Manuel Molina: “En Lebrija, la gente es muy humilde en el gran sentido de la palabra”

El cantaor legendario habla con LebrijaFlamenca.com

Tuvimos poco tiempo. Pero a Manuel Molina no le hace falta hablar mucho. Dice una frase y sentencia. Así son sus canciones, sus poemas. Frases sueltas o entrelazadas que se corresponden con su pensamiento. La cabeza de una persona íntegra, un gitano que ha vivido con la mayor dignidad las cuatro últimas décadas del devenir del flamenco.

Rycardo y Manuel.

Los artistas Manuel Molina y Rycardo Moreno.

Manuel Molina: “A mí me encanta Lebrija. La gente aquí es más sosegada, más tranquila. Es gente muy humilde, en el gran sentido de la palabra humilde”.

Pregunta: Y centrándonos en el flamenco, ¿qué es para ti Lebrija?

Manuel Molina: “Lebrija es una de las fuentes más importantes del mundo para el flamenco. De aquí son los grandes maestros. He conocido personalmente a la Perrata, conozco a El Lebrijano, a Funi,… Lebrija es mi escuela”.

Pregunta: En Lebrija, se vive el flamenco en la calle, en los bares, en las fiestas familiares de los gitanos. Tú eres un claro ejemplo de que el flamenco no está solo en los grandes escenarios.

Manuel Molina: “El flamenco es una forma de vida y debería seguir siendo así. Sin embargo, con esto que se llama ahora flamenquito se está desinformando al público”.

Distintos gestos de Manuel Molina en el concierto de las Noches Mágicas de la Tetería Andauní:

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Pregunta: Tú revolucionaste el mundo del flamenco con tus letras positivas al amor, a la vida, a las caricias, al beso…

Manuel Molina: Pues sí, antes solo se cantaba a la pena y al desamor…

Pregunta: La letra Dime, de la canción de Lole y Manuel, es un canto a la integridad: “DIME si has mentido alguna vez y sentiste vergüenza de ser embustero. DIME si has odiado alguna vez a quien hiciste creer un cariño de verdad. DIME si has cortado alguna flor sin que temblaran tus manos”.

Manuel Molina: “Esa canción es como un test que se le puede hacer a cualquier político o persona. Cuando le regalé el disco a Felipe González le dije: ‘A ver si tratas a mi pueblo como yo trato a mis canciones”.

Pregunta: El flamenco tiene mucho de improvisación y tú improvisas continuamente, incluso con las letras.

Manuel Molina: “Improviso continuamente, me encanta. Algunas veces me dicen: ‘Esto que cantaste en tal concierto’. Y yo no me acuerdo. Tengo que ver la grabación para ver lo que canté”.

Pregunta: Por último, esta amistad y esta aventura musical que está viviendo tu hija Alba con Rycardo Moreno y otra gente, ¿te recuerda en algo a tu propia aventura juvenil de la década de los 70?

Manuel Molina: Claro que sí. Entonces, yo estaba todos los días de convivencia en Utrera, con Bambino…

Manuel y Alba Molina interpretan el Romance de la pena negra

¡Oh pena de los gitanos! Pena limpia y siempre sola

El poema de Federico García Lorca del Primer romancero gitano, cantado por las voces a dúo de Manuel Molina y su hija Alba Molina. El tema fue interpretado durante el concierto ofrecido como cierre de las noches estivales de la Tetería Andauní de Lebrija.

ROMANCE DE LA PENA NEGRA

(a José Navarro Pardo)

Las piquetas de los gallos

cavan buscando la aurora,

cuando por el monte oscuro

baja Soledad Montoya.

Cobre amarillo, su carne,

huele a caballo y a sombra.

Yunques ahumados sus pechos,

gimen canciones redondas.

Soledad: ¿por quién preguntas

snn compaña y a estas horas?

Pregunte por quien pregune,

dime: ¿a ti qué se te importa?

Vengo a buscar lo que busco,

mi alegría y mi persona.

Soledad de mis pesares,

caballo que se desboca,

al fin encuentra la mar

y se lo targan las olas.

No me recuerdes el mar

que la pena negra, brota

en las tierras de aceituna

bajo el rumor de las hojas.

¡Soledad, qué pena tienes!

¡Qué pena tan lastimosa!

Lloras zumo de limón

agrio de espera y de boca.

¡Qué pena tan grande! Corro

mi casa como una loca,

mis dos trenzas por el suelo

de la cocina a la alcoba.

¡Qué pena! Me estoy poniendo

de azabache, carne y ropa.

¡Ay mis camisas de hilo!

¡Ay mis muslos de amapola!

Soledad: lava tu cuerpo

con agua de las alondras,

y deja tu corazón

en paz, Soledad Montoya.

***

Por abajo canta el río:

volante de cielo y hojas.

Con flores de calabaza,

la nueva luz se corona.

¡Oh pena de los gitanos!

Pena limpia y siempre sola.

¡Oh pena de cauce oculto

y madrugada remota!

Federico García Lorca, del Primer romancero gitano.

Manuel Molina acompaña a Rycardo y Alba en un concierto con historia

Alba Molina recordó con la guitarra de su padre la época legendaria de Lole y Manuel

Ayer tuvimos el lujo de poder asistir a uno de esos bolos (como los llaman los artistas) de los que te hacen florecer jazmín en el corazón, con un público impaciente que aguardaba a las puertas de la Tetería Andauí… Rycardo Moreno y Alba Molina comprometen el ambiente de la Tetería, con la voz de Alba acariciando las cuerdas de la guitarra de Rycardo,  estrechando el vínculo  entre la  noche y el sonido del corazón, envolviendo al público con las sábanas del ritmo.

Momento en que Manuel Molina es reclamado por su hija Alba para comenzar a desenvolver los misterios de las palabras. Como quien coge a su amante por la cintura y le acaricia el pelo,  Manuel Molina agarra su  guitarra. Sus palabras son poesía y su guitarra el hilo que  las conduce. Alba, acompañada de su padre, nos cantó por boca de su madre Lole, recordándonos a la pareja legendaria de Lole y Manuel.

Las frases de las canciones de Manuel Molina se nos grabaron en la memoria, una memoria que ya hacía recordar las décadas pasadas y los inicios de la forma única con que Manuel Molina revolucionó el flamenco en los 70.

La Tetería Andauní de Lebrija ha apostado, en los dos meses de verano, por la música en directo y es un hecho que hay que agradecerle. Con este concierto de Manuel Molina culmina su temporada estival de manos de una leyenda.

En este álbum, algunas de las personas que acudieron al concierto, entre el público:

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