La VIII VELÁ FLAMENCA DE LEBRIJA 2017_Solidaridad y arte para el fomento del flamenco

Izquierda Unida acierta en el lugar de celebración de un festival que coge fuerza año tras año

El pasado viernes 11 de agosto se levantó el telón de la 8 edición de la Velá Flamenca organizada por Izquierda Unida Lebrija en la pista de Seguridad Vial ¨Manuel Monge¨ detrás de la Iglesia de Nazaret, junto a la Barriada Antonio Machado, con otro lleno absoluto y con éxito de todas sus prioridades.

Había incertidumbre por el cambio de lugar, pero de nuevo se respondió como años anteriores, un poco largo ese recorrido artístico con casi 6 horas de evento, gran reconocimiento para Manuel de Paula arropado por su familia y el público entregado a su trayectoria, y por supuesto el apoyo incondicional y grandioso a la Asociación Andex.

La barra en plenitud de trabajo, todo un acierto en aquel lugar que tiene un cierto parecido al Hotel Triana donde se organiza la Bienal de Flamenco de Sevilla, el escenario rodeado de vecinos asomados a los barandales de sus casas hasta que acabó la Velá. Lo dijo en la segunda edición Ricardo Pachón, productor flamenco, que estuvo como asistente: ¨Este evento le puede hacer sombra a otro festivales¨, y se demuestra con hechos todos los años. Pero nosotros dentro de la organización no es nuestro objetivo, nos alaga que viniendo de Ricardo se nos coloque esa frase, pero nuestra idea es fomentar el flamenco, pero de aquellas voces que no tienen sonido todavía, que están muy escondidas y que no tienen oportunidad, pero combinarlas en cada edición con artistas y cantaores con recorrido.

Noche fresquita del viernes en aquel suelo corinto mojado, cayó la tarde desmayada, eran las 10 y media de la noche aproximadamente cuando se abrió la Velá, corría marea que hacía que las estrellas fueran péndulos en el aire, aunque pasaron las horas y se cansó de sonar, y dejó sola a la luna con la luz encendida hasta casi la quebradura de la aurora, eran las 4 de la mañana pasada de sábado, cuando se apagaron las luces, será una Velá para mi recuerdo donde mi compañero de fatiga (Pedro Carrasco) y yo nos vaciamos como rueda, lo echamos todo, lo último era ya más de corazón que fuerza, hacía años que no compartíamos escenario, ¡enhorabuena Perico del baba!

Flamenco

VIII VELÁ FLAMENCA 2017_Homenaje a Manuel de Paula

Hay que reconocer que hay que ajustar el plantel de cantaores, hay que acabar con el aforo lleno y que se queden con ganas de más, engrandecerá el festival. Pepe de Perico de Las Cabezas empezó a darle voz a la Velá, el más aficionado de sus tres hermanos, tenía prisa pero se remetió con tres palos y se contagió del ambiente flamenco. Después le siguió una cantaora de Sevilla, Rocío la Serrano, nos dejo tres cantes diferentes y cerró por fandangos, tiene peso y experiencia, se nota en su alzado de voz. Le prosiguió El Ruiseñor, es unos de los cantaores que colaboran mucho con la organización, cantó palos más alegres como fue por sevillanas y acabo por fandangos reivindicativos. Cerró esta primera parte de preámbulo el lebrijano Fernando Margaro, que sobresale por fandangos. Hay que subrayar la actuación del guitarrista Antonio José, su guitarra la guardó pero nunca la olvidó y hace unos años la ha retomado con más ganas, le tocó en esta Velá a los 4 primeros, dándole a cada uno su acento , tiene nueva andadura y deseo que larga sea.

Después llegó una mujer de Mérida, ataviada con traje flamenco, Paqui La Caracola, su apodo por tener un parecido en el timbre de voz a una cantaora de Triana, con un trabajo discográfico nuevo hace unos meses, nos cantó por diferentes palos hasta en 4 ocasiones , y una de ellas fue los tangos extremeños donde se sentía muy cómoda. Después llegó el tono trebujenero, Pruaño se subió muy a gusto e hizo tres palos, se notó por bulerías que si no fuera por las prisas hubiera dado más repertorio. La guitarra de Curro de Concha Vargas tuvo culpa de ponerlo a gusto. Eran ya aproximadamente las 12:30h cuando se llegó al meridiano del festival donde teníamos previsto hacer el reconocimiento a Manuel de Paula, pero antes se subió al escenario Juanelo El Palaciego, joven juncal, con gracia y gallardía, nos dejó un cortito repertorio por el horario, soleá y por bulerías, pero a compás de nuestra tierra, acordándose de los cantes de Manuel y de El Lebrijano y dándose unos bailecitos, guiado por una guitarra de sentíos, la de Luis Carrasco. Las vecinas de los barandales me dijeron al otro día que le gustó mucho ese rubio de afuera y que poco cantó, ¡ea Juan, cuando vengas allí tienes fan!

 

Sobre la 1:00h pasada ya teníamos el azulejo pintado de la figura de Manuel de Paula de El Gallo entregado al artista, se subieron con él sus hermanos, José Valencia, Anabel Valencia… esta edición era en reconocimiento a la trayectoria del artista lebrijano Manuel Valencia Carrasco, quinto hijo de Manuel el Caneco y de Ana Carrasco, en resumida biografía le dejamos unas palabras durante el acto, como jazminero desangrado, agradecido y orgulloso Manuel lanzó mensajes al público e instituciones y acabó el acto cantándole por bulerías su hermana Josefa La Caneca.

Eran ya casi las 2 de la mañana y quedaban tres cantaores, la luna con ojos de fría plata aguantaba su genio como muchos asistentes, las farolas alumbraban como flor de calabaza a esas prisas que había en ese ambiente flamenco por acabar, y quedaba un tercio del cartel. Se subió Ani Zambrano con su marido Carrasco, una mujer que en sus habitaciones como cantaora tiene una gran diversidad de colores, se tira por lo ortodoxo, toca las sevillanas de Lebrija, y ante todo como persona es única, se le llama para lo que sea y ahí esta colaborando en su medida, por guajira y por fiesta.

Después ya tocando bien entrada la madrugá se sube aquel cantaor con vara de mimbre, con peso y asentado en este mundo tan sufridor y tan bonito a la vez, que no hay repisa de metal ni de piedra que aguante los numerosos premios de concursos, José Olmo, hijo de cantaor cuerveño y sobrino de la Perrenga, una lástima que no pudiera expresarle con las ganas que tenía, se balanceó por tientos tangos y por fiesta, el soniquete se lo puso Curro de la Concha.

 

Pero el cierre lo puso Luis Vargas, Luis de Lebrija más conocido, estaba aburrido por ser el último y donde más de la mitad de la sillas estaban vacías, pero el que lleva grandeza lo revela y así lo hizo, cantaor que ha quebrado muchas lunas por donde habita, Barcelona, Almería… tiene un disco en el mercado, Soníos negros y con verdad, lo hizo en esa seguiriya que entonó cerca de las 4 de la mañana donde su madre Juana puso por testigo, fuimos unos privilegiados los que nos quedamos, su llanto fue horrible, se erizaron los cabellos y se abrió el azogue de los espejos, y acabó por fiesta con toda su familia acompañándolo, la guitarra la del Luis del Pancere, si Luis hubiera salio antes…

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