56 Caracolá Lebrijana_Mesa redonda sobre la historia vivida de PEDRO PEÑA FERNÁNDEZ

El periodista Alfonso García modera un debate participativo sobre la obra artística y vivencial del Caracol de Oro 2021

La mesa redonda sobre la figura de Pedro Peña Fernández, que ha recibido en esta 56 edición de la Caracolá Lebrijana el Caracol de Oro, se celebró en el patio principal de la Casa de la Cultura de Lebrija, al aire libre como aconsejan las normas sanitarias y junto a una buganvilla de color más que llamativo que podrías ser originaria de las américas, por su tamaño y prestancia.

El periodista de Lebrija TV, Alfonso García, moderó un debate muy participativo, no solo desde la mesa, sino también desde las sillas, en las que se congregaba un nutrido número de familiares y amigos del galardonado. Así, Antonio Peña contó la parte más familiar de la infancia y juventud de Pedro Peña, de familia de matarifes, unos días en los que una matanza terminaba en juerga flamenca.

La casa de Bernardo Peña y María la Perrata era “una caja de música con mucha alegría”, describe Tere Peña, hermana de Pedro Peña y por ende, de Juan Peña El Lebrijano. Una casa por la que pasó “la edad de oro del flamenco” y en la que se aprendía a saber amar y respetar el cante.

PEDRO PEÑA, el gitano que tiene “cultura en la sangre y cultura académica”

Una acierto la representación que vino de la Hermandad de los Gitanos de Utrera, localidad con la que Pedro Peña se siente hermanado. Así, estaba en la mesa José Jiménez que compartió con él los años en la Secretaría de Estudios Superiores para la Comunidad Gitana en los que se aprendió mucho y también se sufrió especialmente, con los casos de discriminación y antigitanismo vividos en la comunidad andaluza en las décadas de los 80 y 90. En esta época, y gracias a las políticas sociales y participativas impulsadas desde la institución, “los gitanos se vieron pro primera vez representados”. En el público Antonio Carmona Fernández alabó las cualidades personales de Pedro Peña: “preclaro, sincero y honesto”, por lo que agradeció su vínculo con Utrera.

Salió a destacar la época en la que los Peña hacían el camino al Rocío con la Hermandad de Lebrija y provocaban la fiesta flamenca en la aldea, rodeándose de buenos amigos y artistas. De esta forma, describió Isabel Trujillo aquellos años de convivencia y respeto al flamenco y a la gitanidad.

Pedro Peña sabe transmitir su esencia a los más cercanos y a los que le rodean. Su hijo Pedro María Peña, también componente de la mesa, explicaba cómo valora su padre “lo que es cada uno” y cómo les ha guiado en sus carreras profesionales. De generación en generación, el nieto Pedrito Peña puso el broche final al acto de la mejor manera, rememorando a su abuelo con una conocida canción que Pedro Peña canta en los mejores momentos vividos:

Inauguración del CENTRO DEL FLAMENCO de Lebrija_Julio de 2021

Un magnífico edificio rehabilitado acoge la información sobre las particularidades del flamenco de Lebrija

Coincidiendo con la celebración de la 56 edición de la Caracolá Lebrijana, el Ayuntamiento de Lebrija y más precisamente, la delegación municipal de Cultura, inauguró el Centro del Flamenco de Lebrija, situado en la calle Juan Pedro Vidal en el edificio rehabilitado del antiguo colegio Ignacio Halcón, una casa palacio del siglo XVIII en pleno centro de la ciudad.

Flamenco

Centro del Flamenco de Lebrija_Inauguración julio de 2021

HORARIO DEL CENTRO DEL FLAMENCO DE LEBRIJA
Para este verano 2021
De martes a viernes (de 10:00h a 13:30h y de 18:00h a 21:00h).
Sábados y domingos (de 10:00h a 13:30h).
Lunes cerrado.

 

El Centro alberga en primera planta una Oficina de Información Turística de carácter general, y el resto es una buena recopilación de contenido, fotos y videos sobre las particularidades del flamenco de Lebrija. Este nuevo recurso cultural amplía, como indica el Ayuntamiento, “la oferta patrimonial que ofrece nuestra ciudad” al visitante: “El Centro del Flamenco está destinado a acercar al visitante, sea local o foráneo, el rico patrimonio inmaterial que representa el Flamenco en Lebrija”.

