Lebrija celebra por vez primera el DÍA ANDALUZ DEL PUEBLO GITANO: La cal de una bandera

Poetas y cantaores gitanos crearon el ambiente propicio para el más merecido Homenaje a José Vargas «El Viá»

Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo. Y así sucedió en la tarde del día del Pueblo Gitano Andaluz en la Peña Flamenca «Pepe Montaraz» de Lebrija. Se martilleó, se pasó por el yunque y disfrutamos de todas las actividades que teníamos.

Buena puchera de Montaraz la que nos comimos como aperitivo a lo que iba a organizarse dentro de la Peña. Llenazo hasta la escalera de los camerinos y patio exterior, buen ambiente de solera lo que se convivió en aquella antesala del Callejón de los Frailes.

Gitanos

22 NOV2014: HOMENAJE A JOSÉ VARGAS «EL VIÁ» en el Día Andaluz del Pueblo Gitano

Sobre las 5:00h aproximadamente, se abrió el guión errante de este día conmemorativo. Pedro Carrasco dejó su mensaje para el colectivo, Ramón Vargas se acunó en sus años de gañanías para su presentación y María Gómez sacó sus notas universitarias sobre el trabajo que han realizado juntos varios compañeros sobre la comunidad gitana .

La suerte estaba echada, le tocaba el turno a los poetas y cantaores, todos venían montados en el caballo grande del flamenco, poesía mojada en el vino rancio de Lebrija y cantes a sabor de canela en rama y caña silvestre del río.

Uno de los poetas, «El Vespa», no pudo asistir por motivos de trabajo, pero se leyó una poesía suya. Gracias Antonio, por hacer todo lo posible por estar allí, ahí quedó tu poesía.

El presidente de la Peña continuó con la presentación de Benito Dorantes, sus lágrimas en su discurso premeditaban la gran actuación de este lebrijano de más de 90 años. Se balanceó en la soleá de Juaniquín, interpretó fandangos y poesías, y firmó en el escenario: «la calidad está en la profundidad». El «tío Benito» empezó a encender la hoguera de los asistentes.

«Ya estaban las llamas encendías, había que quemarse dentro» y así lo hicimos. A Juan Vargas «Juanichi» le tocaba, poeta perteneciente a una estirpe cantaora de Lebrija, nos deleitó con poemas enraizados y cabales, transmisión en sus gestos, inspiración de gañanes. ¡Qué a gusto se encontraban todos arriba, les parecía corta su actuación!

Y para concluir con lo poético, subió al escenario Diego Vargas, poeta bohemio, versos con una química gitana que muy pocos lo tienen, letras dolorosas y renglones fragüeros, afortunados somos los que los escuchamos, porque se sube en pocos sitios.

El cante hondo surgió del lamento del gitano cuando fue desprovisto de su forma itinerante de vida, cuando le quitaron parte de su identidad , y para no pensar en la terrible crueldad , le salía de las  entrañas esa pena negra que la transmitía en música pura.

Han pasado generaciones de aquella barbarie antigitana, pero ese dolor y esas duquelas fraguadas en cante, baile y toque la llevamos en los genes y en Lebrija existen artistas sin escenario (aficionados) que cuando se quejan le sacan hasta las astillas a las sillas donde se sientan, con el sufrimiento de su cante. Algunos  ejemplos son los cantaores de este día, Josefa «La Caneca», Diego Vargas y Manuel «La Costá».

Nieta de la Rumbilla, hermana de Manuel de Paula… Gitano mimbre el que trae la cantaora «Caneca» que se subía al proscenio de la Peña para sumergirse en sus adentros y templarse por soleá y por seguiriyas y jalearse por fiesta, sin prisa ninguna y con una soltura artística. Todavía no encuentro respuesta a la pregunta: ¿por qué están tan escondidos estos pedazos de artistas?

A continuación, tuvimos que romper el  protocolo organizativo para dar el homenaje al galeote del baile lebrijano, como es José Vargas «El Viá» para que no fuera tan tarde para él y su mujer Juana.

Es un galeote rancio, pintado de cal lebrijana, cuya bandera en su mástil reclama aquella frase del poeta Pedro Guerrero: «El gesto es un discurso poético». Su textura de armazón es el testimonio que se desparrama en su baile y las duquelas que ha pasado junto a su mujer Juana Soto para sacar adelante 15 hijos, y casi todos iguales. Todo es el todopoderoso significado de la mar de la vida, remar y remar.

Se subió su nieta María para leerle un escrito, pero no pudo… rompió a llorar. Se subió el chache «Viá» con toda su familia al tablao y la señora Alcaldesa junto a la Asociación Cultural le dieron el obsequio al reconocimiento por su aportación al flamenco y como gitano lebrijano andaluz.

