La grandeza de los Bacán en Barbate

Reportaje fotográfico de Antonio Pérez_una historia de ronqueo y recital flamenco de Juan Bacán y Antonio Moya 

Las fotos cuentan una historia. Un magnífico reportaje fotográfico de nuestro colaborador Antonio Pérez sobre una historia de ronqueo y un recital de flamenco, de Juan Bacán acompañado de la guitarra de Antonio Moya.

No fue solo Juan Bacán a Barbate. Fue acompañado de un grupo de aficionados al flamenco de Lebrija. Y allí encontró la Peña Flamenca “Niño Barbate” abarrotada. Se celebraba primero el ronqueo de un atún enorme, ante el público. Y después el recital, rematado por su hermana Inés Bacán. La fuerza de los Bacán sobre el escenario, los de Barbate pueden estar satisfechos de vivir una jornada tan espléndida.


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Recital Flamenco + Ronqueo en Barbate_Juan Bacán y Antonio Moya_mayo 2024


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Recital Flamenco + Ronqueo en Barbate_Juan Bacán y Antonio Moya_mayo 2024


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Recital Flamenco + Ronqueo en Barbate_Juan Bacán y Antonio Moya_mayo 2024


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Recital Flamenco + Ronqueo en Barbate_Juan Bacán y Antonio Moya_mayo 2024


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Recital Flamenco + Ronqueo en Barbate_Juan Bacán y Antonio Moya_mayo 2024




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Recital Flamenco + Ronqueo en Barbate_Juan Bacán y Antonio Moya_mayo 2024


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Recital Flamenco + Ronqueo en Barbate_Inés Bacán_mayo 2024



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Recital Flamenco + Ronqueo en Barbate_Inés Bacán y Antonio Moya_mayo 2024


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Recital Flamenco + Ronqueo en Barbate_Juan Bacán_mayo 2024

La fuerza de la experiencia vs la fuerza de la juventud

Encuentro intergeneracional sobre el flamenco MUJERES CON ARTE_las fotos son de la revista Fuente Vieja

La fuerza de la experiencia, de parte de las cantaoras Inés Bacán y Esperanza Fernández, y la bailaora Pepa Montes. La fuerza de la juventud, de parte de la cantaora Manuela, la guitarrista Lucía Vallecillo, la flamencóloga María Salinas, todas ellas estudiantes del Conservatorio Superior de Música de Córdoba, y la joven bailaora Lucía Benavides.

Un encuentro intergeneracional que se ha desarrollado en Utrera gracias a la organización de la Asociación “El compás que nos une” y la colaboración del Ayuntamiento de Utrera. Lo primero, gracias a la organización por contar con LebrijaFlamenca.com (Araceli Pardal) para moderar el debate. No fue fácil. Primero porque éramos muchas de generaciones bastante lejanas, y también porque el tiempo para el cante, el baile o el toque estaba previsto en el título (¿te lo cuento o te lo canto?), pero como todo en el arte flamenco, si se quiere auténtico, se tenía que dejar a la improvisación.

Nada más conocer a las artistas más jóvenes me di cuenta de que traen las cosas muy claras y sabían muy bien a lo que se quieren dedicar, con todo el respeto al flamenco más puro. La juventud y el riesgo como carta de presentación. La guitarrista Lucía Vallecillo sacó las primeras risas, cuando contó los buenos ratos que se echan en Córdoba (fuera de clases) las que coinciden en el Conservatorio en clases de cante, guitarra y flamencología. La guitarra flamenca es un mundo de hombres y, a pesar de los estereotipos vigentes y de haber hecho los primeros cursos de cante, ella ha optado por lo que más le gusta que es la guitarra flamenca. Nos deleitó con un solo por soleá para abrir boca.

Manuela es hija de artistas. Le acompaña el flamenco desde niña y la formación la ha recibido en su casa, y ahora en el Conservatorio de Córdoba. Aún está definiendo incluso su nombre artístico pero ya ha montado su propio espectáculo estrenado este año en el Tacón de Utrera. Nos contó cómo Utrera le ha dado múltiples oportunidades y nos demostró que sus incursiones en otras músicas no la separan del flamenco concebido en su estado más auténtico. Con la interpretación de La Llorona nos puso a todas los vellitos de punta.

