Los MOMENTOS COMPARTIDOS por las mujeres flamencas

El espectáculo PASIÓN cierra por derecho los Jueves Flamencos de la Fundación Cajasol en Sevilla

ROMNIA significa en romanó MUJERES GITANAS. Lo del pasado jueves en la Fundación Cajasol de Sevilla fue un espectáculo de mujeres cómplices de un arte que se da, de manera asombrosa, en las poblaciones situadas en la margen izquierda del bajo Guadalquivir.

Un paseo en tren y en línea recta de Sevilla a Cádiz, con parada en Utrera, Lebrija y Jerez. Las cantaoras Mari Peña, Inés Bacán y Dolores de los Santos Agujeta son representantes vivas de un legado que viene de siglos atrás y que han adquirido en la sangre y a través de las vivencias familiares.

La bailaora Carmen Ledesma ha compartido desde décadas atrás estos momentos flamencos con las familias gitanas de Utrera y Lebrija, y baila para que le canten, o baila según le cantan, en perfecta sintonía y afecto con el sentimiento que expresan las voces del espectáculo. La guitarra de Antonio Moya no se sale de tiesto y participa del espíritu común, insuflado quizás en su día por el guitarrista hermano y tristemente desaparecido Pedro Bacán.

El espectáculo Pasión demuestra una vez más que se puede clausurar un ciclo de flamenco en Sevilla, y en cualquier lugar del mundo, por derecho. Y que para gustar no hace falta inventar fórmulas en contra de la dignidad del flamenco. Por supuesto que hace falta arriesgar y saber juntar en la escena con gusto y con criterio a los profesionales de un arte que, en sí mismo, se ha ganado el título de universal. En este caso se trata de la dirección y el conocimiento de Tere Peña.

Las tres voces empiezan midiéndose por martinete, dejando claro que el espectáculo va a gustar a los buenos aficionados al cante. Ya en este comienzo da la primera pincelada Carmen Ledesma con pasos de seguiriya recogida. Las soleares de Dolores Agujetas y de Inés Bacán dan muestra de los matices diferentes de las localidades vecinas de Lebrija y Jerez. Para llegar a uno de los momentos más espectaculares, con dos mujeres que se entienden bien al son de la guitarra y que protagonizan estampas cargadas de verdad: Mari Peña le canta por romances a Carmen Ledesma que deja ver su braceo más sensual.

Ninguna de las tres mujeres cantaoras se queda detrás en el espectáculo. Dolores Agujetas e Inés Bacán simultanean los fandangos, con letras rebuscadas y sacadas de la memoria familiar. Y Mari Peña se crece en la silla por tientos. El mejor momento de cante llega para mí con la seguiriya de Inés Bacán que se mece en un pedestal de madera y que nos hace tambalearnos hasta el punto de perder la noción del tiempo y del lugar en el que nos encontramos. Después llega la Agujeta recordando a los Santos, a la manera de su familia cantaora.

Vuelva la simbiosis Mari Peña – Carmen Ledesma por cantiñas y por bulerías en el fin de fiestas, en el que participan todos los integrantes del espectáculo, con las pataítas de las palmeras Rocío la Turronera y Verónica Bermúdez, y donde se confirma, de una vez por todas, la buena sintonía y la complicidad entre los artistas que se adquiere solamente a través de los muchos momentos compartidos.

La versión jerezana de VIDAS GITANAS prescinde de las fotos de las FAMILIAS GITANAS DE LEBRIJA

La exposición del Instituto de Cultura Gitana, aunque interesante, llega muy menguada a la ciudad de Jerez

Sí, ya sabemos que las exposiciones hay que adaptarlas al lugar en el que se van a ubicar. Y el Palacio de Villavicencio en Jerez, enclavado dentro del Alcázar y de salas muy pequeñas, no es precisamente el sitio más apropiado para esta gran exposición.

Sobre todo, si ya hemos podido disfrutar de la Exposición Vidas Gitanas. Lungo Drom en ciudades como Granada y Madrid, donde las salas amplias y modernas, han sido las más adecuadas para esta gran muestra, del Instituto de Cultura Gitana, que cuenta la historia de los gitanos españoles dando a conocer su gran legado histórico y artístico al patrimonio cultural de nuestro país.

Pero aún así, admitiendo que la Exposición llega en una versión muy reducida a la ciudad de Jerez de la Frontera, lo que no podemos admitir es que se prescinda, precisamente, de las fotos de las FAMILIAS GITANAS DE LEBRIJA. Quien haya adapatado la Exposición, del Ayuntamiento de Jerez, a las características de esta sala, no conoce ni tiene idea de la identidad de los gitanos andaluces y de la proximidad, troncos y apellidos comunes, de las familias gitanas de Lebrija y Jerez.

La misma sensibilidad que han querido tener a la hora de añadir, con calzador y sin que forme parte del hilo argumental de la exposición, unas cuantas fotos de artistas flamencos jerezanos; la misma sensibilidad tenía que haber tendio en cuenta que las familias gitanas de Lebrija, precisamente en esta ocasión, después de haber viajado por media Europa, no tenían que haber salido de la Exposición.

Es como si Vidas Gitanas. Lungo Drom viaja a Badajoz, por poner un ejemplo, y el concejal de turno de Cultura del lugar, prescindiera de las fotos maravillosas de Cristina García Rodero de las niñas gitanas de Fregenal de la Sierra. Igual de inexplicable.

Gitanos

VIDAS GITANAS. LUNGO DROM_Capote Rafael de Paula

En Granada nos sorprendió y nos sobrecogió. La Exposición empezaba narrando la historia de persecuciones del pueblo gitano y sonaba la música de galeras de Juan Peña “El Lebrijano”. También en Madrid, cada sala, dedicada a las familias, a los oficios, a la historia, al flamenco,… se pintaba de un color y muchos utiensilios, además de fotografías, daban valor a la Exposición. También echamos de menos en Jerez el capote de torero de Rafael de Paula, que reproducimso en este artículo.

Esperemos que las fotos de las FAMILIAS GITANAS DE LEBRIJA, que formaron parte de un gran proyecto de la Asociación Cultural del Pueblo Gitano de Lebrija, se reincorporen en la trayectoria de la Exposición Vidas Gitanas. Lungo Drom. Aquí os dejamos las fotos que la gente nos ha ido mandando delante de este patrimonio cultural del que Lebrija, en su totalidad, se siente orgullosa.

 

La noche en la que los flamencos miraban al cielo buscando al Ángel de la Plazuela: Juan Moneo “El Torta”

Jerez de la Frontera

JUAN MONEO “EL TORTA”, El Ángel de la Plazuela

“Con mi caballito voy por la llanura desierta / voy galopando hasta el cielo y me quedo en las estrellas”

Ya ha pasado un año sin Juan Moneo “El Torta”, para mí llamado con cariño EL ÁNGEL DE LA PLAZUELA”. Se fue dejando la Plazuela y a Jerez huérfano de sus cantes y quejíos, de su bondad y su saber estar.

En la Fiesta de la Bulería de este año 2014, “El Torta” estaba en su balcón del cielo, derramando los metales sobre Jerez. Siempre vivirá para el pueblo gitano: “Solo, me voy solo, yo quiero ser un solitario…”. ¡Hasta siempre, amigo!
Texto de un buen aficionado y admirador de Juan Moneo: Agustín Otero Soto.

Fotos y fotomontaje: Araceli Pardal.