI Bienal de Flamenco de Sevilla. En el Teatro Alameda tuvo un mano a mano con el admiradísimo Curro Malena.

2008. De la mar al fuego, en el Teatro de la Maestranza en la XV Bienal de Flamenco de Sevilla, que reúne artistas de Cádiz, Jerez, Utrera y Sevilla, y en el que aparece junto a Concha Vargas, José Valencia y la guitarra de Antonio Malena.

2010. Primos y Hermanos, con Pedro Peña y bajo la dirección de Tere Peña, en el Festival de Jerez. Esta propuesta que se reedita bajo el nombre de Negro como la Endrina en la Bienal de Flamenco de 2010.

2014. Doble presencia de Inés Bacán en la XVIII Bienal  de Flamenco de Sevilla, tanto en el concierto En Estado Puro (con idea y dirección de Tere Peña) como en la gala de clausura El Cante de escribe con L, un reconocimiento glorioso a Juan El Lebrijano bajo la dirección de Pedro María Peña.

2018. Luna Nueva, dirigido por Sebastián Bacán Chico (hijo de Pedro Bacán) en la XX Bienal de Flamenco, en el que Inés comparte escenario con su familia más próxima, como su hermano Juan, su prima Concha la del Lagaña o Miguel Funi hijo, entre otros. En este mismo año en la Bienal actúa como artista invitada de Tomás de Perrate en el estreno de su concierto Soleá Sola.

2018. Con el Niño de Gines en la XX Bienal de Flamenco de Sevilla en el recital “Cien años de cante” en la Iglesia de San Luis de los Franceses.

2020. Memoria de una Superviviente, en la XXI Bienal de Flamenco de Sevilla, espectáculo basado en los recuerdos de su abuela Fernanda de Funi y las aportaciones de su hijo José Bacán.

CARACOLÁ LEBRIJANA: Inés Bacán recorre los escenarios de los festivales flamencos, especialmente del festival de su localidad natal, la Caracolá Lebrijana. Listado de Caracolás en las que interviene Inés Bacán:

- La XXXII Caracolá del año 1997 se dedicó a la figura del guitarrista Pedro Bacán, tristemente desaparecido ese mismo año. Actuaron los artistas lebrijanos: Juan Peña El Lebrijano, Curro Malena, Manuel de Paula, Pepe Montaraz, José de Lebrija y su hermana Inés Bacán. Concha Vargas al baile y las guitarras de Pedro Peña y Manuel de Palma.

- La XXXIV Caracolá del año 1999, Inés Bacán (acompañada de la guitarra de Antonio Malena) comparte cartel con La Macanita y otros artistas. Al baile Antonio El Pipa.

- La XXXVII Caracolá Lebrijana del año 2002 tiene un cartel íntegramente formado por mujeres cantaoras, entre las que se encuentra Inés Bacán. Esta Caracolá se celebra en el Campo de Deportes del Convento de San Francisco con un gran aforo.

- La XXXIX Caracolá del año 2004, en la que actúa entre los artistas de Lebrija un joven Arcángel y Esperanza Fernández.

- La XLII Caracolá del año 2007, en la que recibe el Caracol de oro Miguel Funi y se hace homenaje a Bastián Bacán y a Diego El Lagaña.

- La XLV Caracolá en el año 2010, ya en la Plaza del Hospitalillo. Inés Bacán canta dentro del espectáculo Primos y Hermanos en el que intervienen Pedro Peña y Carmen de Quintín (al cante); Concha Vargas, Diego de la Margara y Fernanda Funi (al baile); Pedro María Peña e Izán Miguel, a la guitarra, y Antonio el Pelao y Vicente Romaní en el compás de las palmas.

- La IL Caracolá en el año 2014. Inés Bacán canta con la guitarra de Pedro María Peña y las palmas de Vicente Peña y José Bacán.

- La L Caracolá Lebrijana en el año 2015 en la que participan todos los artistas de Lebrija y se celebra el medio siglo del festival flamenco.

- La LI Caracolá Lebrijana en el año 2016 cambia de formato y se convierte en un festival de mayor duración y diversidad de escenarios. Inés Bacán ofrece un íntimo recital en el Patio de la Clavería que quedará para la historia.

- La LII Caracolá celebrada en el año 2017 incluye el espectáculo Solera en el que Inés Bacán comparte cartel con otros artistas como Diego el Cabrillero, su hermano Juan Bacán, Curro vargas y Manuel de la Costá entre otros.

- La LIV Caracolá Lebrijana del año 2019, en la que el cantaor flamenco Manuel de Paula recibe el Caracol de Oro. Inés Bacán da un recital en el Patio de los Naranjos de Lebrija, compartiendo la noche con María José Carrasco.

- La 55 edición de la Caracolá Lebrijana no se celebra por motivo de la pandemia del coronavirus y en noviembre se rinde tributo al festival flamenco con el ciclo del #otoñoFlamenco en el que participa Inés Bacán junto a otros artistas de Lebrija.

- En la 56 edición de la Caracolá Lebrijana en el año 2021, Inés Bacán canta como artista invitada acompañada de la guitarra de Pedro maría peña en el espectáculo homenaje a el caracol de oro que recibe Pedro Peña Fernández en la Plaza del Hospitalillo.

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56 Caracolá Lebrijana 2021_Pedro María Peña e Inés bacán

OTROS ESPECTÁCULOS FLAMENCOS en los que interviene Inés:

2006. Tábula Rasa, una puesta en escena de Israel Galván con el cante de Inés Bacán y el piano de Diego Amador. Se considera la propuesta más radical y desnuda del bailaor.

2007. Alhuricán en Verde y Azul, propuesta que hace referencia a las claves de Pedro Bacán con su hijo Sebastián Bacán y su hermana Inés, además de otros artistas.

2011. La Curva. Israel Galván vuelve a contar con la voz de Inés para el estreno en Suiza de este espectáculo que sigue replanteando su vocabulario flamenco. Se acompaña del piano de Sylvie Courvoisier, el cante de Inés Bacán y el toque y palmas  del genial Bobote. Con este espectáculo están en la programación del Festival Flamenco de Nimes en el año 2012.

2013. Dinero, dirigida por José Luis Ortiz Nuevo en la I Muestra de Flamenco del Teatro Central de Sevilla. Inés Bacán es coprotagonista junto a la voz de Paco Taranto, ambos con la guitarra de Pedro Barragán.

2015. El Compás que nos une, dirigido por Manolito Pelusa en la Ópera de Rennes (Francia).

2015. Pasión, de Tere Peña. Inés Bacán comparte escenario con Dolores Agujetas, Mari Peña y Carmen Ledesma, con la guitarra de Antonio Moya. El espectáculo se representa en los Jueves Flamencos de CajaSol y recorre algunos otros escenarios como el del Gazpacho Andaluz de Morón.

2017. El espectáculo No m’Arrecojo, con el que Diego Carrasco celebra sus 50 años de profesión bajo la dirección de Pedro María Peña.

2019. Mujeres de Cal y Cante, de María del Mar Moreno, que clausuró la 52 Fiesta de la Bulería de Jerez.

Inés Bacán es una de las cantaoras más contratadas en una Europa que encuentra en ella una voz única e inalcanzable. Francia se convierte en su segunda casa, y después de debutar en este país en 1992 en la Ópera de Vichy, actúa en numerosas ocasiones en el Festival Flamenco de Mont de Marsan y en el Festival Flamenco de Nîmes.

2003. Mont de Marsan con el espectáculo Entre Lebrija y Utrera, en el que participaban Gaspar de Utrera, Pepa de Benito y la guitarra de Antonio Moya.

1993. IV Semana Cultual de la Peña Juan Talega de Dos Hermanas, en la que se hizo la exaltación a las ilustrísimas Bernarda y Fernanda de Utrera.

