El cantaor Pedro El Granaíno viene a Lebrija dentro del circuito de peñas sevillanas dedicado al Niño de la Huerta
A Pedro El Granaíno lo vimos en la Caracolá de 2017 y de un año para acá va encontrando, cada vez más, su sitio. Va impregnando los cantes, que coge de uno y otro lugar, de personalidad propia. El flamenco es lo que tiene, se bebe de las fuentes, y después se personaliza. Y El Granaíno ha bebido de fuentes diversas para ir encontrándose, poco a poc, a sí mismo.
Y una de esas fuentes podría ser Lebrija. Pedro Heredia Reyes reconoce el cante de Lebrija y sabe que aquí no hay ojana. Cuando nos visita, es con ganas de dar y también de recoger. Se le nota en el talante. El cantaor de Granada, aunqque muy joven se fue a vivir a Sevilla, ha encontrado su sitio en el flamenco, abierto a nuevas experiencias, pero respetando el origen. Y él lo sabe, el respeto lo va a encontrar en sitios como Lebrija.
Pedro El Granaíno ofreció un recital, en la Peña Flamenca de Lebrija, elegante y con solera. Destacó en unso cantes más que en otros. Soleá y granaína se llevaron la palma. Para enamorar con su cante señero, la Leyenda del Tiempo de el Granaíno suena más a la Alhambra y se identifica con Morente. A pesar de que la trayectoria del cantaor discurre más por esta parte de la AAndalucía occidental. El final fue por fandangos, para terminar de convencer.
Reportaje fotográfico en la Peña Flamenca Pepe Montaraz de Lebrija: