POLÍTICA POR ALEGRÍAS

La ingeniera de Caminos y flamenca aficionada, Mª PILAR MATEOS RUIZ, busca políticos que se arranquen por alegrías

Hace unos días me mandó mi hermana un video que me dejó ojiplática.

Tres cantaores flamencos se arrancan por fandangos en el parlamento andaluz, durante una intervención de Mar Moreno, senadora designada por el Parlamento de Andalucía para protagonizar una protesta anticapitalista contra los allí presentes. No soy yo muy partidaria de estos asaltos por sorpresa a las instituciones, pero confieso que se me escapó una sonrisilla al ver la cara que se le queda a nuestra EREdera de la Presidencia de la Junta de Andalucía y la poca gracia del sr. Gracia, presidente del Parlamento Andaluz, al ofrecerle a la señora Moreno un caramelito, por el atragantamiento que le causa tal irrupción en su discurso. Al final del video se escucha un comentario de alguien que les desea a estos tres artistas que se queden afónicos en lugar de nuestra senadora, y a quien yo, que no le he visto la cara, le cantaría un garrotín. No nos vamos a quedar afónicos, señores.

Lo que más me gusta del video es la dignidad con la que los cantaores (dos mujeres y un hombre) abandonan el Parlamento al intervenir las fuerzas de seguridad, sin dejar de cantar con mucho sentimiento  y terminando sus estrofas. Eso y los créditos finales que también me sacaron otra sonrisa.

Al parecer se trata de un grupo anticapitalista flamenco denominado FLO 6×8 que suele arrancarse a cantar y bailar en sedes y sucursales bancarias y otros lugares curiosos para dar a conocer su protesta contra la Troika. Visiten su web (pincha aquí) si quieres disfrutar de éste y otros videos de protesta muy interesantes.

Sucedió a principios del verano de 2014. No recuerdo yo haberlo visto en Canal Sur, que tan aficionado es a la copla y las coplillas, ni en ningún otro medio de comunicación. Cosa que por otra parte no me extraña porque no  tengo  sintonizado el Canal Sur como preferente entre los canales preferidos de mi televisión, no vaya a ser que me atragante yo también, y en esa fecha estaba yo más pendiente de organizar otras vacaciones de verano sin mi extra que del Parlamento Andaluz.

Pues yo no quiero política por fandangos, sino por alegrías.

Estoy ya empezando a cansarme de estos tientos, tan solemnes y aflijidos, que tardan semanas en reaccionar a la realidad, dependiendo de lo que diga la prensa y las encuestas y el de la coleta en el sálvame de turno  y amañan ruedas de prensa con sus mayorías absolutas que controlan los medios, en las que no aclaran nada; y de los que van por tangos, que tratan de seducirnos con improvisación y guiños deseados, pero que no distinguen un 3*4 de 270.000 millones de euros.

No quiero cantes  de ida y vuelta.

Esas que salen por guajiras con sus enormes pericones y que hablan de pactos y ahora se comen el pico con aquellos que llevan años sin mirarse a la cara ni compartir un café; O esos que están de vuelta y cambian de color o fundan un partido cuando son juguete roto o se quedan sin carguito; Ni colombianas, que tanto  gustan a otros que van y vienen con nuestros dineros públicos.

Harta estoy de jaleaores y palmeros que pactan presupuestos imposibles a cambio de una promesa de otro banco público de esos que tantos disgustos nos han dado en los últimos años, gregarios con miedo a levantar sus liberados y orondos traseros de los asientos de los escaños y altos cargos de nuestra maltrecha y politizada administración.

Ni escuchar más deblas ni martinetes. Las que en diferido nos amenazan con el caos y el abismo si nos decantamos por nuevas opciones políticas, o aquellos que nos llaman mentirosos por tocarnos la cara cuando no debemos en el ejercicio responsable de nuestro trabajo al servicio público. Saetas que me hacen llorar cuando veo esos hombres encaramados en la valla de Melilla y esas mujeres embarazadas y sus bebés en las pateras del Mediterráneo.

Tampoco quiero en política más farrucos, “esaboríos” que nos hacen la peineta y se van de visita oficial a los burdeles  a tomar gin-tonics e inventar obras importantísimas sin estudio de viabilidad y con nuestros impuestos; Y que con nuestros impuestos rescatan grandes entidades bancarias que les pagan caviar por kilos y grandes cacerías.

