La Peña Flamenca “Pepe Montaraz” culminó con este acto toda una semana de programación cultural y flamenca
“Acompañamiento intachable, dominio del compás y sonido propio”, así definió el crítico Manuel Martín Martín la guitarra flamenca de Paco Cepero. Fue en el transcurso de un acto en el que la personalidad del guitarrista jerezano imprimió sencillez y humildad al ambiente que se respiraba en la Peña Flamenca “Pepe Montaraz”.
60 años de profesión dan para mucho y el mismo Paco Cepero, en los agradecimientos, nos transmitió su máxima: “Bendita lección del tiempo, que voy a morir aprendiendo”.
Paco Cepero recibió la XXVI Giraldilla Flamenca de manos del presidente de la Peña Flamenca Juan Barejones y sus compañeros de la Junta Directiva. En el acto hubo palabras de agradecimientos también de la alcaldesa, María José Fernández, en nombre de la ciudad de Lebrija.
La vida profesional de Paco Cepero fue expuesta minuciosamente por el flamencólogo Manuel Martín Martín, que guarda en su memoria y sus papeles datos y reconocimientos al guitarrista de Jerez de a Frontera: “No hay nada más hermoso que ser tu biógrafo”, le dijo en público reconociendo su grandeza como músico y como persona. También palabras de elogio para su “ilustrísima” mujer Chari, presente en el acto de homenaje.
Década a década, Manuel Martín martín fue refiriéndose a la importancia de la figura de Paco Cepero como guitarrista y también como compositor y productor de muchos artistas de reconocido prestigio.
El acto finalizó, a petición del guitarrista, con la actuación de Rancapino Hijo, con la guitarra de Miguel Salado. El cantaor de Chiclana “que te pellizca el alma” según el propio Cepero, acompañó al guitarrista en uno de sus temas más conocidos: “Con el amor que me das / fui levantando una torre / que era de sueño de día / y de ilusiones de noche”.
Aquí os dejamos una galería de fotografías del público presente en el homenaje:
