El cantaor lebrijano se adapta a los distintos niveles de sus alumnos: “yo sé lo que le pertenece a cada uno”
Manuel de Paula no habla, Manuel de Paula sentencia: “el cante solo tiene un camino y los cimientos están ya hechos”. Es como si uno quiere hacer el Camino de Santiago y se queda en Orense. No se entendería ¿verdad? Pues Manuel de Paula parte de cada uno de los distintos niveles con que llegan los alumnos, unos más o menos aficionados, y les indica el camino. El camino correcto para acercarse al flamenco.
“Yo hago que mis alumnos se conozcan a sí mismos y se registren”, y a partir de ahí “yo estoy aquí para corregir”. Manuel de Paula se adapta a los distintos niveles de conocimiento con los que llegan sus alumnos y se adapta también, si es necesario, a sus necesidades personales, como los horarios. “Yo sé lo que le pertenece a cada uno”, no en vano son clases magistrales, directas y presenciales, lo más parecido a la verdadera transmisión en el flamenco, de maestro a aficionado o a un artista incipiente.
Lebrija se puede permitir ese lujo, debido al gran nivel de conocimiento que tienen sus artistas. El delegado de Cultura del Ayuntamiento, Pepe Martínez, invita a lebrijanos y no lebrijanos a las clases magistrales de Manuel de Paula: “se trata de un aprendizaje maduro, teniendo en cuenta la maestría de don Manuel”, dice refiriéndose al cantaor.
En la presentación del nuevo curso de la masterclass, estaban dos de los alumnos del año pasado. El niño Manuel Monje, con familia en Jerez y en Lebrija, agradece con simpatía las aportaciones “del tato Manuel de Paula”. Para él ha sido “una experiencia única” y dice haber aprendido “cosas que no había visto en mi vida” de los palos “más difíciles, los más padentro“, dice el niño, “los más jondos”, le apunta Manuel.
También Esmeralda Cabrales ha querido animar a otras que como yo “tengo tres niños, marido, una casa” pero como gran aficionada este año va a repetir. “Todo el mundo tiene cabida”, dice, “empecé con la saeta y con la ayuda de Manuel y con muchas fatiguitas ya estoy haciendo seguiriyas y romances”. Una cosa interesante: “Manuel te hace más oído, yo no tenía oído así que se puede aprender de todo”.
Los tiempos cambian “aunque yo no me cambio la camisa”, dice Manuel de Paula, y recuerda cuando de chiquillo iba a Jerez a escuchar a El Borrico y a Terremoto “para aprender en directo” del cante gitano. En la era digital está todo en internet, pero nada se puede comparar con una buena clase magistral en directo, de la mano de un cantaor que lo ha vivido todo.