El Ateneo Arbonaida de El Cuervo presenta el programa del IV Ciclo Flamenco “La Choza de Juaniquín”

El Cuervo recibe un premio andaluz por su I Ruta del Mosto Cuerveño + IV Flamenco en la Tasca celebrada en enero

El Ateneo Cultural Andaluz Arbonaida presenta oficialmente, junto al Ayuntamiento de El Cuervo, el cartel y programa del IV Ciclo Flamenco “La Choza de Juaniquín” que se desarrollará en el Centro Cultural Casa de Postas entre los días 30 de junio y 9 de julio de este 2016. A partir del viernes, 10 de junio, podremos adelantar a través de las págins digitales de LebrijaFlamenca.com la programación completa de este ciclo flamenco, que cada año va cogiendo más fuerza.

El Ciclo comienza con el III Concurso de Cante Flamenco “La Choza de Juaniquín” en el que van a participar artistas aficionados de Lebrija y que tendrá un premio especial a la soleá de Juaniquín.

ENCUENTRO DE ATENEOS DE ANDALUCÍA

En esta semana se ha celebrado el VII Encuentro de Ateneos de Andalucía en Málaga, en el que el Ateneo Arbonaida de El Cuervo ha recibido el premio Ateneo y Andalucía por la I Ruta del Mosto Cuerveño + Flamenco en la Tasca. Este reconocimiento se suma a los premios obtenidos en 2014 por el Ciclo Flamenco La Choza de Juaniquín y en 2015 por la Noche en Blanco.

Desde El Cuervo, el Ateneo Arbonaida estuvo representado por 12 ateneistas y familiares, encabezados por la presidenta María Luisa Gómez López y acompañados por el delegado de Cultura, Jon Bejarano.

Flamenco

ATENEO ARBONAIDA DE EL CUERVO_Ciclo Flamenco La Choza de Juaniquín

El acto principal tuvo lugar en el Teatro Cervantes ante más de 500 personas procedentes de la casi treintena de ateneos federados: Málaga, Sevilla, Cádiz, Córdoba, Algeciras, Dos Hermanas, Priego de Córdoba, Almodóvar del Río, Sanlúcar de Barrameda, Jerez de la Frontera, Granada, Herrera… y el Ateneo Andaluz de El Cuervo, que fue galardonado con el Premio Ateneo y Andalucía por la I Ruta del Mosto Cuerveño + IV Flamenco en la Tasca celebrado el pasado mes de enero en la localidad vecina.

En el mismo acto, fue reconocida como ateneista de honor, entre otros, la actriz María Galiana, de especial significación al tratarse de la primera mujer que recibe esta distinción. Tras el cierre del acto, la cantaora onubense Argentina ofreció un recital acompañada de la pianista malagueña Paula Coronas.

La actriz maría Galiana tuvo ocasión de conocer uno de los productos estrella de El Cuervo, ya que los compañeros del Ateneo Arbonaida le regalaron un pan de telera de más de 5 kilos.

Flamenco

ATENEO ARBONAIDA DE EL CUERVO_Ciclo Flamenco La Choza de Juaniquín

 

La celebración del BEATO CEFERINO en Utrera

La convivencia de gitanos en torno a la figura de “El Pele” es una buena ocasión para la amistad y el arte flamenco

La Hermandad de los Gitanos de Utrera organizó el encuentro en la Iglesia de la Consolación de Utrera y LebrijaFlamenca.com no quiso perdérselo. Acompañamos a los miembros de la Hermandad del Ecce Homo de Lebrija en este día festivo que conmemora la beatificación del “santo gitano” y que se convierte en una buena ocasión para compartir, para la amistad y para el arte flamenco.

En forma de reportaje fotográfico, tenemos cinco razones por las que nos alegramos de haber ido a Utrera el pasado domingo, 22 de mayo:

1) LA GENTE DE UTRERA

Lo mejor de la celebración es el encuentro entre hermandades y entre los gitanos de diferentes municipios. En esta ocasión, la Hermandad de Utrera fue la anfitriona y nos acogió con todo el cariño. Aquí algunas fotos de los gitanos de Utrera que representaron la misa flamenca:



Por cierto, un ole para la decoración el altar, con decenas y decenas de calas o “jarros”, como decimos en Lebrija. Y para que no quede duda de que estuvimos en Utrera, esta foto con la mejor gitanería de la ciudad vecina. En el centro de la foto, Antonio Peña Otero ”el Cuchara”, que también recibió la medalla de Ceferino:

Gitanos

Beato Ceferino Jiménez Malla en Utrera 2016

2) LA FAMILIA DE JOSÉ VARGAS “EL VIÁ”

José Vargas “el Viá” y su mujer, Juana Soto, recibieron las medallas de Ceferino y las lucieron en el pecho durante toda la jornada, arropados por la compañía de sus hijos con sus parejas, y los nietos. Se vivieron los mejores momentos tanto dentro como fuera de la Iglesia de Consolación. “El Viá” saca fuerzas de sus adentros para mostrarse feliz ante su gente, es la magia del flamenco. Una manera de expresar gratitud y generosidad, mucho más que una simple manera de cantar.

