Pedro Bacán partió de una experiencia casi familiar para situarse en la vanguardia de la música europea contemporánea
Ya lo sabíamos, que Pedro Bacán había significado mucho en el ambiente musical y cultural de fronteras para fuera, y que los músicos y el público francés lo apreciaban más que el reconocimiento que había tenido en su tierra. Por fin el pasado jueves, 28 de septiembre, el músico y guitarrista francés Claude Worms vino a Lebrija a explicarnos el porqué: cómo hizo Pedro Bacán para partir del cante de su familia de Lebrija y Utrera, y situarse, tras años de mucha intuición y trabajo, en la vanguardia de la música contemporánea.
El gran conocimiento del cante que tenía Pedro Bacán, su inteligencia musical innata y las horas de trabajo permitieron a este guitarrista representante de los gitanos flamencos de la baja Andalucía, llegar al triste final de su vida habiendo alcanzado un nivel compositor e interpretativo con el que se identificaban los movimientos musicales contemporáneos.
En París y en la Europa de la década de los años 80 y 90, había unos movimientos de música clásica renovadores, como el de la música espectral, que buscaban cosas nuevas en la descomposición de los sonidos, y que al escuchar a Pedro Bacán con su guitarra quedaron maravillados. Pedro Bacán llegó de forma intuitiva y con mucha inteligencia musical adonde estos músicos pretendían llegar, un mundo nuevo de emociones musicales que evolucionara el concepto de la música clásica contemporánea.
Claude Worms sitúa la figura de Pedro Bacán en el lugar que le corresponde: “Un compositor no es solo el músico que escribe sobre la partitura; se puede componer en una servilleta de papel o se puede componer, como hacía Pedro, con la guitarra. Pedro Bacán llega con su guitarra al punto de la perfección formal”. Éste no fue el único mito que nos desmitificó Claude Worms: “todos los compositores clásicos del siglo XIX improvisaban sobre sus propias composiciones, como hacía Pedro Bacán”.
La influencia de Diego de Gastor le dió a Pedro Bacán una buena base de partida. Ambos buscaban las emociones del público a partir de composiciones repetitivas: “el uso inteligente de las repeticiones no es tan fácil, hay que saber qué se repite y cómo. Se llama trabajo temático y le hubiera gustado mucho dominarlo a compositores de otras épocas como Beethoven”.
La otra base sólida del guitarrista lebrijano fue el cante, el cante de Utrera y de Lebrija, el cante de su familia: “Pedro siempre sitúa su influencia en cantaores, nunca en otros guitarristas”. Aquí empezaron también sus averiguaciones sobre el origen oriental del flamenco. “El flamenco evoluciona dentro de su propia lógica, la creación desde dentro es lenta pero continua, a eso no se le puede llamar inmovilismo”, explica Caude Worms.
La guitarra flamenca se acerca al cante con composiciones difíciles y duras de encajar por un oído clásico. El cante flamenco se compone de una serie de microtonos y la guitarra tiene que recurrir a la mezcla de notas diferentes, en ocasiones disonantes. También el concepto del ritmo y del compás está sacado del cante que tan bien conocía Pedro Bacán. “Pedro Bacán no daba casi nunca el cierre armónico de los ortodoxos, sino que seguía con la melodía para volver al principio, como hace un cantaor cuando liga los tercios”.
La conferencia de Claudo Worms ha estado acompañada de su toque, con el que interpretaba falsetas del guitarrista lebrijano; por citas del propio Pedro Bacán leídas con un exquisito acento gabacho por la mujer del francés, y finalmente por el toque grabado de Pedro Bacán, que interpretó en primer lugar una seguiriya acompañado del cante de Curro Malena.
Y también los arpegios, otro de los instrumentos de los que se servía Pedro Bacán para construir esa gran casa musical en la que se cobijaron los artistas que lo acompañaban. “El cante de Lebrija y Utrera da la impresión de ser más lento, pero no lo es. Utiliza arcos melódicos muy largos, el cantaor necesita más aire y el guitarrista se sirve de los arpegios para crear esos arcos de sonido que vienen muy bien”.
Pedro Bacán creó, a base de mucho trabajo e inteligencia, un tejido sonoro que interesó mucho a los músicos contemporáneos de vanguardia. “Tirando del hilo con mucha intuición y mucha técnica e inteligencia, Pedro Bacán llegó desde el flamenco a la música contemporánea de manera intuitiva, sin planteárselo”. Lo que pasa es que Pedro llega a este punto al final de su carrera. Esto se puede ver de forma clara en la última grabación MARISMA llevada a cabo en la Bienal de Flamenco de Sevilla y editada a título póstumo.
La conferencia finalizó con una escucha solemne de una granaína sacada de esta grabación Marisma, que contiene además otras joyas del flamenco.
Los asistentes a la conferencia tuvimos la oportunidad de escuchar en directo el cante de Curro Vargas, acompañado de la guitarra del joven Curro Vargas.