“El Centro del Flamenco de Lebrija nace como un espacio destinado a la protección y divulgación de cante jondo, fuertemente arraigado a Lebrija gracias a la destacada presencia de familias flamencas, en su mayoría gitanas”.

El Centro del Flamenco está distribuido en varias salas como “La geografía del flamenco”, “El flamenco como forma de vida”, la sala de “De lo popular a lo universal” o las zonas de discografías y bibliografía, que pretenden ofrecer al público una experiencia cultural enriquecedora y autónoma, al mismo tiempo que sirve de vehículo para el reconocimiento pleno y sincero de un arte que ha marcado el pasado de Lebrija y que, sin duda, se proyecta para acompañarla en su presente y futuro.

El nuevo equipamiento cultural está especialmente diseñado para motivar la curiosidad de los visitantes -familias, público escolar, personas con interés o curiosidad por el cante jondo – y fomentar el gusto por el conocimiento de una de las manifestaciones culturales y artísticas más arraigadas a nuestro territorio.

Nueva Oficina de Turismo

Dotado de la más novedosa tecnología, el centro, además, es sede de la nueva Oficina de Turismo de Lebrija; con la finalidad de ofrecer servicio y atención turística a cuantos visitantes se acercan a él. Este espacio está dotado, igualmente, de proyecciones audiovisuales, gafas de realidad virtual y recursos multimedia táctiles, que permitirán al visitante conocer todas las ofertas patrimoniales de la localidad.

Reportaje gráfico INAUGURACIÓN CENTRO DEL FLAMENCO

El Centro del Flamenco de Lebrija fue inaugurado por el alcalde Pepe Barroso, con la presencia del presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, que tuvo palabras de elogio al patrimonio flamenco de Lebrija. También estuvieron arropando el acto algunos artistas flamencos lebrijanos, como Manuel de Paula, Inés Bacán y la bailaora Concha Vargas, entre otros.



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Inauguración del CENTRO DEL FLAMENCO DE LEBRIJA_Julio 2021

La Caravana de Gitanos puso en pie y a corear la Plaza del Mantillo abarrotada hasta en los balcones

El recuerdo a La Perrata y las palabras a Pedro Peña protagonizaron los espectáculos de Pedro María Peña y Dorantes en el cierre de la 56 Caracolá

Se trata de una familia muy especial. Llevan la carga del flamenco en cada una de las generaciones. La exigencia del flamenco y también la dulzura y la sensibilidad. El sábado 17 de julio recibía el patriarca Pedro Peña Fernández el Caracol de Oro, y le honraban sus dos hijos con sendos espectáculos: Pedro María Peña a la guitarra y Dorantes al piano.

Comenzó la guitarra sola, concertista, flamenca y clásica a la vez, con Nano Peña y Manuel Moreno a la percusión, acompañada en momentos por la viola de Ana Moreno. El nieto del homenajeado, Pedrito Peña, hizo unas letritas de su bisabuela Perrata y empezó a marcar el epicentro de la noche por bulerías de Lebrija. Con Vicente Peña Romaní a las palmas y jaleos.

La tía Inés Bacán apareció en escena envuelta en mantón bordado y por seguiriyas le dio la vuelta al escenario. No se puede cantar mejor ni más profundo que Inés acordándose de sus antepasados y buscándose en el interior. Todos juntos rememoraron la Caravana de Gitanos de María Fernández La Perrata y el público correspondió como un resorte, en pie y coreando los estribillos. Y es que había en el patio de butacas decenas y decenas de amigos íntimos de la familia Peña, muchos que escucharon en vida a La Perrata, que han convivido en fiestas con esta familia de gitanos que han transmitido el respeto al flamenco a todos los que se han cruzado en su camino. Fue sin duda el momento mágico de la 56 edición de la Caracolá.

Y tras el acto homenaje, su segundo hijo, David Peña Dorantes, visiblemente emocionado, con unas palabritas a su padre, “mi brújula”, y a su madre, “la estrella del norte que guía mi camino”. Dorantes hizo varias piezas de su espectáculo Identidad, que estrenó en la Bienal de Sevilla, sin que nadie se moviera en el patio de butacas. La luna lo acompañaba y su música, mitad ancestros, mitad vanguardia, envolvió la plaza en sus cuatro costados. Una Caracolá sin fin de fiestas, pero con la sensibilidad a flor de piel.

Reportaje de fotos de ARACELI PARDAL