JOSÉ VALENCIA: evolución y genio

CRÍTICA FLAMENCA_Nuestro colaborador define como la TORMENTA PERFECTA el Directo de José Valencia en Lebrija

Sobre un escenario minimalista, presentó José Valencia a modo de prólogo cantaor lo que venía a proponernos. No es fácil la empresa, pero lo logra con la facilidad de concatenación de los que son los genios. No me quedaría solo con lo que cantó, las formas, el gusto de sus cantes, su impronta, su manera de moverse como pez en el agua sobre el escenario, es mucho más…

Comenzó como hemos dicho antes, con un prólogo de lo que iba ser la noche, desgranando cuatro palos de distintas tesituras en poco tiempo con mucha maestría. Ya con más tranquilidad, Manuel Parrilla le entona para comenzar su granaína, donde José empieza a templarse. Con la malagueña estuvo más a gusto la tormenta iba tomando forma. Uno de los rayos de esa tormenta fue la soleá, comienza a nudillos por esos genios del soniquete: el tío Bobote, con Manuel y Juan Diego Valencia, con Parrilla genial y el cantaor a gustísimo en los cantes de levante. José nos enriquecía nuestros oídos.

Otro momento que nos encandilo fue con el tema por bulerías, donde él mismo nadaba por el escenario poderoso y el público cada vez más metido en la tormenta. Maravillosa la sonanta de Juan Requena en los tangos, se ve la empatía de ambos.

Para mí lo mejor de la noche fue la serrana, fue donde sentí más el cante de José Valencia, jugando con los altos y bajos maestramente, fue de éxtasis. Las cantiñas fueron prodigiosas, todo, no le faltó un peregil. Este cante se ha apoderado de él, es suyo, las maneras de salir, de entrar, de esperar, de llegar, le ha dado una vuelta de tuerca. Son suyas, para lo cual la guitarra de Requena es primordial, la manera de llevarlo.

Ya con la tormenta perfecta desencadenada, el cénit Lebrija en su máxima expresión, poniendo a los aficionados en pie. José Valencia aprendió de sus gentes el cante, se ha curtido por los escenarios de mundo y ahora es catedrático.

DORANTES interacciona con las bailaoras Leonor Leal, Úrsula López y la batería de Javi Ruibal

Las baiolaoras aportan dulzura y sensualidad al dúo de percusionistas

David Peña Dorantes accede al escenario con un sonoro  y caluroso aplauso por parte del público. Comienza su actuación solo con su piano, haciendo que nos sumerjamos en su mundo interior, invitándonos a abandonar nuestros pensamientos y dejarnos llevar por el dulce balanceo de su música, comenzando así, la interacción.

Dorantes

Dorantes en InterAcción

En la noche del sábado, fuimos testigos de un espectáculo que sin cante, ni al principio ni al final, interactuaron el piano de Dorantes, la percusión de Javi Ruibal, y las bailaoras Leonor Leal y Úrsula López.

Javi Ruival: los sonidos secos de su percusión nos bombeaban el corazón a mil,  llevándonos a un viaje por los sonidos, aunque flamencos… en ocasiones, muy africanos, dándole raiz en cada compás de sus tambores.

Leonor Leal y Úrsula López: las bailaoras tiene toques contemporáneos o modernos, sin dejar de ser flamencos. Bailan a dúo las guajiras, incorporando a la interacción sus abanicos. También juntas por tanguillos en la “Danza de la Sombra”.

Leonor Leal baila sola un tema llamado Gañanía con vestiario masculino y my sensual. Úrsula López añade una interpretación distinta al Orobroy con su bata de cola, cambia las palabras por la expresión corporal y le da un sentido visual al tema clásico de Dorantes.

Hay que destacar la compenetración de Dorantes con el percusionista Javi Ruibal, que hacen al menos tres temas a dúo piano y batería, más la improvisación final. También para destacar la admiración del público lebrijano por Dorantes, que se llevó varios aplausos largos. Él correspondió con mucho cariño a su pueblo, acordándose de su familia y dedicándole el último tema, Semblanza, a su madrina Isabel Trujillo.