El sonido flamenco de la izquierda

La Velá Flamenca, celebrada en la noche del 8 de agosto, quedó sellada por el chisporroteo del martillo flamenco

Quizás sea una de las mejores Velás organizadas por Izquierda Unida, en la que se derramó por el albero lebrijano el almíbar de lo ortodoxo del Patrimonio de la Humanidad, Flamenco y más Flamenco .

Con más de 500 personas y con una buena noche  para alternar entre la cultura y la política, dió comienzo sobre las 10 y media otra edición más.

Manolo Zarzuela abrió el telón presentando a José “El Chico” de El Cuervo, aficionado con proyección, finalista del último concurso en “La Choza de Joaniquín”, sobrino de la Perrenga, balanceándose por sus tres palos interpretados muy a gusto, sus tientos tangos le pusieron color a la noche. Dará mucho de que hablar este cantaor, se subió con la renovada ilusión de la guitarra de Antonio José.

Después le tocó el turno al grupo “Entre Lebrija y Jerez”, un flamenco más fresco, jóvenes de dos cunas autóctonas del cante, todo bajo la batuta de Currito Malena. Con la voz de Estefanía Zarzana, nos deleitaron por rumbas y bulerías, y traían como artista principal a Juanito, ese niño que tiene deslumbrado a medio mundo por sus videos en Youtube bailando y cantando, en el escenario solo tocó la guitarra y presentó a su grupo, pero en la reuniones posteriores sí se desmadró.

De Trebujena para Lebrija, así llegó el siguiente cantaor. Enrique Afanador se subió con la guitarra pura de Luis Carrasco, se quejó por soleá, se dolió en sus letras, aficionado que se lo está trabajando al máximo, viaja a muchos concursos, ensayos muy continuos en el Bar Bocho, al que por cierto le dedicó uno de sus cantes, y se fue con letras por bulerías. Afanador vació sus conocimientos en el escenario.

Le tocó el turno al emblemático Fernando Margaro, fandangos de diferentes estilos, como en botica de todo un poco, dedicación para los flamencos y para la sociedad, muy entregada los asistentes con este aficionado.

Pasada la media noche se sube uno de los cantaores lebrijanos con más peso, Curro Vargas, con la guitarra de José María Piñero se destapa su raza por soléa, bravía su tonalidad en su actuación, aunque otra veces ha estado mejor. Voz inigualable, Curro es canela en rama.

Para ponerle el colofón a la Velá le tocaba el turno a “El Pajarito” y Anabel Valencia.

Juan Peña se sube con la guitarra de Luis a destapar su esencia por tientos y a poner sabor a cañaverales del río por soléa. otro cantaor con peso y que está detrás de la nada. Su madre, esa cantaora bravía La Perrenga, sus conocimientos abrumadores, Juan debe subir peldaños para arriba porque lo vale .

Velá Flamenca

V VELÁ FLAMENCA DE LEBRIJA 2014

La guinda la pone la Cenicienta del flamenco, Anabel Valencia con su familia se sube para derramar tangos y bulerías para la Velá, cortita en diversidad de palos pero buen medido su tiempo.

Eran la 1 pasada y no se movía nadie, era una estampa cultural lo de aquellas butacas sin movimientos, todo pausado para escuchar la garganta de otra galaxia de esta mujer al compás de las cuerdas de guitarra de Currito Malena. Con la presencia de su niño de pocos meses, Anabel pellizcó al aire con esas letras por bulerías que muy pocos cantaores hacen. Acabó su actuación con sus sobrinos bailando por bulerías .

La noche de Izquierda sonó a Flamenco en el albero lebrijano, sonó a solidaridad con Palestina, porque la unidad hace sus éxitos y el flamenco nuestro hay que darle vida, dicen que “el cante por bulerías nació en Jerez pero bautizado en Lebrija”.

Aquí puedes ver el álbum completo de fotografías de la noche flamenca:

ANABEL VALENCIA encabeza el cartel de la V Velá Flamenca

Viernes, 8 de agosto: Buen programa y garantía de buena noche al aire libre en el Polideportivo Municipal

Se trata de una Velá Flamenca al aire libre. Es la quinta edicicón. Y lo organiza Izquierda Unida.

