JAVI RUIBAL produce su propio disco que repasa los paisajes sonoros de SOLO UN MUNDO donde caben muchos mundos

El batería y percusionista JAVI RUIBAL nos lanza a través de la música un mensaje ecologista_no existe un Planeta B

El músico percusionista Javi Ruibal tiene ya una larga experiencia en los escenarios. Sin embargo es su primer disco como músico principal. Su gran experiencia como productor de otros discos es lo que también se hace sentir en SOLO UN MUNDO, cuyo trabajo con José Recacha ha salido redondo, con cabeza, con historia y con mucha y muy buena música.

Ocho temas que representan ocho espacios naturales que hay que proteger a lo largo del Planeta. No es nada forzado, Javi es de naturaleza ecologista y así lo expresa con su música. La música ayuda a interpretar el paisaje y ayuda a valorarlo y protegerlo.

Flamenco

Javi Ruibal en el TM Juan Bernabé de Lebrija_julio de 2018

Javi Ruibal se rodea de grandes músicos, una decisión inteligente. Esta web flamenca de Lebrija lo reconoce más que nada en el registro flamenco junto a Dorantes, que lo acompaña en el tema que dedican a Benamahoma, donde recurren al diálogo musical al que nos tienen acostumbrados. Por bulerías, se hacen acompañar del taconeo de Lucía Ruibal y las voces de Javier Ruibal y todo queda en familia, como los grandes momentos flamencos.

Segundo tema con sabor andaluz, la soleá dedicada a Doñana en la que Javi Ruibal marca el compás con sabudiría acompañado de la guitarra de Javier Jimeno y el contrabajo de Alejandro Tamayo.

Con sus músicos de viaje, integrantes del trío Glazz que él ha dirigido, nos regala el tema Red Wood de connotaciones jazzísticas y nos evoca un parque nacional de la costa norte de California cargado de secuoyas gigantes.

Nos sorprende Diego Villegas en los vientos, que nos acerca a los Balcanes a través del tema Sutjeska, que ya tiene videoclip en redes. También lo disfrutamos con la flauta en Kaboré Tambi con sabores africanos de Burkina Faso.

Dos temas más que nos transportan a los inmensos paisajes africanos. En Quirimas se hace acompañar del instrumentista Munir Hossn con su guitarra universal que toca todos los mundos, y de los tambores africanos de Boubacar y más cercanos de Manuel Ballena. Y muy interesante el tema que propone para el contrabajo de Francis Posé que nos lleva al pico más alto del Atlas marroquí en el Parque Nacional de Toubkal.

En este repaso por los paisajes y las músicas del mundo, no podía faltar la exhuberante y sobrada de ritmo Cuba, con el tema Varahicacos en el que tenemos el lujo de disfrutar del pianista David Amat y el bajo de Néstor del Prado.

Impresionante trabajo en la producción, un repaso magistral por las músicas del mundo, en el que Javi Ruibal se hace acompañar de músicos inmejorables, el toque flamenco que no podía faltar, una diversidad impresionante de instrumentos y un llamamiento fundamental en plena crisis ecologista. Por cada disco vendido, Javi Ruibal plantará un árbol a través de la Fundación Bioplanet. ¡Aquí no hay ojana!

DORANTES interacciona con las bailaoras Leonor Leal, Úrsula López y la batería de Javi Ruibal

Las baiolaoras aportan dulzura y sensualidad al dúo de percusionistas

David Peña Dorantes accede al escenario con un sonoro  y caluroso aplauso por parte del público. Comienza su actuación solo con su piano, haciendo que nos sumerjamos en su mundo interior, invitándonos a abandonar nuestros pensamientos y dejarnos llevar por el dulce balanceo de su música, comenzando así, la interacción.

Dorantes

Dorantes en InterAcción

En la noche del sábado, fuimos testigos de un espectáculo que sin cante, ni al principio ni al final, interactuaron el piano de Dorantes, la percusión de Javi Ruibal, y las bailaoras Leonor Leal y Úrsula López.

Javi Ruival: los sonidos secos de su percusión nos bombeaban el corazón a mil,  llevándonos a un viaje por los sonidos, aunque flamencos… en ocasiones, muy africanos, dándole raiz en cada compás de sus tambores.

Leonor Leal y Úrsula López: las bailaoras tiene toques contemporáneos o modernos, sin dejar de ser flamencos. Bailan a dúo las guajiras, incorporando a la interacción sus abanicos. También juntas por tanguillos en la “Danza de la Sombra”.