La más joven es Lucía Benavides, que con sus 16 años ya es más que conocida gracias a la televisión y las redes sociales. Lucía se mueve bien en el mundo de la moda, de la publicidad y de las nuevas tecnologías. Se ha formado con grandes maestras del baile y aspira a entrar en una buena compañía. También tuvo su momento de su pataíta, gracias al acompañamiento de las compañeras al cante y el toque por bulerías. María Salinas dejó una muestra de sus trabajos de investigación en el flamenco, con unas líneas sobre el papel de la mujer en el flamenco.



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MUJERES CON ARTE en Utrera_mayo de 2024_Lucía Vallecillo

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MUJERES CON ARTE en Utrera_mayo de 2024_Manuela

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MUJERES CON ARTE en Utrera_mayo de 2024_Lucía Benavides

Con la segunda mitad de las artistas invitadas llegaron las palabras mayores. Mujeres con amplia experiencia profesional y vivencias familiares que las han definido como artistas. La bailaora Pepa Montes ha vivido tres épocas del flamenco, la época dorada con los pioneros, la suya propia de grandes nombres y la contemporánea. Su gran carrera profesional, con numerosas participaciones en la Bienal de Sevilla y otros festivales, la puso en una encrucijada entre su vida laboral y la personal.

La cantaora Inés Bacán, aunque venía de Lebrija, se sentía como en casa. Contó experiencias vitales con su amplia familia de los Pinini, privilegiada en el mundo del cante gitano. Muchos de ellos cantaban de forma profesional o amateur, y todos ellos lo hacían de manera diferente. Inés de la rama de los Bacanes, es única y lo demostró entonando unos magníficos fandangos por soleá, que se atrevió a acompañar Lucía Vallecillo.

La cantaora Esperanza Fernández se encontraba con los sentimientos a flor de piel. Se cumplían dos años de la partida de su madre, la gran Pepa Vargas, y el delicado estado de salud de su padre marcaron su intervención. Su gran profesionalidad la hizo reaccionar y escogió un poema de la premio Nobel chilena Gabriela Mistral para colaborar con su arte. Nos contó valiosas experiencias con su madre para ilustrar el papel de la mujer en la transmisión del flamenco. Finalmente, se cerró el acto como apetecía, con unos minutitos con Pepa Montes al baile, Esperanza Fernández y Manuela al cante, y el resto acompañando a compás por bulerías.

Faltó quizás el debate intergeneracional en cuanto a la dialéctica se refiere. Pero se dio sobradamente en el plano artístico. Me quedo con varios momentazos en los que las mujeres de ambas generaciones se relacionaron emocionalmente. La estudiante de flamencología María Salinas, presentó con respeto a Esperanza Fernández. Ésta se emocionó hasta las lágrimas con el cante de Manuela. La guitarra de Lucía Vallecillo se atrevió a acompañar a Inés Bacán por fandangos por soleá, Pepa Montes lanzó sabios consejos a Lucía Benavides (yo le bailo al cante y me ha ido muy bien) y todas, sin excepción, rieron y acompañaron al compás de las palmas el arte que se derramó sobre el escenario.

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MUJERES CON ARTE en Utrera_mayo de 2024

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MUJERES CON ARTE en Utrera_mayo de 2024

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MUJERES CON ARTE en Utrera_mayo de 2024

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MUJERES CON ARTE en Utrera_mayo de 2024_Esperanza Fernández

Las Cruces de Mayo de Lebrija, una fiesta más allá de nuestras conciencias

El historiador Juande Doblado hace un recorrido por la fiesta de mayo desde su origen ancestral

Los lebrijanos y lebrijanas vivimos la fiesta de las Cruces de Mayo como la más genuina y original de cuantas celebramos en Lebrija a lo largo del año. En estas fiestas, se respetan las tradiciones: desde el cante por corraleras hasta la ornamentación de los altares, la gastronomía y los códigos de conducta, que giran en torno a la convivencia entre vecinas y vecinos.

