noticiasBIENAL_Presentado PERSECUCIÓN que homenajea a Juan Peña El Lebrijano en la Bienal de Sevilla

El espectáculo está producido por Imperdible e ideado por Belén Maya con asesoramiento documental de Miguel Ángel Vargas

La Bienal de Flamenco recuperará, durante su XX edición, uno de los discos capitales del flamenco, “Persecución”, obra del cantaor Juan Peña “El Lebrijano”, tristemente desaparecido el 16 de julio de 2016, y del poeta y flamencólogo Félix Grande.

Tal como se ha anunciado, el estreno de “Persecución” será una de las actividades destacadas de la Jornada Inaugural de la XX Bienal, el 6 de septiembre, junto a otras como el pregón flamenco de Tomás de Perrate o el flashmob inclusivo, cuya coreografía ha creado José Galán. Esta propuesta, además, forma parte de la programación especial “LA BIENAL ENCIENDE SEVILLA” que busca que la ciudad entera, desde sus calles y espacios públicos, sienta, respire y viva flamenco durante todo el mes de septiembre.

En “Persecución” confluyen el recuerdo a uno de los mas grandes e influyentes cantaores de la historia, Juan Peña “El Lebrijano”, con la poesía del gran poeta y flamencólogo Félix Grande, quienes, al unísono, plantearon en 1976 una sacudida a las conciencias con un disco adelantado a su tiempo, reivindicativo y emocionante, que hablaba de la persecución, las vejaciones y el maltrato sistemático que habían sufrido los gitanos en España desde los tiempos de los Reyes Católicos.

La correografía corresponde a Belén Maya y la documentación histórica al lebrijano Miguel Ángel Vargas. En manos de producciones Imperdible. Artes Escénicas, el disco “Persecución” se convertirá en un espectáculo de baile hecho desde la diversidad y desde la búsqueda e integración de diversos lenguajes: el flamenco, la danza contemporánea y urbana, con “un potente soporte audiovisual” que ofrece una mirada diferente, una mirada contemporánea en un camino de siglos.

Cuatro intérpretes singulares, bailaores y bailarines de amplia trayectoria profesional, participarán bajo la dirección coreográfica de Belén Maya, una de la referencias actuales del baile y cuya tarea prioritaria ha sido “encontrar un lenguaje único para todos y potenciarlo”, y el asesoramiento documental y escénico de Miguel Ángel Vargas, profesional del teatro e investigador comprometido con el arte en el mundo gitano.

Tras su estreno en la Jornada Inaugural, el 6 de septiembre a las 23:00 horas en la Plaza de San Francisco, “Persecución” se podrá seguir disfrutando en el mismo espacio del centro de Sevilla, abierto al público con funciones los jueves, viernes y sábados hasta el fin de la Bienal, es decir los días 8, 13, 14, 15, 20, 21, 22, 27, 28 y 29 de septiembre, en dos pases, 21:30h y 22:30 horas.

Para dichas funciones el aforo es limitado y las entradas estarán a la venta en www.entradium.com o en el mismo espectáculo, desde una hora antes.

El público acoge con entusiasmo el pre-estreno de Belén Maya en el Teatro Municipal de Lebrija

Cada “invitado” de la bailaora otorga una personalidad distinta al espectáculo

Todo comienza con un público, podríamos decir, inusual. Pues muchos de los asistentes eran niños de la Escuela Municipal de Música y Danza de Lebrija. Iniciativa que es de aplaudir, pues es una forma de fomentar la asistencia a espectáculos.

Belén Maya

Los Invitados de Belén Maya

Belén Maya da comienzo con una puesta en escena mímica, teatral, acompañada de la guitarra de Javier Patino que narra la secuencia. Los primeros minutos de baile corren a cargo de dos jóvenes cantaores: José Anillo y Gema Caballero.

Jugando con las luces y sombras, llega una sorpresa que nadie se espera. Desde el fondo del escenario se acerca una  bailaora que resulta ser un hombre vestido con bata de cola y mantón de manila. Manuel Liñán mueve su bata de cola perfectamente, al igual que su mantón, sin ser femenino. Se marca una alegrías vestido de mujer, dándole masculinidad a la vestimenta. Al poco sale a escena Belén Maya y empiezan un juego, bailando idénticos como si fueran un reflejo el uno del otro, transmitiendo sensualidad y complicidad.

Con cada artista, con cada “invitado”, el espectáculo va cambiando de personalidad. Entra en escena Tomás de Perrate, rodeado de las palmeras Marina Valiente y Laura González. Cambiando totalmente el tono, rompiendo el ritmo hasta ese momento, para introducir su infundio otorgándole frescura. Tomás también trae sorpresa, cantando una canción con sonidos negros que nos llevó hasta los años cincuenta, recordándonos aquellos grandes espectáculos de Brodway.

José Valencia en el escenario marca la diferencia con la seguiriya, acompañado de la guitarra de Rafael Rodríguez. Al salir su cante a borbotones de su boca, a Belén se le nota como cambia su rostro. Entonces comienza a entrelazarse su cante con el baile como si fueran hilo y aguja hirvanando los sentidos. Con un video de la bailaora Carmen Mora (madre de Belen) se cierra la visita de José Valencia.

Aparece Carmen Linares en medio del escenario  ataviada con una túnica morada, mostrando su maestría como cantaora, con su voz rota nos lleva a sus adentro, haciendo que su visita nos parezca de terciopelo. Belén le sale al escenario y da comienzo a un baile casi nostálgico, agarrando cada quejío de Carmen.