Josefa Valencia “La Caneca”: Gitana rubia de ojos azules

Josefa Valencia “La Caneca” se sintió bien y arropada por los suyos en el recital de cante de la Peña Flamenca

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Recital de flamenco de JOSEFA VALENCIA “LA CANECA”

“Quién me ha partío / esta batita mía de lunares / quién me l’ha partío, niño… / que voy a perder el sentío“. Ataviada con una camisa de lunares y llevando a gala su compostura, gitana rubia de ojos azules Josefa Valencia “la Caneca” ofreció el pasado domingo, 15 de marzo, un recital largo y emotivo de cante flamenco.

Josefa Valencia se ha criado en una casa de mujeres cantaoras. Su madre Ana fue también su maestra. “La Caneca” hizo nada menos que ocho palos de cante, lo que no deja de sorprender en alguien que no se ha dedicado profesionalmente al flamenco.

Josefa “La Caneca” comenzó el recital con una zambra que sonaba añeja de Manolo Caracol. Ya desde el primer tema se ve su buena disposición con la guitarra de Luis Carrasco. Le siguen unas malagueñas abandoladas y la soleá, altamente jaleada por el público “Olé las que saben” y con razón. “La Caneca” borda unos tangos con letrillas de las más tradicionales y antiguas: “Dios mío dame pacencia / bregar con este gitano / me falta la resistencia”. Termina la primera parte con unas bulerías acompañadas con las palmas de su gente, que sube al escenario.

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Recital de flamenco de JOSEFA VALENCIA “LA CANECA”

En la segunda parte, “La Caneca” logra conectar aún más si cabe con letras de fandangos, llevados a su terreno. La seguiriya nos deja a todos convencidos que esta cantaora se podía haber dedicado al cante, igual si le coge en otra época. Josefa Valencia tiene la voz suave, pero su quejío es gitano y canta como los que cantan bien en esta tierra rpivilegiada. El fin de fiestas no es más que la confirmación del temperamento de “La Caneca” y de que el flamenco se mantiene vivo en el seno de las familias gitanas de Lebrija.

CRÍTICA FLAMENCA_Recital de ARGENTINA en el Teatro Municipal de Lebrija

Los compañeros de la cantaora onubense, destacando el Torombo, la llevaban en volandas

La verdad es que estuvimos el pasado sábado muy entretenidos y felices con el espectáculo que nos proponía la cantaora de Huelva. Fue ameno y para nada aburrido, Argentina se juntó con unos compañeros que la llebavan en volandas. Resaltar al Torombo, era un volcán sobre la silla, con sus compañeros Diego Montoya y Joselito Carrasco a la percusión.

Ya desgranado los cantes, comenzó con un tema por bulerías para partir el hielo. Con su segundo cante, nos desgranó su visión sobre las variedades de tangos; la serrana no fue muy acertada, quizás demasiado compás y rápida.

A continuación, nos propuso una soleá quizás demasiado larga de duración. Sigue la noche y nos vienen unos abandolados muy bien terciados, rematando con la verdial. Sigue Argentina con su sinergia y nos trae granaína y media, para mí el mejor cante de la noche sin duda. Para rematar la primera parte de la noche, nos obsequia con un cuplé por bulerías llegando al público asistente.

Para abrir la segunda parte, seguiriyas no profundizando en las epidermis y rematando con el macho de la piriñaca. A continuación, cantiñas donde se acerca a Lebrija, también se acerca en las primeras letras de las bulerías.

Para finalizar con su cante los fandangos de toda Huelva, se mueve como el pez en el agua. Con el público en pie le piden un bis finalizando con ese bailaor, el Torombo, toreando sobre las tablas del “Juan Bernabé”.

Entrevista a CURRO SÁNCHEZ: “Éramos jóvenes aficionados al flamenco que organizábamos fiestas en bares y bodegas”

El fundador de ‘La Debla’ nos regala una grabación inédita de ‘La Perrata’ que se puede escuchar al final de esta entrevista

Hemos hablado con Curro Sánchez Segura, uno de los fundadores del grupo La Debla, de aquellos años en los que los artistas de la Caracolá se dividían entre locales e invitados, había que ir a contratarlos a sus casas, y un amplio cartel hacía disfrutar a los buenos aficionados hasta las claras del día. La fiesta continuaba luego y los mejores momentos se podían vivir tanto encima como fuera del escenario.

Curro Sánchez: “Éramos jóvenes de aquella época que nos gustaba el flamenco y que montábamos fiestas, fundamentalmente en el sótano del Bar Carrizo, donde hoy está el Bar Morón. Comíamos, bebíamos, nos divertíamos y los gastos lo hacíamos a escote. Una de las grandes fiestas que montamos fue en la Bodega de Curro Martínez. Fue una especie de festival, porque aquello fue bastante grande con la actuación de muchos artistas. Nos acordamos de aquello como la Fiesta del Humo, porque se encendió una candela y no tiraba bien, y aquello se puso de humo… tuvimos que apagar la candela”.

Después vino la I Caracolá Lebrijana, que se celebró en el año 1966, gracias a un grupo de amigos aficionados al cante dirigidos por Pedro Peña. La idea fue tomando cuerpo en la taberna de El Paula, donde se reunían los aficionados. Esta primera edición de la Caracolá tuvo lugar en el Cine España, en el mes de septiembre, y fue dedicada al cantaor Juaniquí.