Cruces de Mayo

Las Cruces de Mayo, una fiesta ancestral_Conferencia de Juande Doblado

El historiador Juande Doblado mostró, el pasado jueves 9 de mayo, mediante diapositivas y en un entorno genuinamente crucero como es la Barriada de la Oliva, que esas fiestas que los lebrijanos vivimos con pasión pueden ser “una fiesta ancestral” y que aunque Lebrija las vive con naturalidad y con modestia, “son un patrimonio que formamos todos y cada uno de nosotros y que va más allá de nuestras conciencias”.

La procedencia de las Cruces de Mayo es difícil de documentar. Sin embargo, hay elementos que sitúan la fiesta más allá de la era cristiana. Juande Doblado mostró un mosaico de Pompeya de unos músicos callejeros del año 100 antes de Cristo que ya tocaban la pandereta. Lo mismo con otro instrumento musical: los crótalos, que se asemejan a las castañuelas, son de origen romano y tartésico.

Las fiestas de mayo festejan la primavera, la fertilidad y la abundante cosecha. Primitivamente, quizás se bailara en torno a un árbol: el palo de mayo. Juande Doblado contó los intentos de la Iglesia de prohibir las fiestas de la primavera y, finalmente, de apropiárselas, para terminar vistiendo los altares y venerando la Cruz.

En cuanto a las sevillanas, “ese baile de carácter voluptuoso y sensual”, el autor Gil Buiza sitúa su origen en el Valle del Guadalquivir y mantiene que se bailan desde que estas tierras estaban ocupadas por romanos y tartésicos. Grabados anteriores a Jesucristo muestran bailarinas con volantes parecidas a las flamencas de hoy.

Ornamentación de la Cruz

Juande Doblado comienza diciendo que las Cruces de Mayo son “una fiesta popular, en la que se usan materiales humildes para enaltecer los altares”: flores de papel, metales, mantones y colchas, y macetas de los patios lebrijanos. Útiles que las vecinas tienen en sus casas y que se sacan para ornamentar la Cruz.

Las letras de las sevillanas corraleras también merecen un estudio, ya que son un muestrario de las vivencias y sentimientos de las distintas épocas por las que ha pasado la festividad. Textos antiguos hablan de “liebres y cabras”, así como de “habas y otros frutos del campo” cuando se refieren a las fiestas primaverales. Otros parecen que retratan las Cruces de Mayo de Lebrija, la fiesta de las mujeres: “Se celebraban en Roma festejos en su honor el 1 de mayo, exclusivos para mujeres, en los que había juegos, música, danzas, y por supuesto, vino. En esas fiestas participaba todo el grupo social femenino sin distinción: exclavas, doncellas, matronas… Lo masculino estaba vetado en el rito. Se trataba de una celebración de muerte y renacimiento, porque tras morir la mujer se convertía en una diosa” (Saturnales, del escritor romano Macrobio).

Hornacinas en Lebrija y otras Cruces de Mayo

La conferencia de Juande Doblado sirvió también para dar un paseo por Lebrija y recorrer las hornacinas, en torno a las cuales se viste la Cruz. Estas hornacinas se iban situado en el límite del pueblo, donde empezaba ya el campo, y por eso han ido cambiando a lo largo de la historia.

Sorprendió por su antigüedad y porque está poco documentada, la hornacina, hoy desaparecida, que se situaba en la esquina entre calles Fontanilla y Arcos. En la conferencia, aparecieron fotos de las hornacinas de calle Porrita, calle Sevilla, calle Molinos, Pajarete, calle Flores, calle Peña o la Corredera. Y aquellas que hoy día se siguen vistiendo por las vecinas y festejando, como son las hornacinas del Rincón o la de los Cuatro Cantillos.

El paseo virtual también lo dio por otras localidades que, de otra manera, celebran la Cruz de Mayo. Así, Juande Doblado hizo referencia a “las majas” de Madrid; y a las Cruces de Mayo más famosas en Andalucía, de Sevilla, Granada o Córdoba. Pero también en muchos pueblso andaluces, como los de la provincia de Huelva, donde todavía se conservan con alto grado de interés antropológico.

Cruces de Mayo

Las Cruces de Mayo, una fiesta ancestral_Conferencia de Juande Doblado

Cruces de Mayo

Las Cruces de Mayo, una fiesta ancestral_Conferencia de Juande Doblado