1994. Inés Bacán participa su en el IX Ciclo Conocer el Flamenco, en las V Jornadas de Estudio Flamenco de Marbella, y destaca en el VI Festival de Mont de Marsan, en el Festival de Artes y en el Palacio Papal de Aviñón.

1994. XXXIII Festival de Cante Jondo Antonio Mairena, con Pepa de Benito, Concha Vargas, Carmen Ledesma, Dieguito la Margara, entre otros.

Pero son los mano a mano el mejor caldo para afrontar desafíos y reveses:

2001. Con Tina Pavón en los Jueves Flamencos de El Monte bajo el título de la Mujer en el Cante.

2008. Con Manuel de Paula, en homenaje a Juan Peña El Lebrijano. En la XXIII Semana de Estudios Flamencos en la Peña Flamenca de Jaén.

2011. Con Tomás de Perrate en la Herencia Jonda de Cajasol.

2017: Festival de Arte Sacro de Madrid. Con la guitarra de Pedro Soler y el violonchelo de Gaspar Claus.

2018. 62 Potaje Gitano de Utrera en el que Inés Bacán comparte cartel con Manuel Moreno El Pele, entre otros.

2019: Íntimos de Triana. Con la guitarra de Antonio Moya.

2022: Festival Flamenco de Nîmes acompañada de la guitarra de Domingo Rubichi.

PELÍCULAS DE CINE En el año 1995, Inés Bacán grabó junto a su hermano Pedro la película Inés, ma soeur (Inés, hermana mía), documental dirigido por Carol Fierz en torno a dos figuras claves del género: Pedro Bacán e Inés Bacán. Un largometraje de 59 minutos grabado en versión original y subtitulada en francés. Junto a la película, se distribuye el concierto grabado en directo Pedro Bacán y el Clan de los Pinini.

2020. También en el cine, el público del Festival de Cine Europeo de Sevilla tuvo la oportunidad de disfrutar de Inés Bacán en la pantalla grande en la película de Gonzalo García Pelayo y Pedro G Romero Nueve Sevillas.

GALARDONES Inés Bacán cuenta en su haber con galardones de reconocido prestigio, como el premio Tío Luis el de la Juliana de 2004, otorgado en Madrid en el festival del mismo nombre; y la concepción de la XXVII Palma de Plata Ciudad de Algeciras, en el año 2019, que consiguió junto a Juana la del Pipa y Dolores Agujetas.

PERO ES SU CANTE LO QUE INTERESA

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Disco SERRANA de Inés Bacán con Pedro Soler y Gaspar Claus

Reproducimos aquí las palabras de Manuel Martín Martín en el homenaje a Inés Bacán por parte de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Sevilla, sobre el cante de Inés “que es lo que más nos interesa a los analistas y resulta clave para acercarnos al personaje”:

“De entrada, cuando apareció en escena Inés Peña en los albores de los 90 del pasado siglo, la acogimos como una de las últimas revelaciones del cante gitano. En ella habitaba el dolor reflexivo de la fiesta y el almibarado del intimismo cantaor. Ambos ejecutados, no por el potencial de una voz, tan en boga entonces y ahora, sino por su capacidad de transmisión. Todo lo que no sea transmisión convierte al flamenco en un subgénero.

Con grandes cualidades emocionales, por lo que a nadie le extrañó que se trataba de una cantaora con un discurso interpretativo distinto. Pues su nobleza expresiva y la frescura de su inspiración eran capaces de enjoyar el alma del más exigente.

Y es que el cante está siempre en el camino, pero de vez en cuando necesita pararse y desarrollar el rito de acariciar prendiendo fuego. Y ahí nos encontramos con Inés Bacán, cuya propuesta se encarnaba en imágenes vividas e impregnadas con una concentrada emoción que compartían sobre todo los exigentes, dado que brindaba un caudal de sensaciones de decisiva importancia. Y con un diseño interior que fusionaba en su garganta con la precisión de los engranajes en una maquinaria. Con este relato, la cantaora, a la que definí en sus comienzos profesionales como ‘la voz de azúcar cande de Lebrija’, es ya una realidad documentable que abarca todas las notas cromáticas en su extensión.