Qué buen ambiente se respiró y se sintió allí. No ha habido casi nadie que no se haya emocionado con tanta expresiones, momentos mágicos, enigmas de cal,… hemos quitado letras al duro significado de la RAE sobre los GITANOS.

Después del reconocimiento, Diego Vargas se volvió a subir, se puso su traje ancestral y se pellizcó en su tintero cabal, para deleitarnos por soleá con su voz de cobre, y cerró por bulerías, saliendo a su compás ese galeote del baile «El Viá», que poco a poco se levantó y en el sitio dibujó con su braceo su errancia.

Momento sublime, donde se mezcló el metal con la pureza. Aquello se podía partir en fiesta de un momento a otro, pero se aguantó un poco mas hasta que Manuel Vargas hizo casi su repertorio.

De la Costá lo conoce en el mundo flamenco, cantaor con timbre de hierbas verdosas y cañas del río, profundo y enemigo de la modernidad, propio y con sonido lleno de escaliches de gañanías. Manuel se subió por primera vez en un escenario y se zarandeó por fandangos, pero antes se lo dedicó a su compadre «Viá». Muy a gusto en las tablas se rebuscó en su fragua para comenzar por esas bulerías arromanzás lebrijanas, se acordó de la cantaora la Perrenga, y ya no se pudo aguantar más, se partió el protocolo y se subieron la familia del homenajeado para bailar, nos acompañaron también familias jerezanas, y ya aquello era todo júbilo y alegría. Se subieron Anabel Valencia, Curro Vargas…

Pero que no se me olvide alguien que acompañó a todos los que se subieron, el que puso la melodía al pueblo gitano en su día, una guitarra que mejorará en técnica pero en gitanería no, soberbia y bravía, prosapia su madera y cuerdas sacadas de aquellas banderas que llevaban los galeras llenas de gitanos, ¡ole tú, Luis Carrasco!

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Que tarde/noche más gitana se vivió en aquel callejón, en aquella Peña, y lo mejor, la alegría que llevaba el chache «Viá» y su mujer.

La primera fiesta que se hace conmemorando este 22 de noviembre quedará recordada para los restos de nuestra existencia. Y lo mejor que hay que seguir trabajando para la próxima vez. Y recordad que «las cosas más grandes de este mundo son definidas por sus más grandes detalles». ¡Sastipén Talí!

Lebrija homenajea a José Vargas «El Viá» en el DÍA ANDALUZ DEL PUEBLO GITANO

El próximo sábado 22 de noviembre habrá un almuerzo y actividades culturales en la Peña Flamenca «Pepe Montaraz»

Lo que va a suceder el próximo sábado 22 de noviembre en la Peña Flamenca «Pepe Montaraz» nunca se ha organizado en Lebrija. El DÍA DE LOS GITANOS ANDALUCES, para que sirva para construir esa valoración que necesita el pueblo gitano en Andalucía y, por qué no, también en mi Lebrija: «La verdad es la que es, y sigue siendo verdad, aunque se piense al revés».

Escribo con mi  martillo apasionado y el yunque de la razón, y forjo a golpes una frase para esa convivencia del sábado: «Andalucía no se concibe sin la aportación del pueblo gitano». Somos más de 700.000 en España, de los cuales más de la mitad estamos en Andalucía y más de esa mitad andaluza vivimos entre Sevilla y Cádiz. ¡Andalucía y sus cuatros culturas!, así debe sonar siempre, y que todavía suene con tres no hay perdón. Ya es hora que la cultura gitana se sumerja en nuestra tierra porque sería otra cosa si le quitáramos lo gitano. Os lo garantizo, ni mejor ni peor, pero desde luego sería otra cosa. Le doy a la tecla de comp@rtir, ahí queda.

Tenemos que seguir trabajando y que estos días de conmemoración sean para ver los frutos de la voluntad y empeño para arruinar tópicos, leyendas urbanas, prejuicios y opiniones sesgadas de la materia, pero con el arma de la libertad por delante, porque hacen libres a los pueblos y un ejemplo es mi Lebrija.

Tenemos una forma de pensar y de concebir el mundo, de expresar y comportarnos, unos valores basados en el respeto de la tradición, a la gente joven y mayores… ¡Ole la fraternidad!

Nuestra cultura es simbólica, metafórica, y configuramos lo colectivo como pieza importante, al revés que la sociedad actual, que configura al individuo como base.

¡Andalucía, pedid tierra y libertad! Que sea por tu pueblo gitano, su cultura y su humanidad. Así lo vamos a celebrar.

