El cantaor lebrijano añade una página genial al camino que une el blues negro americano con el cante gitano
El blues clásico, la música negra americana unida al compás del cante gitano. ¿Es posible? A base de mucho conocimiento y de entender muy bien el ritmo y el compás, mucho respeto también y mucho escuchar a los clásicos. Los clásicos del flamenco y del blues. ¿Y eso qué es? ¿Inventar, evolucionar?
- “¿Estamos revolucionando o destruyendo?”. El propio Ethan Margolis se lo pregunta a instancias de LebrijaFlamenca.com. – “Lo dirán las generaciones del futuro”. Lo cierto es que Ethan y sus músicos no destruyen sino que construyen un universo único en el que prima la confianza entre ambos lenguajes y la profesionalidad.
El próximo disco de Ethan Margolis se llama ARSA 100 “La Fórmula” y saldrá en los próximos meses. Cuenta con colaboradores de la talla de Chano Domínguez, Yelsy Heredia, Tomasito y… el lebrijano Juan Bacán. Este último acaba de llegar de Los Ángeles de grabar su tema. No me hables de cante, en el que se asoma por vez primera a los ritmos latinos. Juan Bacán defiende su gitanería y su age en cualquiera de los registros a los que se enfrenta.
SONIKETE BLUES
Ethan Margolis es ante todo un gran aficionado al cante. Hasta el punto de dedicarle una soleá a El Chozas (que Dios lo tenga en la gloria) en su último disco Sonikete Blues o de contar con los jaleos de los mejores Chícharo y Bo.
Fusiona el flamenco gitano con el blues y lo mismo presenta unas bulerías con el maestro del compás Tomasito (en las que se acompaña de la guitarra de Rycardo Moreno y de la batería de Nano Peña); que recrea un blues al golpe o una soleá, con sus propios nudillos, acordándose de los míticos Robert Jhonson y Leroy Carr de los años 30.
En el disco Sonikete Blues, pieza esencial para los amantes del ritmo y el duende, hay dos temas personalísimos de Ethan Margolis: la copla por soleá Afraid en la que mete percusión latina (mieo me da de la luna) y las Sultryanas, unas sevillanas acompasadas que milagrosamente se pueden bailar. En la fiesta final se combina lo cotidiano con la genialidad, como en cualquiera de las fiestas gitanas que aún se dan por esta zona de Andalucía.