Se agradece la iniciativa, porque las noches de veranos son para disfrutarlas al aire libre. Y además, un buen cartel. Así que buen flamenco y buen ambiente garantizados para todo el mundo.

Velá Flamenca

CARTEL V VELÁ FLAMENCA

 

Pedro de Miguel: salvaguardia del flamenco a título póstumo

“Su voz perdurará como una mañana o una tarde o como el eco de esta Yerbabuena que ahora le ofrecemos”

Lo contó Tomás de Perrate sobre las tablas del festival flamenco de La Yerbabuena, visiblemente emocionado: “Yo estoy aquí gracias a Miguel Acal”. Efectivamente, gracias a Miguel Acal, Pedro de Miguel, Pedro  y Juan Peña, Paco Cotto, Juan B. Britto y un puñado de verdaderos amigos comienza una era que ahora cumple 50 años y que llega hasta nuestros días en el siglo XXI en el que nos encontramos.

Tomás cuenta que él estaba siempre junto a su padre Perrate de Utrera. Pero no porque se pensara dedicar a cantar, sino porque asistía y ayudaba a su padre que estaba en una sillita de ruedas. Tuvo que escucharlo Miguel Acal en una fiesta flamenca improvisada para valorarlo en su justa medida: “un diamante en bruto”. Cuando Tomás (no tan niño, ya de adulto) leyó estas palabras en el Sevilla Información, se planteó cantar de cara al público y ganarse la vida entre las primeras figuras del flamenco.

En la foto central, Tomás de Perrate junto a la viuda de Miguel Acal en La Yerbabuena. Las otras dos fotos, durante su actuación en el festival de Las Cabezas:

Pedro de Miguel, homenajeado a título póstumo por el festival flamenco que él mismo fundó, el festival flamenco de La Yerbabuena en su pueblo originario de Las Cabezas de San Juan, pertenecía a un grupo de amigos, de intelectuales y artistas, que dedicaron su vida a custodiar o salvaguardar el arte flamenco, fundando festivales y sirviendo de vehículo difusor, con el objetivo de dignificar el arte de estas tierras del Bajo Guadalquivir.

En las imágenes, cartel anunciador de la XXIII edición de La Yerbabuena pintado por el amigo Juan B. Britto en especial para la ocasión. Fotografía de Pedro de Miguel:

Otro amigo, José Ignacio Primo de Zamora, se deshizo en elogios a “una excelente persona, amigo de sus amigos, humilde, sencillo, hombre de bien” dedicadas al distinguido Pedro de Miguel. Vivía y sentía el flamenco desde dentro, no supo otra cosa durante su vida que compartir. Se le recuerda como un filósofo, “con una deslumbrante personalidad”. Pedro de Miguel es “un soñador de ilusiones perdidas, buscador de quimeras en la soledad del campo” y entregado a su vocación verdadera: la amistad.

Pedro de Miguel tenía en su interior un misterioso mundo poético que lo llevó a valorar el flamenco en toda su dimensión. Buscaba la paz en su familia y en sus amigos. También paseando por el campo: “la voz de Pedro de Miguel perdurará como una mañana o una tarde o como el eco de esta Yerbabuena que ahora te ofrecemos”. Acto seguido, el alcalde de Las Cabezas, Francisco José Toajas, hizo entrega de la Yerbabuena de Plata a los hijos del homenajeado Pedro de Miguel.

Hay que hacer justicia a este Festival Flamenco de La Yerbabuena: aunque el hecho de que se celebre la XXIII edición puede confundir, el festival de Las Cabezas de San Juan fue fundado, como ya se ha dicho, por Pedro de Miguel, Juan B. Britto, Juan Peña “El Lebrijano”, Miguel Acal y otros amigos en el año 1969. Lo que pasa es que su celebración ha sido discuontinua, cambiando de lugar y de nombre y dejando, incluso, algún año en el que no se llegó a celebrar por motivos sociales y políticos de la época.

En este festival se rinde homenaje cada año a personas que han destacado por su lucha y su trabajo en torno al flamenco. Un homenaje emotivo y un cartel confeccionado con criterio y honestidad, así como su ubicación y el precio de la entrada, muy económico, han hecho que este festival encuentre su lugar entre los mejores planteados de Andalucía.