La cantaora, de la saga de los Malena, nos ofrece un recital con aires antiguos de gañanía en la Peña Flamenca de Lebrija
Era la primera vez que Isabel Carrasco ofrecía una actuación artística en solitario, aunque esta mujer lebrijana ha cantado toda su vida. Empezó a subir a los escenarios hace ahora unos años, pero siempre en actuaciones corales y acompañada de los miembros de su familia y de otros aficionados de Lebrija.
Isabel Carrasco es el ejemplo de lo que ocurre en la localidad de Lebrija. Si el cante de aficionados tiene ese nivel de conocimiento y transmisión, es porque el flamenco está arraigado en el seno de las familias gitanas y es el valor fundamental de la cultura de un pueblo que aporta a Lebrija su seña más internacional.
La cantaora Isabel Carrasco en la 53 Caracolá Lebrijana 2018
La cantaora, hermana de Curro Malena y miembro de una familia en la que todos los hermanos cantan de bien para arriba, comenzó en los TrasNoches de la 53 Caracolá por cantiñas, soleá y tientos – tangos. Perfección, compás y el tiempo parado para dejar cantar a Isabel Carrasco acompañada de la guitarra de Currito Malena. En las seguiriyas se acordó de su hermano y de su padre el Maleno:
Lo que yo daría // porque estuviera // siquiera un ratito opaíto Maleno // a la vera mía.Y ya por bulerías se coronó como cantaora fundamental en la cadena de transmisión de Lebrija, unas bulerías en las que las alegrías y las duquelas se mezclan con gran sabiduría musical. El público quería más, así que finalizó por fandangos.
Fue su gran noche. Después en el ambiente festivalero de la #53Caracolá lebrijana, los artistas del espectáculo que conmemoraba los 50 años de Concha Vargas se mezclaron con los que venía de la #AzoteaFlamenca en la Tetería Andauní e Isabel Carrasco experimentó por malagueñas y abandolaos, demostrando que es una cantaora larga en conocimientos. Lo dicho: un disco que esta voz y esta manera de cantar es oro molío.
La cantaora Isabel Carrasco en la 53 Caracolá Lebrijana 2018
