65 POTAJE GITANO DE UTRERA 2021_Para entrar en el cielo no es preciso morir

Rancapino Chico, Manuel de Angustias, María Terremoto, Pastora Galván y una fiesta de Jerez X Bulerías en el cartel

Ya lo cantó la benjamina de la noche, que versionó por bulerías la canción de Ana Belén y derrochó ternura en todo momento, con esa manera de doler y de cantar bonito que tenía su padre Terremoto: “Que no acabe esta noche, ni esta luna de abril / para entrar en el cielo no es preciso morir”.

Para entrar en el cielo solo es preciso adentrarse en el patio del colegio de los Salesianos de Utrera, en esta noche de junio en la que se celebra el Potaje Gitano, para darle paso al verano flamenco de la manera más legítima. Un lujerío de festival, con el cartel de las entradas agotadas, las mesas abundantes como en Nochebuena y la gente con ganas de cante.

Cuando empieza Rancapino Chico hay todavía luz del día, y aunque siempre resulte frío abrir un festival, no hay nada que no se resuelva con un corazón caliente como el de Rancapino y su cante aterciopelado. Acompañado de la guitarra de Manuel Jero fue dando paso a los cantes y caldeando el ambiente, gustándonos especialmente en los tientos. Generoso, le dio su sitio a Caracolillo de Cádiz compartiendo letritas por fandangos.

Llegó el turno de Manuel de Angustias y la gente dice como Bambino… y nosotros decimos como Funi… y él se dice solo sobre el escenario, reivindicando una manera de ser de Utrera con sello propio. Acompañado de la guitarra de Rubén Levaniegos y su gente de Utrera, pudimos ver a Verónica Bermúdez y otros artistas de marcado carácter en un cierre por bulerías.

La gran noche de cante llegó con la jovencísima María Terremoto que marcó el tiempo por soleá acompañada de la guitarra de Nono Jero y las inseparables palmas de Manuel Valencia y Cantarote. En unos años esta cantaora jerezana se ha colocado en primera línea y no sin motivo, como pudo verse al afrontar las seguiriyas. María Terremoto se defiende sobre el escenario también por tangos y por bulerías puso al público del Potaje a sus pies… el reloj de cuerda suspendido, y a la noche se le fue la mano.

Un festival flamenco presentado por Antonio Torres y un homenaje a Manuel Moreno El Pele a cargo de José Manuel Aranda. Uno de los grandes momentos, no solo de la noche, sino de la historia del Potaje, en la garganta de El Pele que afortunadamente se volvió a subir al escenario a cantar por soleares y por bulerías como solamente él sabe.

Flamenco

65 Potaje Gitano de Utrera_Homenaje a El Pele

La sevillana Pastora Galván salió de los camerinos bailando, rodeada de un coro de palmas y de las voces de David el Galli y Miguel Lavi y subió al escenario con todo el arte, sin dejar de tirar pétalos al viento y con el canasto de mimbre en la cadera. Sus maneras por exageradas no son histriónicas, porque se nutren de la vida misma. La realidad siempre supera al escenario y Pastora emula a las gitanas canasteras con toda su fuerza y sensualidad. Indomable en la bulería y majestuosa en la soleá, estuvo acompañada de la guitarra de Paco Iglesias y del baile de Juan Amaya El Pelao, para completar el cuadro.

Cerró el Potaje de este año post-pandémico un grupo muy nutrido al compás de Jerez por bulerías, en el que destacó el baile de la Tía Yoya y de Fernando Jiménez, así como las voces de Manuel de Cantarote, Joselete de Mushogitano y Carmen Grilo, entre otros, así como la guitarra de Luis de Perikín.

Mari Peña y Antonio Moya arropan a Inés Bacán en su homenaje de las Peñas Flamencas

Los de Utrera actúan en Lebrija poniendo de manifiesto la hermandad flamenca entre ambas tierras

Son como de la familia. La cantaora Mari Peña y el guitarrista flamenco Antonio Moya han actuado en el homenaje de las Peñas Flamencas de Sevilla a Inés Bacán. Y han dejado en evidencia la hermandad entre ambas localidades flamencas.

No en vano Antonio Moya acompañó al tristemente desaparecido Pedro Bacán en sus espectáculos y la cantaora de Utrera está emparentada con las familias gitanas de Lebrija. La relación ha durado hasta estos días y el toque de Antonio Moya acompaña la voz de Inés Bacán en numerosas ocasiones.

Así que nadie mejor que ellos para ponerle música al homenaje que las Peñas Flamencas de Sevilla rindieron el pasado martes, 8 de diciembre, a la cantaora lebrijana Inés Bacán. Mari Peña maneja con soltura los cantes propios de su familia y destacó con cosas muy bonitas por romances y por cantiñas. El toque de Antonio Moya no solo acompaña, sino que potencia el espectáculo y lo cubre de gloria. Los dos presentan a su hija Manuela, que promete y luce su voz sedosa por bulerías.

Dejamos aquí un reportaje del espectáculo de Mari Peña, acompañada de la guitarra de Antonio Moya y su familia:

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Mari Peña y Antonio Moya en el Teatro Municipal de Lebrija 2020

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Mari Peña y Antonio Moya en el Teatro Municipal de Lebrija 2020

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Mari Peña y Antonio Moya en el Teatro Municipal de Lebrija 2020


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Mari Peña y Antonio Moya en el Teatro Municipal de Lebrija 2020

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Mari Peña y Antonio Moya en el Teatro Municipal de Lebrija 2020

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Mari Peña y Antonio Moya en el Teatro Municipal de Lebrija 2020

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Mari Peña y Antonio Moya en el Teatro Municipal de Lebrija 2020