Es verdad que detrás de la crisis económica hay una crisis de valores, y que a las minorías étnicas le está afectando. Pero creo que a la cultura gitana le afecta menos, porque para nosotros (gran parte) la propiedad es meramente instrumental. Lo que valoramos más son los momentos, las vivencias, el presente. Los gitanos hemos sido pobres, somos pobres y seremos pobres, pero muy flexibles y con una adaptación de muy alto nivel, tanto para lo malo como para lo bueno. Creo que se perderán naciones y continentes y los gitanos seguiremos siendo supervivientes. Somos como la mimbre, que se mueve con el viento.

Y por supuesto que sea ese día de denuncia perpetua para esas iniciales mayúsculas (RAE), que no sé si es por la inteligencia de los significados o por el acto de sinvergüencería xenófoba y racista hacia el pueblo gitano, GITANO: trapecero,… y para remate sus disculpas hirientes: el significado está en la calle. ¡Buena faena de puerta grande, sres letrados! ¿Por qué no habéis puesto POLÍTICOS: rateros y maleantes (no todos),  que está en la voz de la calle. Lo visto, que siempre se ataca a los más débiles, aquellos que son invisibles para la sociedad. Pues han metido «la pata bien metía»,  y nada de débiles ni mudos, le vamos a dar una lección para que aprendan a tratar a personas y después los juzguen, para que aprendan lo que significa educación y respeto, que se le olvidan con tantos significados .

Gitanos

DÍA DE LA COMUNIDAD GITANA DE ANDALUCÍA

Jueves, 20 de noviembre // 19 horas:
MESA REDONDA Y GITANA EN EL TAROQUE.
Viernes, 21 de noviembre // 11 de la mañana:
Colocación de la BANDERA GITANA Y LECTURA DE MANIFIESTO.
sÁBADO, 22 DE NOVIEMBRE // 14:30 horas
CONVIVENCIA EN LA PEÑA FLAMENCA «PEPE MONTARAZ».
Almuerzo y a continuación poesías flamencas, un homenaje a uno de nuestros mayores con peso flamenco como bailaor cabal  y rancio JOSÉ VARGAS «EL VIÁ» y fin de fiesta con una reunión de cantaores de nuestra tierra: Manuel La Costá, Diego Vargas y Josefa Valencia «Caneca» con la guitarra de Luis Carrasco.
Gitanos

DÍA DE LA COMUNIDAD GITANA DE ANDALUCÍA

«Ser gitano de Andalucía es otro metal , y si es de Lebrija más. No sé si estamos andaluzados o los andaluces están agitanados, pero que más da una cosa delante y otra detrás».

Sastipén Talí, man camelo libaná pa enjalle on chipicale, saro le sos chundeó on Caba foro haré.

LA BULERÍA DE JEREZ: Un cartel de buen néctar flamenco en la Plaza del Mamelón

Que no haya más dudas sobre la Plaza de Toros: echamos de menos la simbiosis de albero taurino y quejío flamenco

Para abrir una puerta de estimación y valoración de lo ocurrido este pasado sábado 6 de septiembre en Jerez de la Frontera, hay que echar mano de la cumbre del entusiasmo de la gran llamarada de los más de 5.000 asistentes en aquel lugar céntrico de fuentes y verdes columpiares como es la Plaza de Mamelón.

Era el punto de atención la entrada libre y la privacidad de ella a la vez, pero a la vez que iba transcurriendo el Festival, la gente se acomodaba a las circunstancias y pasamos la noche sin presión y con la mirada adonde había que tenerla, en el escenario.

He echado de menos aquella simbiosis entre albero taurino y el quejío flamenco de otros años. Esa plaza de toros de Rafael de Paula que produce inspiración a la improvisación del artista flamenco. Por favor, que no tengan más dudas sobre ese escenario tan idóneo para la llamada del duende.

Había un cartel de buen néctar flamenco. Jerez, Jerez y otra vez Jerez, y este año una pincelaíta lebrijana de Anabel Valencia, que junto a los dos autobuses que fuimos, dejamos la sal de nuestra tierra derramá en aquellas fuentes enigmáticas jerezanas, todo organizado por Bar Bocho y Lebrijaflamenca.com.

Hasta el agua de las fuentes escuché llorar con el video que abrió el telón de la nueva edición de la Fiesta de la Bulería. El Torta y su «alma de viaje» apareció en aquella pantalla, nakerando y cantando, y donde su hijo pequeño con la camiseta de su pare y junto a su familia, le rendían homenaje a la honda bohemia de El Torta. ¡Cómo revoleteaba el sonido negro de su cante por aquel céntrico lugar!

Empezó la familia Moneo por toná, todo bajo la batuta del patriarca Manuel, «el cultivo de los cantes antiguos», junto a sus hermanos y su sobrino Barullo. Se acomodaron en una mesa tabernera y poniendo compás a la noche por soléa por bulerías, bulerías… y poniendo su broche con el baile de algunos miembros de la saga Moneo.

A continuación le tocó el turno a otra zaga más arriagada en la cultura de la sangre jerezana, los Agujetas. Antonio, hijo del emblemático Manuel, nos deleitó por soléa por bulería, seguirillas , fandangos y un punto de bulerías para su despedida, hay que buscarlo en otra noches.

Le tocó el turno al cantaor de la saga La Paquera, «el niño en la vida y viejo en la sangre», a Jesús Méndez, fuerza y pundonor, sobrao en cualidades, nos ofreció un recital de alegrías, soleá por bulerías, seguirillas y unos fandangos acordándose de qué saga reviene, la única verdad que hay en el flamenco Jesús la lleva por bandera, lo ortodoxo y tiene mucha culpa esa guitarra destrenzada con un silencio de verdín de corral de Manuel Valencia.

Ya pasaban los primeros minutos del domingo cuando salió la tropa de Diego Carrasco, creativo toda su vida y dándose fruto en su carrera profesional, compás hasta en la moña de sus zapatos, llamó a dos artistas celestiales en su actuación, El Torta y Morao, «dónde estás tú metío, qué solito me has dejao, Morao». Vendió toda su chatarra flamenca a montones y llamó a la mujer «tronco de faraona», Remedios Amaya, perfil que ni el mejor de los pintores es capaz de pintar, raza, gestos de cañaverales del río, errante y pura, meneó su barca con su idiosincrasia y se zarandeó como exponente de mujer flamenca. Todo un espectáculo de Diego Carrasco y sus hippytanos.

Parecía un cartel que nos podía llevar hasta las claritas del día, pero estuvo muy organizado el tema artístico y muy controlado con los minutos del reloj, aunque no para todos igual.

Se dió paso al baile, este año le tocó al menor de los Farrucos, El Carpeta, bailaor muy suelto en actitudes artísticas, concentración de alto voltaje y con una afinación de movimientos muy raciales, viene del tronco de donde reviene y su esencia farruquera, la lleva hasta durmiendo. Las voces que traía eran muy buenas y con proyección, un bonito juego del niño de los Farrucos que solo el tiempo se lo dirá su valía.

Y a continuación la sal de nuestra tierra, Anabel Valencia, enduendada por su sangre de familia cantaora, Los Mondegos, bien medidos sus 15 minutos de actuación, seguirillas con un macho muy recortao y unas letras de bulerías tan cortas como las manecillas del reloj Así observé la actuación de nuestra cantaora en el grupo de Nono de Jero y dos cantaores de Jerez que hicieron soleá y fandangos para rematar por fiesta. Esta balanza de tiempo hay que medirla más para todos.

Bulería

FIESTA DE LA BULERÍA DE JEREZ 2014_Luis El Zambo

Ya casi se llegaba a las 3 de la mañana cuando se subió el exponente más genuino y ortodoxo de los Zambos, vaya como pescó este pescaero de profesión. Luis tiene un metal que brilla nada más sentao, «es una raíz honda del grito». Pertenece a unos de esos enjambres del barrio Santiago, sereno y frío nos deleitó por soleá por bulería y acabó por esas bulerías cortas de Jerez que hasta el más saborío es capaz de hacer bailar. Qué respeto me produce El Zambo.

Bulería

FIESTA DE LA BULERÍA DE JEREZ 2014_Capullo de Jerez

Pero ya el tiempo que quedaba era para el Capu, artista verdadero, que llama a la libertad en cada actuación, un artista de lunas, bohemio y su capacidad de fantasía es equivalente al toreo de Paula o a los dibujos de Lorca, sublime en su repertorio de ritmos festeros, el Capullo de Jerez puso en pie a los más de 5.000 asistentes tarareando sus letras y su improvisación era de tal magnitud que parecía que era de otra galaxia. Es un genio del ritmo festero, hay pocos como él. La guitarra de Amaya buenísima y con sonidos limpios, agua de pozo su soniquete, fue inspiración para el Capu.

Eran las 3 y media aproximadamente cuando Lebrija ya nos esperaba, ahí quedó la 47 edición, en definitiva detalles de algunos de los artistas, ha sido una edición arriesgada y muy buena en cartel. Dar a la gracias al concejal de Jerez de eventos culturales, Antonio, por su complicidad y apoyo a Lebrijaflamenca.com y a Cope Lebrija.

Revista La Fragua. Metal de canela y hojalata nº4: http://issuu.com/revistalafragua