3) EL RATITO DE CHARLA CON EL CURA GITANO DE TORREBLANCA:

“No soy gitano, pero lo parezco. Y a mí me gusta que la gente me lo diga”. El cura gitano de la barriada sevillana de Torreblanca se ha hecho “famoso” por su labor social. Ojalá mucha gente alcanzara la fama de esta forma.

Muy culto y trotamundos, no hay cultura que se le resista. Entiende el cristianismo como un acto de darse a los demás. Unos minutitos muy enriquecedores, cuando se bajó del altar y sentó en nuestra mesa.

4) EL CANTE FLAMENCO DE LAS “AFICIONADAS”:

En Lebrija, no hace ser profesional ni haber dedicado tu vida a los escenarios, para saber cantar. Es lo maravilloso de esta tierra, junto a Jerez y Utrera, que los gitanos cantan de manera espontánea y que el cante se transmite de generación en generación, sin apenas reconocerlo ni ellos mismos. Aquí os dejamos la imagen de dos mujeres, Loli Vargas y Josefa Vargas, que han recibido el cante y lo expresan, sin necesidad de más reconocimientos.

5) ENCUENTRO:

Una convivencia como ésta te da la oportunidad de saludar a mucha gente, relacionada con al historia del pueblo gitano y con el cante flamenco. En esta ocasión, pudimos saludar al Paula, anfitrión él y su bvar en tantas ocasiones de momentos importantes de la historia del cante y del festival de la Caracolá lebrijana.

Crónicas teatrales de un pueblo

El actor BENE CORDERO, que formó parte del Teatro Lebrijano, nos relata la historia de un pueblo marcado por el teatro

ABRIMOS TELÓN 1966: En un lugar situado en las marismas del Bajo Guadalquivir encontramos Lebrija, con una población eminentemente agrícola, formada en su mayoría por jornaleras y jornaleros pendientes en su vida diaria de un jornal que llevar a sus casas, y de unos señoritos que les señalen con el dedo de la lotería del trabajo.

Se vive en casas donde reina el silencio, inundadas por el miedo de guerras cercanas, acompañados diariamente de la pobreza, de la incertidumbre de un futuro que se vislumbra oscuro. Pueblo habitado por andaluces olvidados por la historia,  a los que les negaron la cultura, los libros, la música, pero que aún conservan la nobleza  y la dignidad, y han crecido a la sombra del gran humanista Elio Antonio de Nebrija, que supo ensartar las palabras unas con otras para regocijo del lenguaje.

Teatro Lebrijano

Teatro Estudio Lebrijano_Archivo Centro Andaluz de Artes Escénicas

En ese minúsculo universo de Andalucía, en el año 1966, aparece un grupo  jóvenes trabajadores y estudiantes, con Juan Bernabé como voz principal, dispuestos a hablar y generosos, con capacidad de creer en otros mundos, otras luces. Aprovecharon sus charlas de bares, sus rituales paseos arriba y abajo por la plaza central del pueblo y lo transformaron en energía creativa, en impulso teatral. Imaginaron voces, personajes, lugares, épocas desde donde poder hablar libremente del presente protegidos por el pasado, desde donde contar verdades y desenmascarar mentiras. Jóvenes que supieron crear un teatro por y para el pueblo, hablado desde el poderoso lenguaje andaluz y recitado con zetas a compás, tan nuestro, tan del pueblo; para llegar  a la gente y contarles que hay otros mundos, otras realidades, otros universos en forma de cuarta pared desde donde reír y llorar, pero con dignidad.

Y no contentos con invitar a la gente a ver el espectáculo teatral encerrados entre cuatro paredes, un día se les ocurrió la idea de llamar a las puertas de las casas e invitar al pueblo a salir fuera, a tomar la calle portando sus sillas de enea y sentarse al fresco de la noche para oír evocadoras palabras, cantos y gritos que resuenan desde tiempo inmemoriales, que evocan a Grecia, a Occidente, a todas las Antígonas  del mundo.

Desde entonces, el destino del pueblo quedó marcado por Dionisio, dios del teatro. Y desde aquel lejano 1966 hasta nuestros días, miles de lebrijanos y lebrijanas han escuchado o recitado a Aristófanes,  a Moliére, a Lorca, aireando palabras que resuenan por las calles de Lebrija y se han colado para siempre  por la rendija de los portones culturales de la localidad. CERRAMOS TELÓN.