“Porque quizás cuando de trata de cante, no se trata de la pregunta oportuna, sino de aprender a escuchar”. Estas sabias palabras de Helios Fernández Garcés y Miguel Ángel Vargas, pronunciadas a caballo entre Jerez y Lebrija, dos tierras a las que José Valencia guarda especial apego por sus orígenes, y la potente imagen de un oído conectado a un corazón creada ex profeso por la artista francesa Prisca Briquet para “Directo” ilustran el espíritu que recorre el nuevo trabajo de Valencia.
La nueva producción del cantaor natural de Barcelona, pero lebrijano de raíces y adopción, que se estrenará en el Lope de Vega a las 20.30 horas del próximo 30 de septiembre en la XVIII Bienal de Flamenco de Sevilla, está planteada como espectáculo y disco al mismo tiempo. Si Valencia, “Giraldillo al cante” en la pasada edición de Bienal, ya sorprendió en 2012 a la crítica con su “Solo Flamenco” cosechando titulares como “José Valencia, Habemus Papam” o “José Valencia, un cantaor de cuatro estrellas” con “un concierto de los que hacen historia en la Sevilla de los duendes y de los que prestigian a la Bienal”, con “Directo” buscaba “proponer a la Bienal de Flamenco de Sevilla algo diferente”.
“No hay muchos antecedentes en la Bienal de grabaciones de discos en directo o, al menos, hasta donde tengo constancia y mi memoria alcanza. Concibo “Directo” como espectáculo y disco o como disco y espectáculo, con la convicción de que de un buen directo puede nacer un buen disco. No quiero desmerecer el trabajo de estudio, pero con “Directo” quiero mostrar y demostrarme hasta dónde es capaz de crecer un cantaor ante la presencia del público, un público que impone responsabilidad, pero que también da calor… Cantar calentito, como me gusta a mí”. Para ello “hace falta un trabajo previo muy exhaustivo, puesto que nos lo jugamos todo a una única toma, asumiendo todo lo bueno y todo lo malo”. Así define José Valencia el reto al que se enfrenta en esta Bienal 2014.
En las fotos, la presentación del espectáculo en la Bienal. El cantaor estuvo acompañado de Cristóbal Ortega, director de la Bienal; Juana Mª Carmona, vicepresidenta de la Diputación Provincial de Sevilla y Lola Gómez, delegada de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Lebrija.
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Foto BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA
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Foto de la BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA
“Directo” es disco y es espectáculo pero es, sobre todo, la expresión de un cantaor ejemplo de la vigencia del modelo de transmisión de las casas cantaoras gitanas en el siglo XXI. José Antonio Valencia Vargas, de una larga y ancha estirpe gitana, da sus primeros pasos como cantaor en la Ciudad Condal de la mano de su tío, Luis de Lebrija. Aunque su lugar de nacimiento es Barcelona, su tierra de referencia es, como él mismo dice, Lebrija; allí están sus raíces familiares y su herencia cantaora. Con tan sólo cinco años se sube por primera vez a un escenario y lo hace junto a figuras como Camarón, Fernanda, Bernarda, Manuel de Paula, José Meneses o el Lebrijano, entre otros. Desde entonces hasta hoy ha llovido mucho, ha girado por toda Europa con el Clan de los Pinini, dirigido por Pedro Bacán; ha acompañado a su tío Manuel de Paula en sus aventuras y recorrido el mundo con las compañías de baile más importantes: Antonio Canales, Eva Yerbabuena, Manuela Carrasco, Belén Maya, Farruquito o Andrés Marín.
“Directo” es, en palabras del propio artista, “un trabajo maduro, consecuencia de todos estos años. Es de donde vengo, es mi familia, es mi tierra, es mi educación musical, pero también la evolución del cante que he vivido, el encuentro con otros artistas del flamenco y de otras músicas y, por supuesto, todo lo que he hecho hasta ahora. Es no sólo cantar sino también interpretar, porque a lo largo de estos años he sido cantaor, pero también actor. En “Directo” la puesta en escena es fundamental, es fruto de un cantaor del S.XXI y como tal me levanto de la silla y reivindico para el cante y para la figura del cantaor un lugar más allá de esta silla”.
En este nuevo proyecto, el cantaor no está solo. Se encuentra arropado por las guitarras de Juan Requena y Manuel Parrilla, por las palmas de Manuel Valencia y Juan Diego Valencia y por todo el arte de Bobote, y ha confiado la producción a la experiencia de El Mandaíto Producciones, una productora con más de una década de trayectoria en el mundo del flamenco y de las artes escénicas. Junto a ello, se ha visto apoyado por el Ayuntamiento de Lebrija que, en palabras del propio Valencia, “desde el principio ha creído en el proyecto y lo ha hecho posible, sin él, “Directo” no sería una realidad”. Junto al Ayuntamiento, colaboran también en esta producción la Diputación de Sevilla y la Fundación Cajasol.