Noche grande de emociones y homenajes en la imposición del Caracol de oro de la 59 edición de la Caracolá Lebrijana
La cantaora Inés Bacán recibe el Caracol de Oro 2024 de manos del alcalde, Pepe Barroso, y con la Plaza del Mantillo abarrotada e inmóvil, rebosando gratitud. El pueblo de Lebrija rinde cuentas al fin con la voz honesta del cante gitano. Inés Bacán aprendió el cante de forma natural, en el seno de una gran familia cantaora, y ha sabido desarrollar una formidable carrera profesional en los escenarios.
Como dijo el periodista jerezano, Juan Garrido, que se encargó de la presentación del Caracol de Oro: “se hace justicia con una gitana que nunca ha pedido nada”. Y que se merece, de esta forma el reconocimiento de su pueblo, de los aficionados y del resto de los artistas contemporáneos.
No dudó en pedir el micrófono, la artista, para dedicarle este premio a su hermano Pedro Bacán, presente durante toda la noche quizás en el halo de la luna llena. La familia subió al completo al escenario, hijos, nietos, sobrinos, primos y alguna que otra admiradora, considerada familia por Inés, como son algunas fieles seguidoras japonesas durante muchos años. También sobre el escenario la cantaora Dolores Agujetas, que con su presencia quiso apoyar el Caracol de oro a Inés Bacán.
“Inés canta como siente, se trata del rito del cante natural”, continuó Garrido, y aunque trae los genes de la casa de los Pinini, “se ha convertido en un referente de singularidad, de no parecerse a nadie”. Una gran noche llena de gratitud a una cantaora cuyo cante se hace necesario.