Rememorando las noches gitanas de Lebrija, en recuerdo a Pedro Bacán

Reunión bajo la luna llena, todo un preámbulo de lo que será el espectáculo Solera esta próxima Caracolá

La Asociación Pedro Bacán se reúne para evaluar lo andado hasta el momento y para proyectar lo más próximo: exposición dedicada a Pedro Bacán (inauguración el 29 de junio en Lebrija), su vida y su obra; y el espectáculo Solera para la noche del 21 de julio, todo ello en el entorno de la 52 Caracolá Lebrijana. Bajo la luna llena y en un cerro de la campiña lebrijana, se reúnen algunos de los cantaores aficionados de estas tierras que grabaron junto a Pedro Bacán Las noches gitanas de Lebrija, una serie de 4 discos que reúnen las voces de los mejores aficionados de una tierra privilegiada en el cante flamenco, en unos años también únicos que no volverán.

Así lo vivió Manuel Carrasco, que colabora para LebrijaFlamenca.com:

«Nos vinimos anoche con ganas de quedarnos, pero retendremos ese momento en la antesala del buen gusto.

Bajo la cálida noche del sábado y en un lugar de mi tierra (parecía que estábamos a hombros de Lebrija) ensombrecía la figura de un guitarrista bajo un olivo. Sonío de simiente a Bacán y figura calcomanía de su padre, Sebastián Bacán empezó a hacer compás por fiesta pero a golpe, sin levantar ruido, falsetas bajo la mirada de caliche picao de aficionados que saben pero duermen en silencio: de la hermanísina del genio, la propia Inés Bacán y aquellos aficionados que hacíamos la mesa tan apasionados como grande en su escuchar, así era aquello y así lo cuento.

Manuel Vargas «Feíto», indudablemente lo lleva y lo arrastra en su compás y su baile, inigualable y un sexto sentido en el flamenco, con él empezó la fiesta. Y le cogió la vez uno de aquellos aficionados a los que Pedro Bacán buscaba continuamente, su guitarra le daba significado a lo que Manuel de la Costá soltaba en su bravía voz, en su quejío de gañanías. Afortunaos somos lo que hemos escuchao aquello que ha hecho en esta luna de sábado. «Ojú, a la tierra me lo llevo y no puedo explicárselo a nadie».

Y lo de José Vargas»Kilito» es como siempre, sonaja a compás, se remete sea cual sea el tono de la guitarra, se la lleva a su cante y lo hace todo alegría, grande en todo.
Todo un preámbulo para lo que quieren formar en esta próxima Caracolá, los que estuvieron con el mismísimo Pedro Bacán, porque Pedro buscaba y encontraba estos momentos, estas reuniones y así sonaba su guitarra».

Y por si este artículo os ha sabido a poco, os ofrecemos aquí unos minutos del cante de Manuel Vargas «Feíto» y Manuel de la Costá aquella noche de luna llena, acompañados del hijo de Pedro Bacán, Sebastián Bacán. Manuel de la Costá intervino en el primer álbum de Las Noches Gitanas de Lebrija, el titulado Fiesta:

#nosvamosdeFeria Calor de fragua gitana en la noche de homenaje a Curro Malena

La Caseta «Curro Malena» ofreció una cena a su titular y un reconocimiento sincero por fiestas

«Gracias, os quiero»: así saludó el maestro Malena el pasado viernes de Feria en su homenaje en la Caseta que lleva su nombre desde 1993.

Dos semanas antes, cuando fuimos a visitarlo y a comunicarle dicho homenaje, ya se presentía que iba a ser una buena noche de magia y derrame de cal de su familia. Nos despidió a compás de Lebrija con el cante de su primo Manuel de la Costá.

Pasadas las 10 de la noche, llegó Curro Malena con su mujer María, con polito celeste, con bastón y aspecto de buen metal.

Cenó con nosotros y entabló conversación con todos aquellos que iban a saludarlo. Le encendimos entre todos una vela más de vida, muy a gusto se veía Curro.

Sobre las 12 se comenzó con una breve semblanza del maestro, un poco genética  familiar y datos biográficos, y así finalizar con el detalle que la Caseta le tenía preparado: un cuadro con la imagen de Curro y con reglones como éstos:

«Para  Curro Malena, que forjó su obra  a golpe de yunque, con calor de fragua gitana y con soplo de carbón de caña para mantener viva la Antorcha del Cante Gitano».

Se subió al escenario de unos 15 cms de alto y recogió el reconocimiento de su trayectoria, y detrás se formó la fiesta. Socios y hermanos del artista dejaron sus pincelaítas, cante y baile para el legado de gran metal del maestro.

Teníamos preparados un buen recital de cante pero el baile impuso su autonomía y simbología, toda una simbiosis pura que le dio llama a la Antorcha del Cante de Curro Malena.

Gracias a Lebrija TV por su cobertura y a Lebrijaflamenca.com por su ojo fotográfico y participación.

Galería de asistentes al homenaje de Curro Malena:

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…quisiera ser pájaro para poder volar, y encontrar un laíto donde poderme quedar…

Recital flamenco de Juan Peña «Pajarito» y Malena Chico en la Peña «Pepe Montaraz»

El aperitivo antes del almuerzo del domingo 8 de febrero lo tomé en la Peña Flamenca  «Pepe Montaraz». Allí cantó uno de los ases de la baraja flamenca de los artistas sin escenario lebrijanos: Juan Peña «Pajarito», con la guitarra malenísima de Curro.

 

Hijo de la Perrenga (cantaora lebrijana), cantaor con recorrido largo, con metal y con chispa, «Pajarito» voleteó por la tragedia y la libertad del flamenco, abrigando cada palo de cante que interpretó hasta dejarlo en su nidal correspondiente.

Empezó arrimándose a la soleá, después se mojó por  alegrías, estrujó su gusanera cabal por seguiriyas y se alivió por fandangos, hasta poner su brinde por fiesta, donde quizás iba muy acelerado. Aquí tiene un buen repertorio cuando se asienta a compás de Lebrija, acordándose de algunas letras de su madre y la echó a olvido en este día.

Una vez más poca asistencia de público y cada vez la duda mía se me hace más grande cuando me pongo a considerar sobre la afición flamenca de Lebrija: ¿gusta el flamenco?, parece que aquella letra de Camarón que cantaba » ya no somos los que éramos , estamos cambiando…» va a ser una realidad.

Y el cambio de mal a peor y más en la Peñas, pero ¿ya no tiene valor el flamenco? Lo estamos diciendo en voz alta con la no asistencia, y encima sin pagar ni un duro por entrada. Se sabe que todos los cantaores no son de todos los gustos, pero una cuna como Lebrija de 26.000 habitantes y que no llenemos media peña es penoso. Vamos a buscar entre todos una fórmula, una estrategia, … seguro que la habrá porque el flamenco necesita a la afición lebrijana, sí o sí.

Os dejamos unas fotos de los ensayos, minutos antes del recital: