BIOGRAFÍA de Curro Malena (Parte 1 de 3)

Charla – homenaje a Curro Malena en Vejer de la Frontera

La localidad natal de CURRO MALENA es tierra de familias cantaoras. El flamenco no se entiende sin su caldo de cultivo: el seno de las familias gitanas de Lebrija. El flamenco, en nuestra localidad, es un lenguaje, una manera de transmitir sentimientos, una forma de conservar la identidad de un pueblo. El flamenco en Lebrija es un valor cultural del que estamos orgullosos todos los lebrijanos, una seña que nos enriquece como pueblo, una bandera, un estandarte, una marca, (como se entiende ahora en el lenguaje más moderno), un bastión que le debemos a las familias gitanas de Lebrija.

El cantaor lebrijano Curro Malena, nacido en el año 1945 (va a hacer siete décadas) es un eslabón en la cadena de transmisión del cante gitano. Nacido en una de estas familias gitanas de Lebrija, su infancia y su juventud se desarrolla en un ambiente festero en el que el cante flamenco forma parte de la vida cotidiana y de los festejos del pueblo gitano.

Nieto por rama materna de Josefa Peña Flores “la Rumbilla”, no la tuvo que conocer para sentir en su regazo, siendo un bebé, su voz de bronce. Su padre, Antonio Carrasco Amaya “el de la Malena”, hijo de Magdalena Amaya Cortés, una gitana procedente de Arcos que tenía un porte muy elegante y a quien le debe el nombre artístico, también cantaba y bailaba con gracia. Curro Malena tiene cuatro hermanos y todos cantan en ambientes familiares. Algunos se han subido a los escenarios en alguna ocasión. Y todos tienen, de alguna forma, descendencia artística, ya sea en el cante, el baile y la guitarra. Los hijos mismos de Curro Malena, todos varones, llevan el espíritu flamenco de su padre en la sangre, y lo desarrollan en menor o mayor medida. Hacemos aquí una mención especial a María Vargas Peña, la mujer de Curro, que lo ha acompañado siempre a lo largo de su vida y a ella le dedicamos unas letritas flamencas sacadas del disco de Curro Malena “Carbón de Caña”, de unos cantes por bamberas: “La niña que está en la bamba / es una blanca azucena / y el mocito que la mece / se está muriendo por ella”.

En la familia de Curro Malena hay muchos más cantaores, buenos aficionados, que han contribuído, igual que los profesionales, a que el flamenco siga vivo en Lebrija. Por parte de madre, su tío Curro dicen que componía y cantaba sus propias letras flamencas. Por este lado, cabe también una mención especial para el cantaor profesional Manuel de Paula, primo hermano de Curro, de reconocida carrera artística dentro y fuera de Lebrija.

Por parte de padre, su tía la Malena, a la que hemos podido escuchar en algunas grabaciones, se marchó a vivir a Jerez de la Frontera, estrechando los lazos familiares de los Malena con la localidad flamenca vecina. Esta relación afectiva e identitaria de los gitanos de Lebrija con los gitanos de Jerez tiene un escenario muy concreto en el que también se sitúa la juventud de Curro Malena, que no es otro que el de las gañanías, situadas en la campiña a medio camino entre las dos localidades flamencas.

Curro Malena

HOMENAJE A CURRO MALENA en Vejer de la Frontera

En las gañanías, Curro “se mira en sus mayores”, como le hemos escuchado en varias entrevistas al cantaor lebrijano. Allí conoce a El Chozas, y entre el trabajo y las fiestas va creciendo como persona y se va aproximando definitivamente al cante. En una ocasión le preguntaban a Curro que dónde había aprendido a cantar así: “En los surcos de los campos de algodón de mi Lebrija”, contestaba. ¿Y de quién has aprendido? “De mis compañeros de recogida”.

Curro Malena, en la década de los 60, es un joven gitano que participa de las fiestas de Jerez y Lebrija y que frecuenta las reuniones familiares y de amigos en las tabernas lebrijanas. Por supuesto, la de su tío Paula en Lebrija, donde su padre, sus tíos y sus primos se sienten a gusto y donde, en algunas ocasiones, llegan cantaores de reconocido prestigio y carreras más forjadas ya en esa época, a escuchar y participar del ambiente flamenco de Lebrija. Algunos aficionados tuvieron el lujo de presenciar un mano a mano de un joven Curro con Manuel Mairena, con quien entablaría amistad. En aquella época, “todos los días le planchaba un traje”, cuenta su mujer María.

Pero de su relación con los cantaores de primera línea y de su vida profesional nos vamos a ocupar en un segundo bloque de esta charla. En esta primera parte, nos hemos referido al cante gitano que Curro Malena hereda en su sangre y de su tierra. Y vamos a rematar con una frase del propio cantaor que explica lo que en Lebrija no tiene explicación: “La sangre me mandó cantar”, nos quedamos con esta frase que revela la gran verdad del cante.

(Seguirá).

La versión jerezana de VIDAS GITANAS prescinde de las fotos de las FAMILIAS GITANAS DE LEBRIJA

La exposición del Instituto de Cultura Gitana, aunque interesante, llega muy menguada a la ciudad de Jerez

Sí, ya sabemos que las exposiciones hay que adaptarlas al lugar en el que se van a ubicar. Y el Palacio de Villavicencio en Jerez, enclavado dentro del Alcázar y de salas muy pequeñas, no es precisamente el sitio más apropiado para esta gran exposición.

Sobre todo, si ya hemos podido disfrutar de la Exposición Vidas Gitanas. Lungo Drom en ciudades como Granada y Madrid, donde las salas amplias y modernas, han sido las más adecuadas para esta gran muestra, del Instituto de Cultura Gitana, que cuenta la historia de los gitanos españoles dando a conocer su gran legado histórico y artístico al patrimonio cultural de nuestro país.

Pero aún así, admitiendo que la Exposición llega en una versión muy reducida a la ciudad de Jerez de la Frontera, lo que no podemos admitir es que se prescinda, precisamente, de las fotos de las FAMILIAS GITANAS DE LEBRIJA. Quien haya adapatado la Exposición, del Ayuntamiento de Jerez, a las características de esta sala, no conoce ni tiene idea de la identidad de los gitanos andaluces y de la proximidad, troncos y apellidos comunes, de las familias gitanas de Lebrija y Jerez.

La misma sensibilidad que han querido tener a la hora de añadir, con calzador y sin que forme parte del hilo argumental de la exposición, unas cuantas fotos de artistas flamencos jerezanos; la misma sensibilidad tenía que haber tendio en cuenta que las familias gitanas de Lebrija, precisamente en esta ocasión, después de haber viajado por media Europa, no tenían que haber salido de la Exposición.

Es como si Vidas Gitanas. Lungo Drom viaja a Badajoz, por poner un ejemplo, y el concejal de turno de Cultura del lugar, prescindiera de las fotos maravillosas de Cristina García Rodero de las niñas gitanas de Fregenal de la Sierra. Igual de inexplicable.

Gitanos

VIDAS GITANAS. LUNGO DROM_Capote Rafael de Paula

En Granada nos sorprendió y nos sobrecogió. La Exposición empezaba narrando la historia de persecuciones del pueblo gitano y sonaba la música de galeras de Juan Peña “El Lebrijano”. También en Madrid, cada sala, dedicada a las familias, a los oficios, a la historia, al flamenco,… se pintaba de un color y muchos utiensilios, además de fotografías, daban valor a la Exposición. También echamos de menos en Jerez el capote de torero de Rafael de Paula, que reproducimso en este artículo.

Esperemos que las fotos de las FAMILIAS GITANAS DE LEBRIJA, que formaron parte de un gran proyecto de la Asociación Cultural del Pueblo Gitano de Lebrija, se reincorporen en la trayectoria de la Exposición Vidas Gitanas. Lungo Drom. Aquí os dejamos las fotos que la gente nos ha ido mandando delante de este patrimonio cultural del que Lebrija, en su totalidad, se siente orgullosa.

 

EXPOSICIÓN VIDAS GITANAS EN JEREZ

Las FAMILIAS GITANAS DE LEBRIJA representadas en la exposición Vidas Gitanas en Jerez

La Exposición “VIDAS GITANAS. LUNGO DROM” cuenta la historia de los gitanos españoles, dando a conocer su gran legado histórico artístico y sus numerosas influencias y aportaciones al patrimonio cultural de nuestro país.

Está organizada por el Instituto de Cultura Gitana y de Acción Cultural Española del Ministerio de Educación del Gobierno de España. Ha viajado ya por otros países de Europa y ahora llega a Jerez de la Frontera. Se podrá visitar en el Palacio Villavicencio (Alcázar de Jerez) hasta el 15 de febrero, en horario de 9:30 a 15:00 horas.

Las FAMILIAS GITANAS DE LEBRIJA están representadas a través del proyecto de la Asociación Cultural por el Progreso del Pueblo Gitano de Lebrija y las fotografías de Araceli Pardal.

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Puedes descargarte el TRÍPTICO DE LA EXPOSICIÓN pinchando aquí.