Quiero alegrías, busco políticos que se arranquen por alegrías.

Con una buena salida: En la que se presenten a la ciudadanía con un pasado del que se sientan orgullosos y defendiendo su curriculum profesional anterior, aunque no sean de buena familia ni tengan buena planta.

Luego a venir un airoso paseo por la realidad; Despacito, con la cabeza alta y la espalda bien derecha, enterándose de lo que pasa en el mundo y en su pueblo, para aprender de los que lo hacen bien y de los que saben hacerlo, y no volver a caer en los mismos errores de aquellos que fracasaron.

Ese silencio ………shhh… imprescindible. Silencio para escuchar atentamente a nuestros mayores que tienen algo que decir y no tienen twitter y apreciar la belleza del paisaje y del entorno. Respirar profundamente la brisa marina y el aire puro de nuestras sierras y valles …..shhh…. Sin pitidos ni silbidos que nos distraigan. Desconexión tecnológica para coger frutos con cuidado y con respeto a nuestra madre naturaleza y buscar pájaros y  bichos con nuestros hijos que heredarán lo que sembremos.

Luego una castellana que respete nuestra lengua común, con buena ortografía y mejor gramática, que nos permita escuchar brillantes discursos sin necesidad de pagar traductores dentro de nuestro común tablao. Y conocer otros idiomas y otras culturas para poder tomar decisiones acertadas desde el respeto y la tolerancia y poder actuar con mucho duende en escenarios internacionales.

Y cuando llegue el desplante, bien elegante; por favor, por bulerías. Nunca por chuflas ni por jaleos. Debatiendo con rigor, bien informados y asesorados profesionalmente y acompasados con el democrático sentir popular.

A nuestros políticos locales les aconsejaría además que aprendan a bailar la reja, tanguillos populares del folklore granadino en los que intervienen muchas faldas de distintos colores, y cuyo aplauso depende del buen baile individual pero sobre todo de la coordinación y el tender la mano en el momento preciso y oportuno, y agarrar por la cintura y mirar a la cara al resto del cuadro para conseguir el éxito de la actuación. Yo aprendí a bailarla en el patio de mi  colegio, cuando era chica, en plena transición, cuando no había educación para la ciudadanía en las aulas sino en la calle y en las familias, ni cambiaba la ley cada cuatro años.

Mi última estrofa va dedicada a la rumba catalana, que estoy detrás del sr. Rivera a ver si me enseña a bailarla sin que nos riña el maestro jedi de las cuentas andorranas. A este  ciudadano estoy yo deseando volver a  escucharle por verdiales ……o por granaínas, antes de que pille asiento en el congreso y lo corrompa el sistema.

Tirititrán tran tran… transición del siglo XXI.

Artículo de opinión de Mª PILAR MATEOS RUIZ.
Ingeniera de Caminos y flamenca aficionada. Granada, enero de 2015.

 

El flamenco de Lebrija alcanza gran protagonismo en el FESTIVAL DE NÎMES

Juan Peña “El Lebrijano”, Pedro M. Peña, Dorantes y José Valencia pisan los escenarios del festival francés

Muchos franceses saben de la existencia de Lebrija por el flamenco. Los artistas lebrijanos llevan años viajando y actuando en festivales del país vecino, como el de Mont de Marsans y el de la ciudad de Nîmes, que celebra la edición 25 del 11 al 25 de enero.

Flamenco

25 FESTIVAL FLAMENCO DE NÎMES – FRANCIA_Joaquín Grilo y Dorantes

Quedan por celebrarse dos actuaciones importantes de artistas lebrijanos: el 21 de enero, el espectáculo “Cositas mías” de Joaquín Grilo, con el pianista Dorantes como artista invitado; y el jueves 22 de enero, el gran artista Juan Peña “El Lebrijano”, con la guitarra de su sobrino Pedro M. Peña y varios músicos magerbíes, como Mohamed Amine Talassaine, en el laúd, y Alexis Máxima Lefebre al violín.

“El Lebrijano” es presentado en el Festival Flamenco de Nîmes como “un gitano rubio de Lebrija, un revolucionario injustamente abandonado que ha marcado su época”. Es más: “un flamenco gitanísimo, heredero de los Perrate de Utrera, cantaor en la cumbre a partir de los años 60, que no tuvo en eses momento el reconocimiento que se merecía. ¿Su fallo? ¡Su libertad!”.