Leonor Leal baila sola un tema llamado Gañanía con vestiario masculino y my sensual. Úrsula López añade una interpretación distinta al Orobroy con su bata de cola, cambia las palabras por la expresión corporal y le da un sentido visual al tema clásico de Dorantes.

Hay que destacar la compenetración de Dorantes con el percusionista Javi Ruibal, que hacen al menos tres temas a dúo piano y batería, más la improvisación final. También para destacar la admiración del público lebrijano por Dorantes, que se llevó varios aplausos largos. Él correspondió con mucho cariño a su pueblo, acordándose de su familia y dedicándole el último tema, Semblanza, a su madrina Isabel Trujillo.

 

Pansequito, un clásico en el Gazpacho Andaluz

Destacar a Dorantes, dos espectáculos de baile y el toque característico de la guitarra de Morón

Dedicado a la memoria de Manuel  Morilla, maestro guitarrista que dicen que no se dedicó al mundo de los escenarios porque prefirió enseñar. El evento fue presentado por Manuel Martín Martín, que le dio a la presentación del Gazpacho señorío e  historia, pues en cada presentación, los asistentes al Festival pudimos conocer hechos que rodean al Gazpacho y a los artistas, sintiéndonos nosotros parte de esa historia.

El escenario lo abre Javier Ruiz Barrera, alumno de la Escuela Municipal de Morón de la Frontera. Javier, con tan solo 16 años, ha tenido la oportunidad de subirse a un escenario de los grandes, hecho que da grandeza al Gazpacho, al contar con la gente que está intentando hacerse un hueco en este mundo tan difícil. Comenzó su actuación con unas granaínas, partiendo el hielo con el público y metiéndose de lleno en las cuerdas de su guitarra. Para cerrar nos tocó por bulerías, animando a los asistentes. Decir que el Gazpacho tiene muy a gala el toque de guitarra, pues tienen su toque característico, según nos decía Manuel Martín Martín.

flamenco Morón

Dorantes al piano. Al cante, Esperanza Fernández. Foto: APardal.

Manuel Martín presentó a David Peña Dorantes diciendo: “Escuchar hasta que no se oiga nada” y, en efecto, cuando las teclas de su piano de cola comienzan a sonar, solo se oye su música. Acompañado esta vez por por la cantaora Esperanza Fernández, que no hizo más que cautivar ese silencio que genera el público para transmitirlo al corazón y dejar una sensación de armonía que te recorre todo el cuerpo. En conmemoración del Holocausto nazi, donde también fueron asesinados miles de gitanos, Dorantes nos deleitó con su versión del Himno de los Gitanos. Tampoco faltó una de sus obras maestras: Orobroy. Sus músicos fieles: Javi Ruibal y Francis Pose.

El aficionado Pepe Taranto  nos recordó a los festivales antiguos, portando una figura característica de los cantaores. Reconocido por sus letras comprometidas con los derechos de los trabajadores, comenzó con  unos fandangos, siguió por soleá, para terminar con una seguiriya que convenció al público.

flamenco Morón

La bailaora de Morón de la Frontera, Lidia Valle. Foto: APardal.

Lidia Valle se acompañó del cante de Inmaculada Rivero, Mercedes Cortés, Tali de la Isla y Jesús Flores, con la guitarra de Juan Torres para establecer un antes y un después en el escenario, bailando soleá por bulería ytransmitiendo la sabiduría de cómo se baila en Morón, con personalidad y fuerza, como si estuviera hirvanando el baile con el cante, haciendo uno solo y terminando su actuación por bulerías, derrochando estilo propio.

flamenco Morón

Pansequito, al cante. A la guitarra, Diego Amaya. Foto: APardal.

Pansequito comenzó su actuación por alegrías, haciendo disfrutar al público que lo agradeció en un sonoro aplauso. Le siguió una soleá donde demostró el conocimiento del cante y el gran repertorio de letras que tiene. Después de unas mineras, acabó su actuación por bulerías haciendo gala de su maestría , compás  y la claridad de sus letras, pues se podían entender todas y cada una de ellas. Hizo una actuación perfecta.

flamenco Morón

El bailaor Jairo Barrull. Canta El Galli. Foto: APardal.

La organización decidió cerrar con baile el festival. El encargado de hacerlo fue el bailaor Jairo Barrull,  hijo de familia bailaora. Demostró el poderío de su baile, que sin apenas mover los brazos pero con un taconeo fantástico demostró su estilo con raza. Arropado por el cante de Moi de Morón, El Galli y Juan José Amador, establecieron un clima de satisfacción que hizo que la noche del Gazpacho fuera redonda, arrancando un caluroso aplauso del público.