Homenaje a Antonio Peña Otero El Cuchara, un gitano de categoría

Grandes artistas, familia, instituciones y un público entregado rinden tributo a El Cuchara en el Teatro Municipal de Utrera

Sentado en su palco, rodeado de su inmensa familia, hijos, hijas, nietos, algún que otro bisnieto y los representantes institucionales, Antonio Peña Otero El Cuchara de Utrera agradece su homenaje, abre los brazos y jalea: «¡Olé Utrera!». Y Utrera le corresponde: «Olé tú, Cuchara!».

El plantel de artistas es importante. Muchos de ellos han compartido fiestas con El Cuchara. Aurora Vargas, José Mercé, Tomatito y Argentina encabezaban el cartel. Utrera abrió el escenario, predominando el cuplé por bulerías. Los más cercanos a El Cuchara, prácticamente familia: El Marquesito, Manuel de Angustias, Manuel Amaya y José de la Buena, acompañado de las guitarras de Pitín y Pitín Hijo.

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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025

Los Morancos animan el cotarro. Estos «gitanos de Ikea» con su pinta de suecos, tienen el alma morena y el compás en sus ocurrencias. No les falta la «pataíta» que bordan junto a la guitarra de Joselito Acedo, que repite en numerosas ocasiones sobre el escenario. Los alagos y palabras de admiración para El Cuchara vienen de parte de los directores de la Bienal de Flamenco de Sevilla, del ABC y del Instituto Andaluz de Flamenco.

Tras La Argentina, que interpreta por bulerías María de las Mercedes con sentimiento, cuatro puntales para la armadura más flamenca: José Valencia, Juan de la María, David el Galli y Rafael de Utrera. Comienzan al alimón y después se lucen cada uno por bulerías, cada uno con diferentes estilos y personalidades. Destaca el compás apoyado en las palmas del lebrijano Manuel Valencia y otros dos jóvenes de Utrera.

José Mercé es el único que encara la soleá y la seguiriya, con su fiel escudero Tomatito. por derecho y demostrando maestría. La fuerza festera y la gitanería viene de mano de Aurora Vargas que cautiva al personal por tangos y bulerías, con el acompañamiento de Miguel Salado.

El último cuadro es una mezcla de voces flamencas y arte acompasado. Un artista de porte como Miguel Ángel Heredia; el cantaor de postín Pechuguita, que protagonizó un mejor momento junto al baile de José Tomás de la Molía, y la jerezana Felipa del Moreno, todos acompañados de la guitarra de Pitín Hijo.

El Cuchara sorprende sobre el escenario. A su avanzada edad, no ha perdido la esencia de la fiesta. Abre los brazos y canta por bulerías. Se recoge, y continúa cantando. Alcanza la cima del espectáculo solamente con su improvisación, con la sorpresa. El arte es espontáneo y él lleva muchas fiestas a sus espaldas. Los artistas lo rodean con cariño y admiración. Gran noche para Utrera. Los homenajes en vida, sí señor.


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025_Los Morancos


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025_La Argentina


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025



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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025_José Mercé y Tomatito


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025_Aurora Vargas




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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025


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Homenaje a El Cuchara de Utrera_enero de 2025

#BienalSevilla16 José Mercé ofrece un recital de flamenco con partitura clásica

El cantaor se acompaña de Tomatito, Pepe Habichuela y Alfredo Lagos en el cierre de la Bienal de Flamenco de Sevilla

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#BienalSevilla16 José Mercé y su Antología del cante flamenco_Foto: Archivo Bienal

Como si de una antología del cante se tratara, José Mercé fue desgranando uno a uno los palos del flamenco, en el cierre de la Bienal de Sevilla 2016 y acompañado por las guitarras de Tomatito, Pepe Habichuela y Alfonso Lagos.

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#BienalSevilla16 José Mercé y su Antología del cante flamenco_Foto: Archivo Bienal

No sé quién dudaba de que José Mercé fuera a cantar flamenco y solo flamenco, nosotros que lo hemos visto una y mil veces en festivales (como en el último Potaje de Utrera) en los que no deja dudas de su sabiduría y su linaje. Es cierto que hay artistas que se han acercado a otras músicas y que han experimentado con distintas fórmulas… y José Mercé es uno de ellos. José Mercé lleva décadas experimentando el arte de vender discos a mansalva. El arte de mantenerse en el top de las listas de ventas de discos, manteniendo un encuentro permanente entre el flamenco y la industria discográfica, que no debe de ser fácil.

Eso no quiere decir que el artista jerezano no haya sido capaz de cerrar una Bienal de Flamenco de forma digna e interpretando más de diez palos del flamenco, unos más cercanos a su forma y otros en los que se sintió más incómodo, pero todos con su impronta gitana y sus conocimientos del cante flamenco.

El espectáculo para nuestro gusto quedó deslucido, precisamente, por ese afán recopilatorio, que le quitó impronta personal al recital. Es verdad que la personalidad de las guitarras y el compás del grupo de jaleos animó un poco la escena, pero para un directo el formato se parecía demasiado a un catálogo de cantes. Mucho clasicismo en las formas y en las letras.

Después de abrir el recital bajo el haz de luz blanca y cantando por tonás, le acompañó Tomatito por tarantos y, con los palmeros, por bulerías por soleá. Se fue a buscar la flor que amaba por malagueñas y acompañado de Pepe Habichuela, que también le tocó en unas desafortunadas granaínas. Este guitarrista de Granada le acompañó en dos de los mejores cantes que entonó José Mercé, la soleá («pena no tengo ninguna») y la seguiriya que Mercé personaliza en su hijo Curro porque no hay dolor más grande que el de perder a tu hijo («dejádmelo ver»). Por fin, el guitarrista Alfredo Lagos se lució por fandangos, magníficamente interpretados por Mercé arrimándose a la personalidad de los grandes como El Gloria y Manuel Torre; y por tangos, donde el cantaor se siente cómodo.

Sale de nuevo Tomatito a acompañar a Mercé por alegrías, con sones de Sanlúcar de Barrameda; y finalizan las tres guitarras juntas por bulerías, donde José Mercé abandona el micrófono y se hace su pataíta para deleite del público. José Mercé se ha empeñado en grabar una antología del cante flamenco, no sabemos si este disco también irá al top ten de ventas o, paradójicamente, será incapaz de competir con el confit de fuá y el resto de éxitos del cantaor jerezano.