Y el pasado domingo 18 de enero, hacían acto de presencia en el Festival de Nîmes los artistas de Los Invitados con Belén Maya a la cabeza y el cante de José Valencia y Tomás de Perrate, entre otros. Aquí os dejamos algunas fotos con el lebrijano José Valencia como protagonista esencial del espectáculo:

La 25 edición del Festival de Nîmes está dedicada al desaparecido Paco de Lucía: “el guitarrista más grande de la historia del flamenco”. Un homenaje llevado a cabo a través de “un diálogo inédito” sobre los escenarios entre José María Velázquez-Gaztelu, guardián de los más bellso archivos de flamenco; y el guitarrista que se considera uno de sus herederos, Niño Josele. Os mostramos también otras fotos de espectáculos que se han llevado a cabo estos días en Nîmes, como el recital de El Pele y la actuación del bailaor Israel Galván, con Tomás de Perrate en el cante.

 

 

Escuchar a MARTIRIO en la intimidad de un salón en Lebrija: “se canta mejor cuanto más se ha vivido”

La cantante “de presencia enigmática” nos habla (y canta) sobre la COPLA y la educación sentimental de las mujeres

Fue un lujo. Tener a Maribel Quiñones, Martirio, en la intimidad de un salón hablándonos de un género que conoce bien, la copla, y su influencia en la educación sentimental de las mujeres. Es decir, hablando de nosotras mismas, de nuestros sentimientos, amores, desamores, adulterios, creencias, religiones y todos los temas universales que han tratado nuestras coplas a lo largo de las últimas décadas.

El grupo lebrijano “Por amor al arte” organizó esta conferencia cantada a cargo de Martirio, que se celebró en un ambiente íntimo en El Benito, donde de manera periódica se celebran actividades particulares en torno a la cultura.

Actuó como telonera la actriz (amateur) lebrijana Dolores Calceta, que hizo un sketch divertidísimo en torno a la mujer; y al piano, el profesor gaditano Juan Luis Reyes Parodis. Iluminación escasa y un bonito cartel de Fátima Marcelo hecho para la ocasión. Todos los ingredientes para crear un ambiente propicio para escuchar a Martirio.

Maribel Quiñones fue presentada como “una arqueóloga musical” por sus investigaciones sobre las canciones antiguas. Su conferencia sobre “la mujer y la copla en nuestra educación sentimental” fue indagando sobre las costumbres y la memoria de una época pasada.

El acto se convirtió en un homenaje maravilloso a un género muy conocido, el de la copla, la tonadilla o la canción española: “la heredera del cuplé, del flamenco y de la canción”, según Martirio. Auténticos dramas cantados que sacaban a las mujeres de sus problemas cotidianos y de sus sentimientos retraídos por el régimen imperante. “Las mujeres de la época no opinaban, no podían expresarse: hacían un arte de la necesidad”.

Martirio va nombrando autores e intérpretes, Concha Piquer, Estrellita Castro, Miguel de Molina,… y va dando personalidad a sus coplas. La voz particular y aterciopelada de Martirio irrumpe en la intimidad del salón e intercala sus apreciaciones con sus interpretaciones.

Del pasado nos lleva al presente: “Hoy es diferente, las mujeres tenemos más personalidad, aunque sigamos siendo criticadas”. Y también nombra a los más actuales cantantes, Carlos Cano, Serrat, Javier Ruibal, Diana Navarro, Miguel Poveda, Pastora Vega,… y desde su experiencia se atreve a dar un consejo: “no vale copiar; se canta mejor cuanto más se ha vivido; si te has entregado en el amor, se transmite mejor con la copla que con ningún otro género musical”.

Lo de Martirio por la copla es pasión: “se puede cantar sola o con orquesta; ligada con el jazz o con el flamenco; tiene grandes posibilidades teatrales, es mágica, puede ser austera o barroca; la copa es de una riqueza imaginativa sin límites, es patrimonio cultural de nuestro país y es imposible que muera”.

Finalmente Martirio demostró sentirse a gusto y conocer bien Lebrija. Ella misma lo reconoció: “No he estado nunca en Lebrija, aunque parezca mentira”. Y tanto, porque terminó el recital por corraleras, coreada por un público entusiasmado.

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