Merced sobre todo a un lenguaje expresivo inundado de una cascada de sonidos jondos encabalgados en una demostración deslumbrante del dolor que subyace en lo más primario del cante.

El cante de Inés está influenciado en primer lugar, obviamente por su padre, Bastián Bacán. Y luego por su tía María Peña, y su abuela Fernanda. Aunque andando el tiempo, y por haber escuchado a los tres, llegaríamos a la conclusión de que Inés Bacán no se parece a nadie. Tiene en el fondo de su fonoteca referencias de Fernanda la Vieja, tiene la entonación de popá Pinini, los dejos fatales de tía Luisa, el influjo de la chacha Carmen, la singularidad de María Peña y los duendes de tío Benito. En tal sentido, su cadencioso engranaje lo administra desde las variantes de sus antecesores, entre los que encontramos la influencia que en ella ejerció la chacha Carmen. Referencia a las cantiñas de Fernanda la Vieja, en su evocación a Pinini, así como de la chacha Luisa en su lacerante seguiriya. De María Peña, a la que rememora desde la soleá por bulerías y hasta del tío Benito, el de Pinini, el gran legatario de esos cantes de Juaniquín que quedan aún en la memoria. Sin olvidar el sabor familiar que le da el romance, los tientos tangos, las bulerías de Antonia Pozo, el taranto o la nana del mar de su hijo José.

A mayor abundamiento, hay que indicar que la soleá/bulería la concibe Inés desde Lebrija a Utrera, desde el estilo más conocido de Juaniquín a los cantes que su tía abuela María Peña recreó a partir de los aires alcalareños. Pasando por el cante que hacía tío Benito de Pinini o la clásica bulería de Jerez.

La excencialidad de su propuesta, hay que subrayar, que también radica en hacer de su garganta una delicada pieza de engranaje para explorar sin complejos los timbres y melodías de la soleá paterna, los múltiples contrastes entre las seguiriyas portuenses de Tomás el Nitri y la del sanluqueño Tuerto de la Peña, con los matices jerezanos de Paco La Luz. O los gaditanos de Francisco La Perla, además de seguir la línea familiar para afrontar los fandangos de Pepa Aznalcóllar.

Definida por tanto la tipología del repertorio de Inés, no queda más que cerrar los ojos y constatar que escucharla es como recordar el sueño alumbrado de la madrugada. El candor tan febril que pone al fandango, el resplandor que da a la soleá o el impacto abrasador que deja en la seguiriya, sobrevive a la ralentización de los tientos, o a esa uniformidad melódica tan contradictoria a veces que se le atribuye. Lo que no impide para que, con la turbada candidez que pone a la bulería arromanceada de la tierra, aspire a alcanzar el sol iluminado de un día sin fecha.

Y todo gracias a la franqueza de una voz íntima, una voz familiar. Una voz que desde el afecto, lo mismo pude quebrarte el alma por martinete, que te hace reflexionar con la cadencia de la bambera o la serrana con el macho. Cantes todos que, rescatados del pozo musical donde la chacha Carmen iba a por agua sin soga, marcan el tiempo de nuestro recuerdo. Viejos sones con los que Lebrija borda la bandera de la libertad de la mujer cantaora.

Inés Bacán, como buena y cabal lebrijana, ansía ser por consiguiente un lechado de clasicismo gitano según Lebrija. De ahí que no más abrirse los espacios del cante, provoque un gran impacto emocional y haga efectiva su gestión. Deposite en los estilos esa fuerza dramática indispensable para dejar huella, logro que solo se consigue con un sonido robusto, sólido, y por supuesto facilidad para recorrer los registros.

Inés Bacán, una cantaora tan natural que es reacia a cualquier clasificación, al menos a las habituales. Y es a ella a la que se rinde público reconocimiento justo cuando se cumple el 51 aniversario del adiós de Pastora Pavón, el símbolo del triunfo de la mujer en un género en el que, como en otros órdenes de la vida, históricamente y por razones sociales que no creo yo que por discriminación, el predominio ha correspondido al hombre.

Inés Bacán es una cantaora de este tiempo, a quien a fin de encontrar su propia voz, se muestra ligada a la herencia familiar. Una voz del rosal del cante gitano, que si está en la raíz del grito es porque tiene sobrados méritos para abrasarnos a medida en que las melodías se corporavizan en una garganta que, si busca la hoguera para quemarse en ella, es porque regresa a la fuente de la que tantos bebieron. Y todo porque solo aquellas cantaoras que encarnan los aportes de su gente de manera profunda, que tienen vivencias y que están empapadas principalmente de muy buenas escuchas, pueden banagloriarse de ser la memoria que vence al tiempo”.

* Palabras pronunciadas por Manuel Martín Martín en la conferencia/homenaje a Inés Bacán de las Peñas Flamencas de Sevilla en diciembre de 2020.

Conferencia CONCHA VARGAS, EL GENIO FLAMENCO

Reconocimiento de la figura de Concha Vargas como mujer, gitana y artista, un temperamento singular que ya forma parte de la historia del flamenco

El baile de la lebrijana Concha Vargas podría situarse en el eje principal de la tradición gitana, el arte que se transmite y que continúa pegado a la tierra a lo largo de los siglos. Sin embargo la bailaora, en sus 50 años de vida profesional sobre los escenarios, se ha atrevido con todo. Concha Vargas ha hecho de la formación una especialidad flamenca. Sus viajes a Japón han creado escuela y en sus clases, se ha llegado a pagar por solo mirar. En esta charla sobre Concha Vargas vamos a reconocer su figura, mujer, gitana y artista, y exploraremos los distintos ángulos de un temperamento singular que ya forma parte de la historia del flamenco.

Concha Vargas_Introducción.

Concha Vargas_ROMINIA Mujer Gitana.

Concha Vargas_La formación / Japón.

Concha Vargas_La transgresión.

UN AMBIENTE PRIVILEGIADO

Concha Vargas se crió en un ambiente privilegiado. Su padre se relacionaba con los que estaban por aquel entonces en la cima del cante grande. Tratante de ganado, su oficio le daba pie a terminar los negocios en su casa, de fiesta rodeado de grandes figuras. La Feria de Sevilla, la feria de Abril, era no hace tanto tiempo una feria de ganado. Se celebraba en el Prado de San Sebastián y el ambiente en las casetas era auténtico, sin tanta música amplificada, sin altavoces. Ricardo Pachón describe en un artículo “aquella liturgia de la verdad flamenca” de aquellos años de gloria en Sevilla:

“En la caseta de don Ángel Camacho estaría la tribu de Morón, en torno a Diego del Gastor, y nombra a Joselero, a Fernanda y Bernarda, a Paco Valdepeñas…. En la caseta de la Peña Oromana de Alcalá de Guadaíra seguro que estaba Juan Talega, Antonio Mairena, Melchor de Marchena, Manolito de María, Curro Fernández, Rafael el Negro, Matilde Coral…” y nombra a Quintín Vargas. Había más casetas, la de la Venta de Vargas donde un jovencísimo Camarón alternaba con Rancapino Viejo, Chano Lobato, el Beni de Cádiz… algunos de estos artistas terminaban al amanecer en la casa de Quintín Vargas si había algo que celebrar.

Por eso Concha lo primero que aprendió fue a escuchar el cante. Y por eso la niña empezó a bailar con esas maneras de la mano de su maestro Pepe Ríos. Ya hemos hablado de aquel primer Gazpacho de Morón, pero es que en tan solo 2 o 3 años, Conchita Vargas había actuado ya formando parte del cartel en los mejores festivales flamencos. Mirad lo que dice el crítico del Festival de Mairena de 1969, un festival que tenía fama de exigente porque allí se consideraba que estaba “la vara de medir” el cante.

Leo literal: “Primero en Lebrija y después en Marchena, vimos bailar a Concha Vargas. Nuestra modesta profecía se vio confirmada en Mairena, cuando aquel público tan entendido aplaudía a rabiar a la jovencísima bailaora, impresionante de majestad, garbo, verdad sin trampa y hondura legítima. Conchita Vargas, de 13 años, triunfó incluso a muy larga distancia de nombres consagrados. Su porvenir es cada vez más sonriente y ahora sí que es cierto el camino, después de los aplausos de Mairena”.

LEBRIJA: UN COMPÁS DIFERENTE

Ese camino ciertamente se llenó de éxitos, de trabajo, de espectáculos y de momentos vividos, algunos de los cuales hemos señalado aquí sin tener la intención de enumerarlos todos. Pero esta última parte de la conferencia va dedicada a Lebrija y aquí queremos volver. Decía el Lebrijano que la música es el arte de componer los sonidos con el tiempo. Y Lebrija tiene esa forma particular de componer, de hacer el compás.

Lo saben, de manera intuitiva, las familias gitanas de Lebrija, que se han encargado de salvaguardar este tesoro cultural que es el flamenco. También han dado sobradas muestras de ello los artistas lebrijanos, incluso los más jóvenes. Muchos artistas lo atestiguan con el cante, y con la guitarra, ¿pero y el baile? ¿Hay una forma de bailar que siga ese tiempo que se marca en Lebrija? El baile de Lebrija se llama, sin lugar a dudas, Concha Vargas.

Concha Vargas le baila al cante. Cuando el cante coge por los derroteros arromanzaos del compás lebrijano, Concha se recoge y a la vez se agranda, marca el compás con sus pies y de medio cuerpo para arriba dibuja en el aire una figura difícil de descifrar, se ha formado a través de los tiempos.

La sabiduría que se pasa de generación en generación. Una manera de expresarse que se hereda y que responde a las vivencias, no solo vividas por ti, sino transmitidas de madres a hijos. Para Concha Vargas el baile es su vida.

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Conferencia Concha Vargas, El Genio Flamenco_53 Caracolá, julio 2018

Concha Vargas no solo representa el baile de Lebrija, sino que además vive en Lebrija. Parece un detalle menor, pero es un hecho que deberíamos valorar, es una circunstancia que le da valor o caché a nuestro pueblo. Primero, porque hay decenas de niñas y mayores que se forman en sus clases, pero también porque la personalidad generosa y arrolladora de Concha Vargas hace que en cualquier lugar te puedas encontrar con un momento único en el que Concha, de manera improvisada y sin necesidad de escenario, se arranque a bailar. Bueno, cualquier momento y cualquier lugar no. Tiene que haber una reunión de gitanos buenos y que se esté cantando bien. Pero yo eso lo he visto, levantarse de su mesa, por ejemplo en el Bar Bocho, y bailar a pie de barra dándole rango superior a esos lugares efímeros del flamenco de los que hablamos en nuestra Ruta Cultural por la Lebrija Flamenca.

Concha vive en Lebrija con toda su familia, que la acompaña también en el mundo del arte. Su hija Carmen, que aprendió a cantar antes que a hablar, y que forma con ella una de las parejas más bonitas del flamenco. Y su hijo Curro, que está tocando con una gitanería y un compás muy pareciado para acompañar al cante. “Mi hijo Curro tiene mucha cabeza”, nos dice Concha cuando habla de él. Y por eso le ha confiado la dirección del espectáculo que conmemora los 50 Años de Concha Vargas.

Para terminar, publicamos un VIDEO. Concha Vargas formó parte del elenco de una experiencia inusual y única, también auténtica y la vez revolucionaria, de llevar el flamenco que se vive aquí en Lebrija a los escenarios. Fueron los años 90 y de la mano de nuestro añorado músico y guitarrista Pedro Bacán. Os dejamos con un par de minutos que valen un pedigrí, de una Bienal en la que Concha, además, estaba embarazada. Un embarazo por romances, merece la pena verlo.

CONCHA VARGAS_Introducción

Esta conferencia, impartida en el ámbito de la 53 Caracolá, celebra los 50 años de profesión de la bailaora Concha Vargas

Esta historia empieza con una imagen… una fotografía o un recuerdo de la propia Concha Vargas, que todavía no ha olvidado cuando su maestro Pepe Ríos la subió por primera vez a un escenario, en aquel Gazpacho de Morón de 1967. La imagen de esta niña, de poco más de 10 años de edad, rodeada de las grandes figuras del flamenco de aquellos años 60 y 70 la tenemos todos en la retina aún sin haberla presenciado.

Concha Vargas nos la ha contado, ella se sentaba en el público entre su madre Francisca Torres y su padre Quintín Vargas, que era muy aficionado al flamenco y conocido entre los artistas. La llamó Pepe Ríos desde el escenario y ella no se lo pensó dos veces. Allí estaban cantándole para que bailara la Fernanda de Utrera, Antonio Mairena, El Chocolate, que formaban parte entre otros del cartel de aquel Gazpacho de Morón. Al día siguiente la niña era portada de los periódicos y ya no dejó de actuar en los mejores festivales flamencos, tablaos de Sevilla y de Madrid, y teatros de buena parte del mundo.

GAZPACHO DE MORÓN 1967

Nosotros hemos querido indagar en el comienzo de esta historia. Aquel Gazpacho de Morón transcurrió durante las Fiestas de este pueblo. Las fotos publicadas por el ABC de Sevilla están firmadas por un tal Gómez Teruel, fotógrafo de aquella época que todavía mantiene su estudio de fotografía en Morón de la Frontera. Hasta allí nos hemos desplazado LebrijaFlamenca.com, en busca de ese testimonio en forma de imagen que Concha guarda en su memoria como un preciado recuerdo. Aquí tienen en esta diapositiva muchas de las instantáneas de aquel Gazpacho que hemos recuperado. Efectivamente el cartel fue de categoría 10, como solían ser los festivales de aquella época. Algunas de estas imágenes son históricas, el beso de Antonio Mairena a Diego del Gastor, el jovencísimo Chocolate, la presencia de Fernanda de Utrera,… y la imagen de esa niña menudita que ven ustedes ahí que pudiera ser la niña Conchi Vargas. Nosotros vamos a seguir investigando. A veces es mejor así, este momento primero crece en la memoria de Concha y se abre hueco en nuestros corazones.

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Conferencia Concha Vargas, El Genio Flamenco_53 Caracolá, julio 2018

A partir de esta imagen Concha celebra su 50 aniversario y el pueblo de Lebrija, a través de sus representantes y a través de la gran masa de aficionados al flamenco, también gracias a sus compañeros artistas y a su familia, vamos a celebrar en esta 53 Caracolá toda una vida de espectáculos, de vivencias, de clases y de testimonios que Concha Vargas nos ha sabido dejar a lo largo de 50 años de baile flamenco, en los que se ha convertido en primera figura del baile gitano, arraigado a su tierra y con alas para volar hacia lo más alto.

Y como he mencionado a este fotógrafo de Morón, en esta conferencia voy a hacer también mi pequeño gran homenaje a aquellos artistas fotógrafos que han sabido plasmar la figura de Concha Vargas y hacerla imperecedera en diferentes etapas de su historia. Sin orden cronológico y como un prisma de diferentes caras que se complementan, cada uno de los bloques de esta charla va a ir ilustrado por una imagen de Concha que la define, que la completa, porque Concha Vargas es una figura poliédrica difícil de catalogar o etiquetar, hecha de diferentes facetas que espero se vean ensalzadas en este homenaje en forma de conferencia a una artista lebrijana que ha contribuido a hacer el nombre de Lebrija más universal.

Siguiente capítulo: Concha Vargas_Romnia, mujer gitana.