Alentados por los éxitos de las dos primeras Caracolás, un grupo de aficionados formalizó en mayo de 1968 el Grupo Flamenco ‘La Debla’. La entidad tenía por objeto “conocer, cultivar y fomentar el cante, el baile y la guitarra flamenca en especial y las demás artes y manifestaciones culturales en general”. La fundación fue en el Bar Conchita y la Junta Directiva quedó constituida de la siguiente forma, siempre según documentación aportada por Curro Sánchez:

- Presidente: Pedro Peña Fernández.
- Secretario: Mariano Naranjo Alba.
- Tesorero: Eusebio Mendaro Sánchez de Alva.
- Vocal de Relaciones Públicas: Antonio García Vázquez.
- Vocales de Fiestas: Francisco Bellido y Jesus Caro Barragán.
- Vocal de Propaganda: Mario Fuentes Aguilar.
Y otros socios fundadores: Francisco Sánchez Segura, Francisco Martínez Arjona, Antonio Muñoz Páez, José Carrasco Peña, Antonio Gómez Reguera, Pedro de Miguel Hermida, Manuel Parodi, Antonio Ruiz Infante, Jesús Díaz Luna.
Y los socios de honor Manuel Marchena Guerrero, José Peña Vargas, Juan Peña Fernández y Miguel Vargas.
 

Curro Sánchez: “Todo esto fue cosa de Pedro Peña, que cuenta con una serie de personas que nos gusta y nos induce a montar una peña flamenca. En aquel año, parece ser que la única peña que había era una de Juan Breva en Málaga. Nosotros, anterior a la Caracolá, organizábamos las fiestas. Después de las dos primeras caracolás fue cuando formamos ‘La Debla’. Entonces, ya éramos legales y teníamos el permiso del gobierno civil, porque por aquel entonces no era fácil montar cualquier cosa, donde había más de tres o cuatro personas ya había problemas. Y en este caso, nos autorizaron a reunirnos cada vez que queríamos tanto en fiestas como en reuniones”.

Aquellas primeras Caracolás estaban precedidas por conferencias y actividades paralelas, patrocinadas en este caso por Ciclos Radio TV, local comercial que regentaba el propio Curro Sánchez y su mujer Luisa. El gran aficionado al flamenco que es Curro nos muestra, entre otros muchos documentos, la entrada de la Segunda Caracolá Lebrijana, “Fiesta Flamenca, Cante Grande”, en la que además de los artistas que participaron se informa del menú que se repartía entre los asistentes: “Vino Especial de Lebrija, entremeses variados y caracoles”.

Curro Sánchez: “Había mesas distribuidas por el público, con sus sillas correspondientes. La gente empezó a llevarse la cesta con la comida a partir de la tercera Caracolá. Al principio la gente iba de gala y no iba con capacha. El ambigú de la III Caracolá no respondió, no tuvo suficiente para tanto público y salió la gente fuera a que los vecinos les dieran bocadillos. La llamamos la Caracolá del Hambre, y a partir de este año la gente se llevaba comida al festival”.

Aquellas primeras Caracolás en las que se pagaba a los artistas con el dinero de la taquilla. En algunas ocasiones y si no había taquilla suficiente, como pasó en la primera caracolá, los organizadores tuvieron que poner dinero. Había obligación, además, de devolver el dinero si el cartel anunciado no se respetaba:

Curro Sánchez: “María ‘La Perrata’ recibió el I Caracol de Oro en la IV Caracolá, fue una cosa muy especial. Además, nosotros los organizadores tuvimos mucho miedo. Porque estaba hasta los topes y la figura más destacada, que era Juan Peña ‘El Lebrjano’ no aparecía. El miedo que teníamos era que la gente se levantara y exigiera su dinero. Hasta las dos de la madrugada estuvimos pendiente de los aeropuertos por ver si Juan venía. Y entonces cantó ‘La Perrata’ y el público se olvidó de aquello, de pedir el dinero… Fue una de las mejores Caracolás de la historia”.

Curro Sánchez llegó muy joven a Lebrija de Utrera. Dos localidades con gran afición al flamenco y con grandes artistas emparentados entre sí entre las familias gitanas:

Curro Sánchez: “Mi afición viene de Utrera. Yo he tenido mucho contacto con Fernanda y Bernarda, y más que con Bambino con su hermano Chamona, que tenía un bar donde nos juntábamos. He coincidido alguna vez con Bambino pero nunca he estado de fiesta con él. Perrate y otro gran artista que no se cansaba uno de escucharlo era Gaspar de Utrera, primo hermano de ‘El Lebrijano’. Te estoy hablando de los años anteriores a los ’60. En Utrera fue la primera vez que escuché cantar a gente de Lebrija. Pedro Peña cantando ‘Mariquilla bonita’ y Miguel Funi cantando y bailando ‘El cochecito leré’, siendo nosotros novios en la década de los ’50″.

Emociona, escuchar la voz de un Curro Sánchez jovencito, sorprendido por la reacción de María ‘La Perrata’, su hijo Pedro Peña y un nutrido grupo de aficionados, que tras finalizar la IV Caracolá en el año 1968, suben a la ermita del Castillo y ‘La Perrata’ canta una Salve sin dejar de mirar el rostro de la Virgen, que vamos a tener el privilegio de escuchar en la siguiente grabación inédita que nos hace llegar la generosidad de Curro Sánchez: