Escuchar a MARTIRIO en la intimidad de un salón en Lebrija: “se canta mejor cuanto más se ha vivido”

La cantante “de presencia enigmática” nos habla (y canta) sobre la COPLA y la educación sentimental de las mujeres

Fue un lujo. Tener a Maribel Quiñones, Martirio, en la intimidad de un salón hablándonos de un género que conoce bien, la copla, y su influencia en la educación sentimental de las mujeres. Es decir, hablando de nosotras mismas, de nuestros sentimientos, amores, desamores, adulterios, creencias, religiones y todos los temas universales que han tratado nuestras coplas a lo largo de las últimas décadas.

El grupo lebrijano “Por amor al arte” organizó esta conferencia cantada a cargo de Martirio, que se celebró en un ambiente íntimo en El Benito, donde de manera periódica se celebran actividades particulares en torno a la cultura.

Actuó como telonera la actriz (amateur) lebrijana Dolores Calceta, que hizo un sketch divertidísimo en torno a la mujer; y al piano, el profesor gaditano Juan Luis Reyes Parodis. Iluminación escasa y un bonito cartel de Fátima Marcelo hecho para la ocasión. Todos los ingredientes para crear un ambiente propicio para escuchar a Martirio.

Maribel Quiñones fue presentada como “una arqueóloga musical” por sus investigaciones sobre las canciones antiguas. Su conferencia sobre “la mujer y la copla en nuestra educación sentimental” fue indagando sobre las costumbres y la memoria de una época pasada.

El acto se convirtió en un homenaje maravilloso a un género muy conocido, el de la copla, la tonadilla o la canción española: “la heredera del cuplé, del flamenco y de la canción”, según Martirio. Auténticos dramas cantados que sacaban a las mujeres de sus problemas cotidianos y de sus sentimientos retraídos por el régimen imperante. “Las mujeres de la época no opinaban, no podían expresarse: hacían un arte de la necesidad”.

Martirio va nombrando autores e intérpretes, Concha Piquer, Estrellita Castro, Miguel de Molina,… y va dando personalidad a sus coplas. La voz particular y aterciopelada de Martirio irrumpe en la intimidad del salón e intercala sus apreciaciones con sus interpretaciones.

Del pasado nos lleva al presente: “Hoy es diferente, las mujeres tenemos más personalidad, aunque sigamos siendo criticadas”. Y también nombra a los más actuales cantantes, Carlos Cano, Serrat, Javier Ruibal, Diana Navarro, Miguel Poveda, Pastora Vega,… y desde su experiencia se atreve a dar un consejo: “no vale copiar; se canta mejor cuanto más se ha vivido; si te has entregado en el amor, se transmite mejor con la copla que con ningún otro género musical”.

Lo de Martirio por la copla es pasión: “se puede cantar sola o con orquesta; ligada con el jazz o con el flamenco; tiene grandes posibilidades teatrales, es mágica, puede ser austera o barroca; la copa es de una riqueza imaginativa sin límites, es patrimonio cultural de nuestro país y es imposible que muera”.

Finalmente Martirio demostró sentirse a gusto y conocer bien Lebrija. Ella misma lo reconoció: “No he estado nunca en Lebrija, aunque parezca mentira”. Y tanto, porque terminó el recital por corraleras, coreada por un público entusiasmado.

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