Las mesas temáticas en torno a las #50Caracolás abarrotadas de público

Se centran en los orígenes de la Caracolá, las soleares de Demófilo y el presente y futuro de los festivales flamencos

El patio de buganvillas de la Casa de la Cultura ha acogido en esta semana previa a la 50 edición de la Caracolá Lebrijana, un total de tres mesas temáticas dedicadas a los orígenes de la Caracolá Lebrijana, las soleares recopiladas por Demófilo, y el presente y futuro de los festivales flamencos.

La nueva delegada de Cultura, Tamara Carrasco, ha dado la bienvenida en cada una de las mesas temáticas al público asistente, que en los tres días ha abarrotado la sala. Las tres mesas han sido moderadas por el periodista Alfonso García.

El lunes 20 de julio, ha sido un lujo contar con la presencia del guitarrista y flamencólogo Pedro Peña, fundador indiscutible de la I Caracolá en el año 1966 y del grupo “La Debla”. En la mesa lo acompañaban Curro Sánchez de Ciclosradio, también protagonista en la organización de los primeros festivales; y Lucas Castro, delegado de Cultura de los primeros ayuntamientos democráticos y responsable de la organización de quince Caracolás seguidas.

La mesa redonda empieza con la sentencia de Curro Sánchez: “sin Pedro no se hubiera organizado nunca esa primera Caracolá” y con la valoración del protagonista: “en aquellos primeros años se consolidó el que se ha convertido en uno de los principales festivales de flamenco de España”, en palabras de Pedro Peña.

Pero en los 50 años de vida de este festival, ha tenido sus pesares y sus complicaciones, y han sido la Peña Flamenca “Pepe Montaraz” y la Hermandad del Ecce-Homo, presentes en el patio de la Casa de la Cultura, los colectivos que han acudido a su rescate. Según Lucas Castro, “yo de cante entendía muy poco, pero me rodeé de muy buena gente” y explicó el mayor problema a lo largo de los años: la financiación del festival. “Lo importante era que no se dejara ningún año de organizar, si no había artistas que quisieran cantar, cantaban los artistas de Lebrija”.

El martes 21 de julio, vino el profesor de Literatura Álvaro Romero a hablarnos de las letras de las soleares que recopiló Demófilo, el padre de los poetas Manuel y Antonio Machado. Una conferencia muy amena, ilustrada por cante y guitarra, dedicada a unas letras de carácter religioso, rescatadas por Demófilo del saber popular.

Demófilo recopiló un total de 900 letras de soleares, ayudado por Juanelo de Jerez y Silverio Franconetti, letras que se publicaron en un libro “Colección de cantes flamencos…” en el año 1881.

50Caracolás

Mesas temáticas con motivo de las #50Caracolás_festivales

El miércoles 22 de julio, se juntaron en la mesa los responsables de los principales festivales de flamenco en la actualidad: Mont de Marsans en Francia; Festival de Jerez, y la Bienal de Flamenco de Sevilla.

Diferentes puntos de vista sobre programación y el eterno dilema en el aire: atender a lo puro y respetar el flamenco, o dejarse llevar por las modas y acudir a lo más popular, buscando hacer taquilla. El secreto está en el respeto y el equilibrio. Además de ponerle imaginación a los programas y atraer al público, que no busca gato por liebre.

Tras los debates y las mesas temáticas, también hemos disfrutado de actuaciones: Ana Zambrano, con la guitarra de Juan Carrasco; Anabel Rodríguez y la guitarra de Niño del Fraile; y el cante de José Olmo con la guitarra de Antonio José García.

Publicamos aquí un álbum del público, en el que también había sentados importantes artistas:

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Nueva Junta de Gobierno de la HERMANDAD DE LOS GITANOS de Lebrija

Hermandad

Nueva Junta de Gobierno de la HERMANDAD DE LOS GITANOS de Lebrija

La nueva Junta de Gobierno de la Hermandad y Cofradía de Nuestro padre Jesús del Ecce-Homo, Nuestra Sra. del Mayor Dolor y Beato Ceferino Mártir de Lebrija está compuesta por:

HERMANO MAYOR Juan Luis Vargas Vargas

TENIENTE HERMANO MAYOR José Vargas Cruz

CONCILIARIO 1º Raul Valencia Matos

CONCILIARIO 2º José Manuel Peña Carrasco

SECRETARIO Juan Jesús Rodríguez Granados

SECRETARIO 2º Juan Antonio López López

MOYORDOMO Juan Diego Carrasco Vargas

MAYORDOMO 2º José Vargas Vargas

FISCAL José Carrasco Vargas

FISCAL 2º Daniel Soria Aguilar

DELEGADO DE CARIDAD José Manuel Vargas Aguilera

DELEGADO DE CULTOS Francisco Ramón Vargas Carrasco

DELEGADA DE JUVENTUD Margarita López Romero

PRIOSTE Luis Carrasco Vargas

PRIOSTE 2º David Peña Soto

PRIOSTE 3º Antonio Peña Rodríguez

PRIOSTE 4º Antonio López Carnicer

DIPUTADO M. DE GOBIERNO Enrique Romero García

VOCAL María José Carrasco Carrasco

VOCAL María Jesús Castell Sánchez

VOCAL Juana Valencia Vargas

VOCAL Manuel Vargas Aguilera

VOCAL Agustín Vargas Aguilera

Las mujeres de PASIÓN cierran el Gazpacho Andaluz de Morón de la Frontera

Crítica flamenca de LETICIA CON Z y fotografías de Estrella Roldán

“Pasión” empezó por tonás. De pie, al borde del escenario. Primero Mari Peña, luego Inés Bacán, y finalmente Dolores Agujetas. Utrera, Lebrija y Jerez, las tres mujeres fueron entrando por el lado derecho del escenario según les llegaba el turno de sumar su cante a capela. Fue el espectáculo con el que se cerró esta edición del Festival Flamenco Gazpacho Andaluz de Morón de la Frontera.

Presencia mayoritariamente femenina en este espectáculo ideado por la lebrijana Tere Peña. Tres cantaoras, dos palmeras (que se dieron su pataíta por bulerías y por tangos corearon el “ay, yeli yeli”) y una bailaora: Carmen Ledesma. La sevillana busca y encuentra el pellizco con su baile esencial, que no depende de alardes técnicos ni demostraciones de fuerza, sino del sabor de un gesto, del detalle bonito. El único componente masculino fue Antonio Moya, con su guitarra sabia, siempre al quite. Y es que Antonio tiene un oído privilegiado y encuentra presto el acorde preciso; siempre lo encuentra, incluso en el frenesí de las bulerías, siempre sorprendentes. Por cierto, ¿cuándo empezaremos a ver tocaoras en la primera línea?

Flamenco

Espectáculo PASIÓN en el Gazpacho Andaluz 2015

 

Inés Bacán es un género en sí misma. En particular su soleá y sus seguirillas son monumentos únicos. Todo lo que pasa por su garganta sale convertido en obra nueva. Su seguirilla rasgó el cielo de Morón. De un tiempo a esta parte, Inés canta este palo con urgencia, dejando apenas tiempo al acompañamiento entre los tercios: el dolor apremia y necesita que se le abran las compuertas, necesita desbordarse. La lebrijana se abalanza sobre los versos prescindiendo de los compases de espera más “superfluos”, consiguiendo así un efecto innovador que hace su seguirilla aún más turbadora. “Escaleritas de vidrio / Por una suben las penas / Por otra baja el alivio”.

Mari Peña es congoja dulce. Los palos más solemnes recayeron en Inés y Dolores (cantaoras dramáticas donde las haya) mientras que para Mari fueron los tientos-tangos, las bulerías “arromanzás”, las cantiñas. Ella se duele con nervio, casi siempre de pie, gestionando la pena con un punto de picardía. No se vino sola la utreranita, pues también le cantó a Carmen Ledesma por derecho. Sus bulerías “arromanzás” junto a la bailaora son ya un clásico delicioso. En la fiesta por bulerías final no faltó una “mijita” de cuplé por bulerías, tan de Utrera: se acordó de su admirada (también por mí) María Jiménez y su precioso “Porque la vida es así”. “Un cuartito alquilo / Pa que te vengas a vivir conmigo”.

Dolores Agujetas tiene ese metal de voz marca de la casa que la hace única e inconfundible. Indómita, electrizante, más que cantar, lo que hace es decir el cante, contarlo. Le gusta tanto comunicar, que acaba una letra en una cuarta parte del tiempo que necesitaría un cantaor al uso. Personalmente, prefiero su celeridad a la lentitud, a veces exasperante, con que se suele desgranar la soleá y la seguirilla hoy en día. “Son las tres de la mañana / Clareando viene el día / Alevántate, Fernanda / Y vente en mi compañía”.

 

Una madrugada para el recuerdo. Algo que une a estas tres cantaoras es la improvisación: las letras no son las mismas de un concierto a otro. Cada soleá nace nueva en cada actuación, y es distinta en versos y melodías a la que cantarán la siguiente vez que se suban a un escenario o que canten en familia. Es la emoción que buscamos los admiradores de este tipo de flamenco. Por mor de la hiperprofesionalización, estamos acostumbrados a ver a cantaores que calcan en todos sus directos las mismas cantiñas, la misma siguirilla, que a menudo es la que han grabado en un disco, y memorizan y rentabilizan hasta el hastío. Inés, Mari y Dolores no, elllas confían en el caudal de su memoria, y así es como yo lo prefiero.